Rivera, líder de Ciudadanos, llama a su partido la alternativa reformista a la corrupción y la extrema izquierda.
Albert Rivera sabe que su lema de "cambio sensato" carece del atractivo anti sistema de sus rivales de extrema izquierda. Pero las elecciones, dijo el líder y fundador del partido de centro de España Ciudadanos, se supone que no son un concurso de belleza.
"Decirle a la gente que tenemos que estar de acuerdo evidentemente no es tan atractivo como decirles que luchen contra el enemigo. Pero no estamos aquí para ver quién es más atractivo - estamos aquí para ofrecerle a la gente un país sensato".
Rivera no siempre ha considerado la política de esta manera. Este es el hombre, después de todo, que posó desnudo para un cartel de campaña en el nacimiento del movimiento en su Cataluña natal hace 10 años.
Asimismo, no siempre se ha mostrado hostil a Podemos, el principal rival de su partido por los votos de los jóvenes españoles en las elecciones del 26 de junio. Rivera y el líder de Podemos, Pablo Iglesias, se mostraron tan afables en un debate televiso antes de las elecciones no concluyentes de diciembre que Iglesias bromeó acerca de que deberían aunar fuerzas para intentar poner fin al desacreditado bipartidismo en España.
Seis meses de estancamiento político han centrado la atención del líder de Ciudadanos en los votantes que están hartos de la corrupción y la inercia con las que se han visto asolados el PP y PSOE. La semana pasada, Rivera declaró en la revista Politico:
"Es intolerable que el gobierno de España esté bajo sospecha de corrupción, ya que eso alimenta el populismo. El Partido Popular y Podemos están haciendo un movimiento de pinza, incitando entre sí a dividir España".
El PP tiene la ventaja en las encuestas de opinión, pero su apoyo ha disminuido desde que ganó una mayoría sin precedente en 2011. El mandato de Rajoy ha estado marcado por las impopulares medidas de austeridad y las investigaciones sobre la corrupción del partido -mientras que el PSOE se ha enfrentado a escándalos similares. Al igual que en diciembre, el PP tiene pocas posibilidades de asegurar una mayoría en las elecciones de este mes. Su tradicional rival socialista podría quedar relegado al tercer lugar gracias a una nueva alianza entre Podemos y los ex comunistas de Izquierda Unida (IU).
Con las elecciones que parecen estar cada vez más polarizadas entre el centro-derecha y la extrema izquierda, Ciudadanos queda una vez más en cuarto lugar pero no cuenta con los votos suficientes para garantizar una mayoría de centro-derecha con el PP.
Antonio Barroso, vicepresidente de análisis político de Teneo Inteligence, dijo que salvo una oleada de apoyo de última hora, Ciudadanos será "influyente... pero no decisivo" en la formación del próximo gobierno español.
Casamentero
El posible papel de creador de reyes hace a Ciudadanos vulnerable a la acusación de que es solo un "Podemos de la derecha", cuya creación fue alentada con el fin de debilitar a los radicales de izquierda y recuperar al statu quo, que ha visto al PP y PSOE alternar en el poder desde 1982.
Iglesias en un debate televisivo con Rivera emitido el domingo, que estuvo mucho más irritable que en el encuentro antes de las últimas elecciones, dijo:
"Muchas personas tienen la impresión de que Ciudadanos es el equipo de reserva del Partido Popular, que al final del día ayudará a Mariano Rajoy - u a otro líder del PP - a mantenerse en el poder".
Este tipo de ataques reflejan en parte la frustración por la mella que Ciudadanos ha hecho en el apoyo a Podemos, que rápidamente encabezó las encuestas nacionales 10 meses después de su fundación en 2014, inspirado en las protestas del 15-M contra las políticas de austeridad de Rajoy, que fueron exigidas por la UE.
Desde que quedó tercero en diciembre, Podemos ha dejado de intentar presentarse como una fuerza moderada y, en lugar de eso, se ha aliado con IU. En la última encuesta de Metroscopia publicada por El País, la alianza Unidos-Podemos quedaba en segundo lugar, con un 25,5% de apoyo frente al 28,5% para el PP, el 20,2% para el PSOE y el 16,6% para Ciudadanos.
Rivera denominó la alianza con los ex comunistas "una evidencia clara del extremismo ideológico de Podemos, que nos deja más espacio ideológico en el centro y centro-izquierda".
En un claro intento de desacreditar a los dirigentes de Podemos, Rivera viajó a Venezuela a finales de mayo para respaldar a la oposición al presidente Nicolás Maduro e hizo hincapié en los vínculos ideológicos y financieros entre el antecesor de Maduro, Hugo Chávez, y algunos de los dirigentes de Podemos, incluyendo Iglesias.
"Centro radical"
El movimiento secesionista en su región natal de Cataluña es también el producto del populismo, dijo Rivera - un acérrimo partidario de la continuidad de la unidad de España, que se opone al referéndum sobre la independencia catalana, que cuenta con el respaldo de Iglesias. El líder de Ciudadanos explica:
"El argumento básico de los separatistas catalanes es que si somos independientes, tendremos un salario más alto, hipotecas más bajas, menos impuestos - y música celestial. Lo que se les olvida decir es tendremos que salir de la Unión Europea".
Ciudadanos contempla una España federalizada, según el modelo alemán, teniendo un perfil más alto en la UE que los gobiernos "pasivos" de Rajoy y su predecesor socialista, José Luis Rodríguez Zapatero. Para lograr esto, España necesita un "cambio radical" en áreas como la lucha contra la corrupción, la mejora de la educación - "No puede ser que seamos la cuarta economía más grande de Europa, pero ocupemos el número 28 en los resultados de la OECD sobre el sistema educativo" - y la reforma del sistema electoral. Rivera añadió:
"Somos el centro radical. No podemos ganarles cuando se trata de populismo. Ciudadanos aspira a un cambio radical y valiente respaldado por números, datos, propuestas, economistas, técnicos y personas competentes".
Existen precedentes nefastos en Europa para los partidos de centro que optan por coaliciones con los partidos más grandes: los demócratas liberales de Alemania han desaparecido del Parlamento alemán en las elecciones de 2013, después de una coalición de cuatro años con los conservadores de la canciller Angela Merkel, y el Partido Liberal Demócrata de Reino Unido fue derrotado de forma aplastante el año pasado después de cuatro años con los conservadores de David Cameron.
Parece probable que Rivera mantenga conversaciones para formar una coalición con el PP o el PSOE en un talante combativo. Cuando se le preguntó si iba a exigir la salida de Rajoy como condición para apoyar a un gobierno dirigido por el PP, Rivera respondió:
"Creo que es imposible que las mismas personas que no han hecho nada - que incluso nos han hecho retroceder – nos lleven a una nueva era en España. Es por eso por lo que digo que podemos llegar a un acuerdo con el PP y el PSOE, pero tiene que ser con gente nueva".
Barroso de Teneo ve esto más como la renuencia que la negativa de apoyar a Rajoy, poniendo de relieve la voluntad de Ciudadanos para actuar como "un catalizador en lugar de un obstáculo" para finalmente formar un nuevo gobierno español.
Según Barroso, si Ciudadanos no apoya a Rajoy, el futuro del partido "probablemente dependería de su capacidad para conseguir las reformas políticas y económicas significativas desde el PP y atribuirse el mérito de ellos". Rivera estuvo de acuerdo en que negociar un acuerdo de coalición sólido, con influencia sobre los ministerios como el de educación, donde el partido ha identificado una clara necesidad de reforma, sería fundamental.
"Esto no es ninguna garantía, como se puede ver de lo que sucedió en Alemania o Gran Bretaña. Pero es la única manera, porque en este momento si se queda fuera del gobierno, no puede obligar al PP a llevar a cabo estos cambios".