Solo seis meses después de emitir su voto para formar un nuevo gobierno, los españoles van a volver a las urnas en una repetición de elecciones sin precedentes.
La votación del próximo 26 de junio es un intento de terminar con el estancamiento político que existe desde las elecciones del pasado mes de diciembre, cuando ningún partido obtuvo los votos suficientes para gobernar por sí solo ni consiguió unirse en una coalición o gobierno de minoría antes de la fecha límite del 2 de mayo.
Por tanto, el rey Felipe VI tuvo que pedir a los votantes que volvieran a los colegios electorales.
Eche un vistazo para ver lo que sucede en España.
¿Por qué celebrar otras elecciones?
El Partido Popular (PP) obtuvo la mayoría de los votos en las elecciones legislativas del 20 de diciembre, pero estuvo muy lejos de una mayoría de 176 legisladores de los 350 escaños del Congreso de los Diputados, la Cámara Baja del Parlamento en España. Fue el peor resultado del partido en 26 años.
El líder del Partido Popular y el presidente del gobierno en funciones, Mariano Rajoy, reconoció ante el rey que no tenía suficiente apoyo de los partidos rivales para formar un gobierno de minoría o una coalición de uno y, por lo tanto, renunció a la oportunidad incluso de intentarlo.
Pedro Sánchez, líder del PSOE que quedó en segundo lugar, intentó crear un gobierno. Alcanzó un acuerdo con el partido de centro, Ciudadanos, pero su partido de centroizquierda todavía quedaba por debajo de una mayoría parlamentaria. Además, el partido de extrema izquierda de Podemos se interpuso en el camino de Sánchez, negándose a unirse con él o a permitirle gobernar al abstenerse de un voto de confianza.
¿Qué ocurre en España?
Los electores están descontentos con años de elevado desempleo, corrupción política y recortes en el gasto público para sanidad y educación pública.
Eso significaba que muchos votantes dieron la espalda a los dos principales partidos que han gobernado alternativamente España, desde que saliese de décadas de régimen dictatorial – PP y PSOE– y apoyaron a dos recién llegados, el partido favorable para las empresas de Ciudadanos y la izquierda radical de Podemos, que está liderado por el profesor de ciencias políticas Pablo Iglesias.
Como consecuencia, España ha pasado de un tradicional sistema político bipartidista a un sistema de cuatro partidos. En este nuevo panorama político, alianzas y alineaciones políticas son impredecibles.
Una cosa parece segura en la repetición de las elecciones: un acuerdo de coalición o un acuerdo que permita un gobierno de minoría es la única manera de salir de la parálisis política de España. Federico Santi, un analista de la consultoría Eurasia Group con sede en EE. UU., afirma:
"Creo que ahí es donde vamos a terminar en algún momento... pero todavía se ve como la última opción".
En España nunca ha gobernado una coalición, a pesar de que son cada vez más la norma a nivel local y regional. Sin embargo, los líderes políticos de España no tienen experiencia con las delicadas negociaciones necesarias para compaginar los intereses y encontrar denominadores comunes. Eso, señala Santi, podría suponer un problema con las autoridades de la Unión Europea, que han advertido que exigirán más medidas de austeridad y reformas laborales al próximo gobierno de España, después de que el de Rajoy no cumpliese con los objetivos de déficit.
¿Cuál es la situación económica?
Aunque España va a pasar la mayor parte de este año en el vacío político, dirigida por un gobierno provisional con poderes restringidos, la economía está avanzando.
Los precios del petróleo y los tipos de interés son bajos, un euro más débil está ayudando a las exportaciones y España anticipa un año récord para el turismo. La Comisión Europea prevé que la economía española crecerá un 2,6% este año y un 2,5% en 2017 – un ritmo más rápido que la media de la zona euro.
Con la economía en una buena situación, "no hay carácter de urgencia por parte de los votantes", dice Santi, de Eurasia Group, para explicar la ausencia de protestas públicas por el retraso de las elecciones.
Sin embargo, la tasa de desempleo sigue siendo elevada (de un 21%), la segunda más alta de la UE después de Grecia. El gobierno provisional del Partido Popular sostiene que puede crear unos 2 millones de puestos de trabajo en los próximos cuatro años.
Por su parte, los analistas dicen que mientras la economía esté en expansión, los mercados financieros no se preocuparán por España. El problema es que si surgen dificultades, no habrá ningún ejecutivo que implemente políticas como respuesta.
¿Cómo terminará este estancamiento político?
Un nuevo factor ha entrado en juego desde diciembre: Una alianza de Podemos e Izquierda Unida, así como de otros grupos de extrema izquierda, llamada Unidos Podemos.
Algunas encuestas y analistas han sugerido que esta alianza podría conseguir más votos y escaños en el Parlamento que el PSOE, que posiblemente podría unirse a una amplia coalición de centroizquierda.
En general, las encuestas indican que la votación del 26 de junio no acabará con la situación de estancamiento, ya que los partidos obtendrán más o menos el mismo número de votos que el pasado mes de diciembre. Eso significa que el tira y afloja político podría extenderse durante los meses de verano y, posiblemente, terminar con otras elecciones en el plazo de seis meses.
El mes pasado, el diario El País reprendió a los líderes políticos por sus disputas, alegando que no reflejaban el estado de ánimo del país.
"La sociedad está mucho menos tensa que lo que la campaña electoral sugiere y es irresponsable llevar al país a una situación alarmante que distorsiona la realidad".