Cómo miles de jóvenes están luchando por la atención de los reclutadores que representan a los gigantes de la tecnología en el evento de Internapalooza.
En Internapalooza, la reunión anual de miles de becarios de verano de la industria tecnológica, había montones de cosas gratis. En el área del club en el estadio de los Gigantes de San Francisco el lunes por la noche, jóvenes de la generación del milenio se movían en grupos de tres y cuatro a medida que recogían camisetas de marca, bolsas, botellas de agua, cuadernos Moleskin, gafas de sol, calcetines de rombos de Zillow, cargadores para dispositivos móviles de eBay, gorros de invierno de Google, chanclas de Andreessen Horowitz, y – el favorito de todos – palos selfies y cojines de YouTube.
Casi todo era gratis. Excepto las palomitas de maíz.
"Están cogiendo cosas que no les pertenecen, y ni siquiera preguntan", dijo Billie Feliciano, de 68 años, quien ha trabajado en concesiones en los partidos de béisbol de los Gigantes desde 1976 y estuvo al mando del Doggie Diner, donde un perrito caliente se podía obtener con un vale, pero una bolsa de palomitas de maíz podía costarte un buen dinero.
Internapalooza, la cual sus organizadores promocionan como "la mayor reunión de becarios del mundo", ofrece un vistazo de la peculiar iniciación cultural en la industria de la tecnología que miles de estudiantes universitarios de informática reciben cada año: conocimientos en programación, espíritu emprendedor, y – a diferencia del trabajo duro y la monotonía de las prácticas de otras industrias – ciertos privilegio.
Los becarios de verano en las principales empresas de tecnología ganan sueldos sorprendentemente altos. Según una encuesta anónima llevada a cabo por un ex estudiante de la Universidad de California en Berkeley, los becarios de Snapchat ganan 9.000 $ al mes, más un estipendio de vivienda de 1.500 $. Los salarios mensuales en Pinterest (9.000 $), Twitter (NYSE: Twitter [TWTR]) (8.400 $), Facebook (NASDAQ: Facebook [FB]) (8,000 $), Slack (7.700 $), Uber (7.300 $), Apple (NASDAQ: Apple [AAPL]) (6.700 $) y Google (NASDAQ: Alphabet Class A [GOOGL]) (6.600 $) no se quedan atrás, y muchas compañías ofrecen una vivienda generosa, reubicación y los pagos de beneficios.
"La mayoría de las personas que están de prácticas tienen más talento que los empleados en sus empresas", le dijo el portavoz Keith Rabois a la multitud. (Un miembro de la “mafia de PayPal” y exitoso inversor en tecnología, Rabois contó su inusual camino a la tecnología en la facultad de derecho de Stanford, pero omitió el incidente en 1992 cuando gritó "¡Maricón! ¡Maricón! ¡Espero que mueras de SIDA!" fuera de la casa de uno sus instructores, y que más tarde dijo que tenía la intención de provocar un debate sobre la libertad de expresión).
Terry, un becario de Canadá, que estaba interesado en conseguir un trabajo después de graduarse en Palantir, compartió su opinión:
"Muchos becarios aquí no traen simplemente el café. En realidad, hacemos el mismo trabajo que los ingenieros de software, pero se nos paga menos que a ellos".
Un becario de Google, prometedor estudiante de Harvard, dijo:
"Hay mucha desigualdad, pero una gran cantidad de oportunidades. Estuve en un Uber el otro día, y mi conductor estaba encantado de estar en Silicon Valley. Es como el sueño americano. Cualquier persona puede aprender por sí mismos a codificar y hacer una aplicación".
Swetha Revanur, becaria en HP (NYSE: Helmerich & Payne [HP]), que empezará su primer año en Stanford el próximo otoño, estaba preocupada por la posibilidad de tener que enfrentarse a la discriminación por edad.
"Ellos tienden a buscar estudiantes de cursos avanzados, y estoy intentando ampliar las fronteras" — dijo la joven de 18 años de edad.
(Los temores de Revanur probablemente son infundados. Rabois advirtió a los asistentes que, al igual que los atletas de élite, ya estaban cerca de los "mejores años de sus carreras".)
Took 3 hours to get into #Internapalooza and missed majority of the free stuff but still had fun ‼️💃🏽 pic.twitter.com/GaD0LYuOk7
— Jade (@Jaderss123) July 12, 2016
A pesar de la promesa de un reclutador de Microsoft (NASDAQ: Microsoft Corporation [MSFT]) de una "fiesta exclusiva posterior" con "mucha comida, bebida y buena música", el evento en sí era en gran parte un negocio. Una mesa especial creada para los jugadores de Pokémon Go quedó vacía, mientras los asistentes se alinearon en las mesas de la compañía para hablar con los reclutadores.
Dropbox se posicionó favorablemente entre las mesas de ping pong y de futbolín. Palantir estuvo, muy apropiadamente, escondido en un rincón oscuro.
Mark Davis, director senior de ingeniería de software de GE Digital, bromeó:
"Somos los chicos junto a los que habéis pasado de camino a Snapchat. Somos también los que podrían comprar Snapchat y ni siquiera avisar en la hoja de trabajo".
Google – que normalmente consideran que tiene las prácticas y empleadores más prestigiosos – tenía más bienes raíces que nadie.
"La única cosa que puedo decir es que tienen el patio exterior con churros gratis", dijo un becario de Google sobre el orden jerárquico.
Los asistentes recibieron una charla especial sobre "tonterías que nadie te cuenta" de Michael Callahan, de 32 años de edad, director ejecutivo de AfterSchool, una red social para adolescentes.
Después de explicar que la universidad no prepararía a los estudiantes para empleos relacionados con la tecnología debido a los "viejos maestros", Callahan preguntó cuántos de los asistentes pasaban sus noches de los viernes como lo había hecho él, trabajando en la biblioteca.
"Esto es extraño, y espero que mis palabras no suenen racistas, pero a excepción de mí y los asiáticos en la biblioteca no había nadie el viernes por la noche".
Un becario se atrevió a hacerle una pregunta:
"¿En qué punto cree usted que es el momento adecuado para empezar a centrarse en otras cosas de la vida para que cuando tengas 80 años no sientas que te has perdido muchas cosas?"
Rabois respondió mediante la comparación con gimnastas de élite que deben dejar la escuela y los amigos cuando son adolescentes con el fin de llegar a los Juegos Olímpicos.
Tal trabajo fue clave para su éxito, dijo Callahan, antes de explicar que el éxito se definía como el dinero, reputación y felicidad. La felicidad se podía obtener disfrutando de tu trabajo en una empresa que te guste. La reputación era fácil si trabajabas para una empresa como Google. Sin embargo, el asunto del dinero era un poco más complicado.
"Nunca os haréis ricos si os unís a una empresa como el empleado número 1.702", advirtió.
Callahan terminó su discurso con una cita de Martin Luther King Jr, que dijo que usaba en su firma de correo electrónico.
De todas las lecciones que los becarios aprenden en Silicon Valley, una de las más comunes era una fuerte aversión a ser citado hablando de sus empresas en los medios de comunicación. Poco después de la concesión de una entrevista oficial sobre sus prácticas y educación, una becaria de Apple buscó al periodista, exigió que se retirara la entrevista y se entregaran las notas que este había realizado, y luego llamó a un abogado para discutir sus derechos legales en el situación.
¿Las palabras en cuestión?
"Estamos especialmente entrenados en todo tipo de confidencialidad" dijo la becaria de Apple. Cuando se le preguntó sobre qué implicaban las prácticas, ella respondió: "No puedo hablar de eso tampoco".