Una pequeña ciudad en Alemania ofrece una imagen del sentimiento contra el Islam que se ha apoderado de Occidente.
Erfurt, una ciudad medieval en Alemania de casas de madera y calles empedradas se encuentra en primera línea de la guerra cultural contra el Islam que está aumentando en Occidente.
Donald Trump puede que esté instando a prohibir la entrada de los musulmanes a los Estados Unido. Sin embargo, en este lado del Atlántico, el Islam también está en el punto de mira, con el incremento de la oposición política a la fe como un mensaje anti musulmán, que surge como el lema de la extrema derecha de Europa.
En pocos lugares el cambio es más alarmante que en Alemania, donde los ataques por parte de los radicales islamistas en los países vecinos y una oleada sin precedentes de inmigrantes de Oriente Medio están poniendo a prueba la voluntad nacional para proteger los derechos de las minorías que se aprobaron después de la Segunda Guerra Mundial.
Una vez que una fuerza libertaria se opuso al euro y a los rescates a Grecia, el partido Alternativa para Alemania (AfD) que crece rápidamente, ahora se ha sumado abiertamente a las filas contra el Islam. En las últimas semanas, el AfD lanzó un duro ataque contra la fe islámica, advirtiendo contra "la expansión y la presencia de un número cada vez mayor de musulmanes" en suelo alemán.
Añadiendo más leña a la campaña del partido, el jueves las autoridades alemanas detuvieron a tres sirios que se habían hecho pasar por inmigrantes, acusándolos de planear un ataque en el centro histórico de Dusseldorf en nombre del Estado Islámico.
Diciendo eso quiere proteger los derechos de la mujer, la seguridad nacional y la cultura alemana, el partido - con el apoyo de casi 1 de cada 6 votantes - está pidiendo la prohibición del velo en los colegios y las universidades y se está preparando para publicar un "manifiesto" contra el Islam basado en "la investigación científica." Aquí, en el este antiguamente comunista, el partido ha ido más lejos, alarmando a los musulmanes locales para que tomen medidas para detener la construcción de la primera mezquita de Erfurt.
Según los registros de la ciudad, el 75% de los 200.000 habitantes de Erfurt afirman que no tienen "ninguna religión". Sin embargo, los dirigentes del AFD están indignados por la idea de elevar los alminares solo unas pocas paradas de tranvía de las campanarios de las iglesias más antiguas de Erfurt.
"Este tema es demasiado importante como para permanecer en silencio", dijo Stefan Möller, político del AfD.
"Le debemos a nuestro país pronunciarnos. Somos patriotas".
Por su parte, los líderes musulmanes y los políticos progresistas, están dando la voz de alarma, mientras que llaman al movimiento del AfD contra el Islam una señal de los tiempos. Este año, al menos dos universidades alemanas han cerrado las salas de oración musulmanas, argumentando que las instituciones de la enseñanza superior deberían ser laicas y que el Islam no debería recibir un "trato especial". Están alentando a los musulmanes que quieren rezar a utilizar "salas de silencio" genéricas diseñadas para todos los estudiantes.
En Alemania, como en otras partes de Europa, también ha habido recientemente una oleada de ataques contra las mezquitas, incluyendo intentos de incendios provocados y vandalismo.
'Nos recuerda . . . a Hitler'
Algunos aquí –y no solo los musulmanes- están profundamente preocupados por esta tendencia. Bodo Ramelow, el gobernador de izquierda del estado donde está situado Erfurt, dijo:
"Los crematorios de los campos de concentración [de la Segunda Guerra Mundial] se construyeron en Erfurt. Los campos de concentración de Buchenwald y Dora estaban aquí. La primera gran oleada de racismo estuvo dirigida contra nuestros conciudadanos judíos… Nunca debemos permitir de nuevo que una mayoría de votos impida prosperar a una minoría".
Los líderes musulmanes ven la creciente oposición en Alemania como parte del mismo fenómeno que ha convertido al Islam en un tema de campaña en los Estados Unidos, así como en Francia, Austria, los Países Bajos , Polonia y otros países de Europa .
Aiman Mazyek , presidente del Consejo Central de los Musulmanes en Alemania, dijo acerca de la postura del AfD contra el Islam: "Por primera vez [desde la Segunda Guerra Mundial] hay un partido que está intentando de nuevo limitar existencialmente a toda una comunidad religiosa y amenazarla. Esto nos recuerda a los tiempos de Hitler".
El frente occidental
La oposición política en Europa a las formas más conservadoras del Islam ha estado creciendo durante años.
En 2009, Suiza prohibió una nueva mezquita, y un año más tarde, Francia aprobó una ley que prohibía el uso del velo en público. Sin embargo, los líderes musulmanes temen un resurgimiento de los sentimientos contra el Islam en Occidente.
En los Estados Unidos, Trump se está dirigiendo a los musulmanes, mientras que en Austria el mes pasado, una "invasión musulmana" de inmigrantes que huyen de la guerra se convirtió en el tema dominante de una carrera presidencial en la que perdió por un estrecho margen la extrema derecha. En Gran Bretaña, el primer alcalde musulmán de Londres hizo frente a una campaña en la que incluso el primer ministro, David Cameron trató de vincularlo con los extremistas.
En Francia, los actos de violencia contra los musulmanes aumentaron más de tres veces en el año 2015, pasando de 133 a 429 incidentes, según el Ministerio del Interior del país. En mayo, la policía polaca entró a residencias universitarias de Cracovia para interrogar a un número de estudiantes extranjeros acerca de las conexiones con el terrorismo, lo que provocó acusaciones de discriminación racial y ataques contra los musulmanes.
En enero, la ciudad danesa de Randers aprobó una resolución que exigía a las instituciones públicas servir carne de cerdo. Los partidarios se manifestaron a favor del proyecto de ley, alegando que la cultura gastronómica danesa debería prevalecer sobre los requerimientos religiosas de los inmigrantes musulmanes.
En abril, la provincia italiana de Véneto aprobó un cambio en una ley que los críticos dicen que hace que sea más difícil la construcción de mezquitas. Luca Zaia, el gobernador de la región de Véneto y miembro del partido de derechas Liga del Norte, declaró al diario Nuova di Venezia: "Estoy absolutamente en contra de la construcción de nuevas mezquitas. Ya he conocido a algunos de estos predicadores y les dije claramente que deben pronunciar los sermones en italiano, por razones de transparencia".
Una crítica más amplia
Alemania ha sido durante mucho tiempo un bastión de la tolerancia en Europa, con muchos citando la historia de la Segunda Guerra Mundial como un ejemplo del peligro cuando las minorías religiosas y étnicas están dirigidas.
Algunos partidarios del AfD señalan la creciente influencia del Islam radical en Alemania como prueba de lo que sucede cuando la religión no se controla. En 2014, por ejemplo, un grupo de islamistas ultraconservadores llevaron a cabo una estrategia publicitaria en la ciudad de Wuppertal, vistiéndose como la "policía de la sharia" - una referencia a la ley religiosa islámica- y, al parecer diciéndole a los transeúntes que no bebieran alcohol o visitaran discotecas.
Los críticos del Islam, aunque insisten en que no tienen nada en contra de los musulmanes progresistas, están poniendo cada vez más el punto de mira en la religión de manera más amplia. Observan una falta de respeto hacia los homosexuales, las lesbianas y las mujeres, al parecer por parte de algunos musulmanes - incluyendo los sospechosos de una serie de agresiones sexuales en la víspera de Año Nuevo en la ciudad alemana de Colonia.
No obstante, los oponentes de la derecha sostienen que sus propias posturas en contra de los derechos de los homosexuales y en defensa de los papeles "tradicionales" de las mujeres sugieren que las posiciones en contra del Islam se utilizan simplemente como una estratagema política para ganar votos.
Mina Ahadi un disidente iraní y crítico del Islam fundamental, escribió en una carta abierta al grupo: El AfD "representa básicamente la misma posición autoritaria, homófoba y sexista - en resumen: inhumana – que las asociaciones islámicas ultraconservadoras".
El mes pasado desaparecieron las esperanzas de una posible reunión entre la dirección del AfD y las autoridades musulmanas en Alemania, ya que ambas partes acabaron culpándose mutuamente. Con el objetivo de conseguir apoyo argumentando que el Islam es incompatible con la democracia alemana, el AfD ha recurrido a autoridades como Tilman Nagel, ex profesor de estudios islámicos de la Universidad de Gotinga, quien atacó en una entrevista telefónica a la "corrección política".
En Erfurt, la oposición del AfD a una nueva mezquita ha sorprendido a la pequeña comunidad local de 70 musulmanes que han pedido permiso para construir la primera de la ciudad en un solar en un barrio industrial a las afueras de la ciudad. De hecho, el AfD supo de su construcción cuando un líder musulmán se lo comentó al partido durante una reunión el mes pasado.
"Pude ver el odio en sus ojos cuando di la noticia. Quieren violar nuestra libertad de religión, pero no creo que vayan a salirse con la suya. Esto se ha convertido en un problema nacional, y no creo que Alemania quiera que esto suceda", explicó Suleman Malik, el inmigrante pakistaní de 33 años de edad precursor del proyecto.