Si Trump se convierte en presidente de EE. UU. podría dañar la capacidad del sistema político para ofrecer una buena representación.
No sé si Donald Trump como presidente sería capaz de destruir la democracia de EE. UU. al acabar con las instituciones que comparten el poder con el ejecutivo. Estoy de acuerdo con Brian Beutler en que las instituciones a las que Trump podría estar persiguiendo se defenderían con eficacia - aunque no estoy ansioso por probar esta tesis.
No obstante, considero que Trump es peligroso para la democracia de una manera diferente e incluso si no gana: dañaría la capacidad del sistema político para ofrecer una buena representación.
La representación es el proceso por el cual los políticos hacen promesas mientras se presentan a las elecciones, después interpretan esas promesas una vez que son elegidos, gobiernan con esas promesas en la mente y explican sus acciones en relación con esas promesas (y finalmente se postula a una reelección con nuevas promesas).
Esas promesas no solo son los compromisos específicos en materia de política pública (como la construcción de un muro en la frontera), sino que incluyen también cómo un candidato actuará en el cargo e incluso quién será el candidato. Así, un político puede ejercer como un experto en política, como "uno de nosotros" o como un miembro de un grupo particular dentro del distrito.
Esto es importante porque las promesas parecen limitar de forma significativa a los políticos en el ejercicio de sus funciones. Los presidentes tratan de cumplir sus promesas políticas, así como los políticos también intentan cumplir otro tipo de promesas. Bill Clinton hizo la promesa de mantenerse en contacto con el electorado (criticando al presidente George H.W. Bush por no hacerlo) y, después una vez en el poder organizó eventos para demostrar que él estaba manteniendo ese compromiso.
Los políticos pueden sufrir consecuencias si rompen sus promesas. Clinton dijo durante su campaña de 1992 que "se centraría" en la economía. Cuando al comienzo de su presidencia surgieron las polémicas acerca de otras cuestiones, probablemente se vio más afectado porque parecía que los escándalos significaban que estaba rompiendo esa promesa.
¿Qué está prometiendo Trump exactamente?
Sabemos que no se centra en particular en las propuestas de políticas específicas; incluso su campaña parece ser más un símbolo de sentimiento contra los inmigrantes que un verdadero esfuerzo por resolver un problema de política pública.
Tal vez su verdadera promesa solo implica designar a sus enemigos. Entre ellos destacan los inmigrantes mexicanos y los musulmanes, lo que ha dado lugar a la percepción de que su campaña se basa en llamamientos a la intolerancia. Sin embargo, su lista de enemigos es mucho más larga que lo que la simple intolerancia podría explicar y cambia constantemente -odia a los medios de comunicación y las publicaciones entran y salen de su lista.
Su única promesa consistente es "ganar" –lo que acabará con una cadena de pérdidas sufridas por los EE.UU.
Y sin embargo, esto suena vacío, prometiendo más que lo que los verdaderos líderes políticos en una democracia pueden ofrecer. ¿Alguien escucha a Trump y cree que no tendremos nada pero ganaremos si es elegido? ¿Solo sus partidarios aprecian a alguien que se está esforzando por "ganar" (sea lo que sea que eso signifique)? ¿O ellos simplemente disfrutan de estar entretenidos?
Trump parece estar prometiendo algo acerca de quién sería en caso de ganar. Al fin y al cabo, una parte significativa de sus discursos de campaña está dedicada a hablar de sí mismo. Sin embargo, aún esa promesa no es clara. ¿Está prometiendo ser un negociante inmobiliario o un personaje que interpretó en un reality show? Seguramente no es el chico que está detrás de los negocios turbios de la Universidad Trump, ¿verdad?
Esto es importante porque si no hay promesas, no hay representación. Y la representación, tal como se dio cuenta James Madison, es el único camino para que la democracia a gran escala funcione. La democracia necesita formas para que los votantes influyan en las promesas que los políticos hacen y en cómo se interpretan, así como necesita que los políticos tomen en serio esas promesas.
En gran parte, se supone que los partidos políticos garantizan que eso ocurra y Trump está organizando la campaña sin ninguno. Si gana, sería el presidente menos limitado en la historia de EE. UU.
O, para decirlo de otra manera, si cumple todo lo que ha prometido, Trump puede hacer casi todo lo que quiere y todavía afirma estar manteniendo su promesa de campaña central.
Y si se sale con la suya, otros lo seguirán y una buena representación junto con una democracia real serán las víctimas.