El intento de golpe le permitirá a Erdogan planificar una “nueva Turquía”
AP Photo/Emrah Gurel
Página principal Análisis, Turquía

Bloomberg: El golpe de Estado fallido del pasado viernes, que el presidente turco ha llamado el “regalo de Dios”, le ofrece muchas oportunidades interesantes.

El presidente Recep Tayyip Erdogan prometió “una nueva Turquía” tras el golpe de Estado fallido del viernes. Su forma ya estaba empezando a surgir, pero el intento de golpe de aficionados, al que Erdogan ha llamado “un regalo de Dios”, le da las herramientas adicionales para poner en práctica sus planes.

Ha dejado claro que el país que planea sería diferente en dos áreas clave: el poder se concentraría en manos del presidente, y las viejas élites seculares tendrían un papel político menor. Si los mercados de ultramar cooperarán o no siendo una gran pregunta, dado que Turquía tiene una de las mayores déficits de cuenta corriente entre los países del G20.

Gary Greenberg, gestor principal para los mercados emergentes de Hermes Asset Management en Londres, comenta:

“El legado de una sociedad plural, laica y moderna parece estar desapareciendo, sustituido por lo que, cada vez más, parece ser una democracia de un solo partido”.

La historia de la vieja Turquía es bien conocida: los secularistas dirigían el estado y los militares intervenían de vez en cuando para reducir el tamaño de la mayoría conservadora religiosa cuando ganó demasiado poder electoral.

El intento de golpe del viernes ha mostrado un país muy diferente, señalan los analistas, donde los conservadores religiosos no sólo son el objetivo del golpe de Estado, sino también los presuntos conspiradores. Con los secularistas aparentemente al margen, Erdogan ahora parece ver su principal amenaza en un antiguo aliado: el líder religioso estadounidense Fethullah Gulen.

“Estructura paralela”

 El intento de golpe le permitirá a Erdogan planificar una “nueva Turquía”
AP Photo/Selahattin Sevi, File

Inmediatamente después del intento de golpe de Estado, Erdogan acusó a la “estructura paralela” – una referencia a Gulen y sus seguidores – de instigar el mismo. El Partido Republicano del Pueblo secularista condenó la intervención de los militares. El grupo de medios Dogan, la bestia negra secularista de Erdogan durante muchos años, lo puso en televisión (usando Facetime) para que el país supiera que todavía estaba en el poder.

Pocas horas después del golpe fallido, 2.800 soldados y oficiales habían sido detenidos. El domingo, Erdogan se comprometió a limpiar el país del “virus gulenista”. A su vez, este ha negado cualquier implicación, acusando a Erdogan de organizar el golpe él mismo.

Ahora Erdogan parece estar preparado para ejercer un control total sobre las instituciones del Estado y de cambiar el sistema político híbrido de Turquía, concentrando el poder en la presidencia, en lugar del Parlamento.

Lo ayudará la ola de apoyo que ha producido el intento de golpe de Estado por parte de ardientes seguidores. La noche del viernes fueron llevados a las calles por Muezzin, quien llamó sin parar desde los minaretes en todo el país. Eso alentó a la juventud islamista a salir, dándole a la oposición al golpe un matiz religioso. Los secularistas se quedaron en sus casas.

“No es nuestra guerra”

Un ejecutivo de publicidad de Estambul, que pidió no ser nombrado, declaró:

“No voy a correr delante de un tanque para proteger a Erdogan. Los turcos con valores occidentales no tomamos partido en este país. Lo que sucedió no fue nuestra guerra”.

El domingo, los partidarios de Erdogan se presentaron en el distrito conservador de Fatih en Estambul para escuchar un discurso del presidente, rodeado de ayudantes e imanes con turbante. “Queremos la pena de muerte”, gritaba la multitud. La celebración se pudo oír en todo Estambul hasta altas horas de la noche, mientras que decenas de miles obedecían su petición de velar las calles y plazas.

Ese fervor ya le ha dado a Erdogan los medios para purgar el sistema judicial, sin tener que proporcionar evidencia de mala conducta individual. El domingo, más de 6.000 personas habían sido detenidas, según el ministro de Justicia Bekir Bozdag, añadiendo que el número aumentaría. Entre los detenidos hay 2.700 jueces.

Erdogan parece querer mantener el celo público vivo. En Fatih también les dijo a sus seguidores que “llenaran las plazas. Esta no es una situación para dejarla pasar. Esta no es simplemente una operación de 12 horas. Vamos a seguir con determinación”.

Naunihal Singh, autor de “Seizing power: The Strategic Logic of Military Coups” (Toma del poder: La lógica estratégica de los golpes de Estado militares), y profesor asistente en la Escuela de Guerra Aérea de Montgomery, Alabama, dice:

“Suena como si estuviera intentando crear la movilización para darle forma al mundo posterior al golpe de Estado”.

“Un juego muy arriesgado”

 El intento de golpe le permitirá a Erdogan planificar una “nueva Turquía”
Reuters

Singh también dijo que la purga masiva de Erdogan constituye “un juego muy arriesgado” porque “crea disturbios civiles y militares, especialmente si sienten que se están enfrentando a una violencia colectiva física. Es un servicio militar obligatorio, por lo que estos son ciudadanos turcos medios, y están recibiendo una paliza”.

El siguiente asunto a tratar será imponer un cambio constitucional que transferir los poderes del parlamento a la presidencia, dice Attila Yesilada, consultor financiero que trabaja en Estambul. Eso es algo que Erdogan ha estado intentando hacer desde que se convirtió en presidente en 2014, pero ha sido incapaz de llevar a cabo puesto que no tiene los votos necesarios en el parlamento. Yesilada dice:

“Espero que le presente al parlamento un hecho consumado: o bien aceptar un referéndum sobre la reforma constitucional, o pedir elecciones anticipadas”.

Dada la simpatía de la tentativa de golpe de Estado y la creciente debilidad electoral de los dos partidos de la oposición – el Partido del Movimiento Nacionalista y el Partido Democrático de los Pueblos Kurdo – Erdogan ahora podía aspirar a ganar la súper mayoría parlamentaria que necesita.

El grado de ambición de Erdogan ha sido claro al menos desde 2011. Hizo campaña entonces en una plataforma para transformar el país, en parte, a través de una serie de proyectos de construcción masiva en 2023, el aniversario número 100 de la fundación de la Turquía moderna por parte de Mustafa Kemal Ataturk.

“Generaciones Pías”

Erdogan se comprometió a crear generaciones piadosas", revirtiendo la misión de Ataturk de secularizar Turquía. Erdogan ha aumentado dramáticamente el número de escuelas religiosas en el país y ampliado la educación religiosa en las escuelas secundarias ordinarias. Esto ha dado lugar a temores entre algunas personas de que Erdogan quiere crear una república islámica, algo que siempre ha negado.

Entre los objetivos para 2023 de Erdogan estaba convertir Turquía en una de las 10 principales economías del mundo, con un producto interior bruto de 2 billones de dólares (a partir de 720 mil millones de ahora). Una desaceleración de la economía, la burocracia y controles judiciales masivos, y los equilibrios en cuestiones como el impacto ambiental han frustrado esas metas. Yesilada comenta al respecto:

“Desde el punto de vista de Erdogan, si pudiera tener control sobre las instituciones judiciales y económicas, sería capaz de arreglar la economía e invertir en los proyectos que desea”.

A raíz de los dramáticos acontecimientos del viernes, parece estar más cerca de asegurar ese control.

Fuente: Bloomberg

Lea también:
Por favor, describa el error
Cerrar