El crecimiento militar de Alemania se ve con alivio en Occidente
Michaela Rehle/Reuters
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Sabes que los tiempos están cambiando cuando los alemanes anuncian que están ampliando su ejército por primera vez en 25 años – y nadie se opone.

Cuando cayó el Muro de Berlín, el Reino Unido y Francia, en particular, temieron el resurgimiento de un coloso alemán en Europa. En cambio, el mes pasado, tanto el compromiso de Berlín de añadir casi 7.000 soldados a su ejército para 2023, y un anuncio anterior de gastar hasta 130 mil millones de euros en equipamiento nuevo para el año 2030, fueron muy bien recibidos por los aliados de la OTAN.

Han tenido que pasar décadas desde los horrores de la Segunda Guerra Mundial, pero los aliados del Berlín moderno y, según parece, los propios líderes alemanes están sintiéndose finalmente más cómodos con la idea de que el papel de Alemania como líder de facto de la Unión Europea requiere una dimensión militar.

Y tal vez en un momento muy oportuno. Estados Unidos y otros – incluidos muchos de los propios expertos en defensa alemanes – quieren que Alemania que haga aún más por la seguridad continental y amplíe los despliegues en el extranjero.

El presidente Obama expresó su frustración en una entrevista, en cuando a que los aliados del Golfo Pérsico y europeos de Estados Unidos estaban actuando con demasiada frecuencia como "oportunistas". Donald Trump, el candidato republicano a la presidencia, ha sido aún más mordaz en sus comentarios, amenazando con retirarse de la OTAN si es elegido.

A medida que se aproxima una cumbre de la OTAN en Varsovia el próximo mes de julio, Alemania, la mayor economía de Europa, es ahora la clave de cómo la alianza se enfrentará al doble peligro que ha transformado la situación estratégica en Europa: una Rusia más amenazante y la expansión del Estado Islámico más allá de los actos individuales de terrorismo, como ejecuciones y la toma de territorios.

La tensión entre Rusia y Occidente sigue aumentando

En Europa, donde los miembros más orientales de la OTAN, en particular Polonia y los Estados bálticos, han clamado por el despliegue permanente de tropas aliadas para impedir la intromisión de Rusia, Alemania parece preparada para tomar el mando de una brigada en Lituania, uniéndose al Reino Unido y Estados Unidos para dirigir la formación de una presencia fuerte en las fronteras de Rusia.

Bajo el mando de la canciller Angela Merkel, Alemania también está desempeñando un papel importante en los programas de la OTAN, para reunir recursos de los estados miembros para una mayor seguridad colectiva. Los expertos en defensa presentan el aumento de la cooperación entre Alemania y Holanda como modelo.

El camino para mostrar un aspecto de defensa colectiva europea está lleno de promesas no cumplidas sobre una mejor cooperación.

Pero ya sea por cuenta propia o con la colaboración de otros, Alemania está mostrando signos de sentirse más cómoda con la idea con adoptar un mayor papel militar, un cambio gradual pero perceptible, lejos de un pacifismo instintivo que se afianzó a partir de 1945, y una tendencia posterior a la Guerra Fría de reducir el ejército de la nación.

El crecimiento militar de Alemania se ve con alivio en Occidente
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El cambio comenzó a ser evidente públicamente en 2014, cuando el presidente de Alemania y los ministros de Asuntos Exteriores y de Defensa instaron un mayor papel de seguridad mundial para el país en la Conferencia Anual de Seguridad de Munich. Semanas después, el líder de Rusia, el presidente Vladimir Putin, anexionó Crimea desde Ucrania.

Desde entonces, Alemania ha respondido ayudando a construir una fuerza de respuesta rápida de la OTAN en Europa del Este, liderando los esfuerzos de la diplomacia en Ucrania, así como formando y armando a los peshmerga kurdos para luchar contra el Estado Islámico en Irak y Siria.

Las encuestas muestran que "el público general no se siente muy cómodo con la dimensión militar", según Sylke Tempel, redactor de la revista del Consejo Alemán Asuntos Exteriores. Y añade:

En cambio, la élite de formulación de políticas sabe que "el pensamiento estratégico incluye la idea de que se tiene que construir una fuerza con el fin de ser tomado en serio, y es necesario gastar dinero en esta dimensión".

Alemania no se está moviendo lo suficientemente rápido en opinión de los expertos en defensa, como Hans-Peter Bartels, el comisionado parlamentario para el ejército, o Karl-Heinz Kamp, el presidente de la Academia Federal del Gobierno para Política de Seguridad.

Alemania debería ampliar su ejército "lo más rápidamente posible, tanto como sea posible", sostiene el Dr. Bartels, miembro del Partido Socialdemócrata de centroizquierda.

Kamp fue más optimista en cuanto a los esfuerzos de Alemania y la OTAN, en particular los planes para satisfacer cualquier reto que presente Rusia sobre las fronteras orientales de la alianza.

"Estamos casi en una presencia permanente", señala Kamp. "Se están decidiendo más cosas de las que Putin podría haber imaginado nunca".

El principal peligro que ve para estos planes es "el hecho de que existen estos movimientos anti sistema en ambos lados del Atlántico – tenemos el partido Alternativa para Alemania, tenemos el Frente Nacional en Francia, y en EE. UU. tenemos a Trump".

En su opinión, los populistas en tales movimientos tienen poco interés en tejer juntos los intereses transatlánticos y desplegar las fuerzas aliadas para objetivos comunes.

"Estos movimientos anti sistema contrastan con todo lo que es la OTAN, y ese es el único punto que realmente me preocupa", sostiene Kamp.

En la política alemana, el cargo de ministro de Defensa ha demostrado ser tradicionalmente uno complicado. El trabajo tiene goza de prestigio, pero está plagado de dificultades para obtener financiación y equipos modernos adecuados.

Ni el ministro de Defensa ni la canciller son comandante en jefe del ejército­ – otro legado de los esfuerzos posteriores al nazismo para restringir a Alemania. El control del ejército reside en el Parlamento, y cualquier gasto militar o despliegue está sujeto a su aprobación.

Además, el descenso demográfico y el atractivo de buenos trabajos civiles en la robusta economía de Alemania han hecho que sea difícil reclutar una fuerza voluntaria.

El ministro de Defensa ha tomado varias medidas para hacer del ejército un mejor empleador. Entre ellas se incluyen la contratación de un asesor de alto rango de la consultora McKinsey para examinar las estructuras, y simplemente asegurar un mayor contacto entre los soldados en el extranjero y sus familias.

Una nueva unidad de armas cibernéticas es una prioridad. El Ministerio de Defensa está tratando de poner fin a los fallos de equipos y las averías.

El crecimiento militar de Alemania se ve con alivio en Occidente
G36 Patrick Seeger/dpa via AP, File

El año pasado, estalló una disputa con el fabricante de armas Heckler & Koch en torno a la ametralladora reglamentaria G-36, que según el ministerio no siempre disparaba de forma precisa.

Otra tarea importante es convencer a los alemanes escépticos, especialmente en el este, de que la OTAN mantiene su trato de 1997 con Rusia en cuanto a que las tropas de la alianza no se estacionarían de forma permanente en el borde de Rusia.

Según el Teniente General Manfred Hofmann, veterano del Ejército Alemán, el diálogo con Moscú no se ha apagado y la OTAN está manteniendo sus compromisos de no estacionar de forma permanente unidades de combate en el antiguo territorio del bloque soviético.

Pero el general señaló que el comando del cuerpo es ahora una unidad de 21 naciones formada por 400 personas, supervisando el rápido despliegue de unidades de la OTAN, si fuera necesario, y mencionó que desde la cumbre de 2014 en Gales, "han ocurrido muchísimas cosas".

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