Desde Riad hasta Moscú - las autoridades públicas y los servicios de seguridad se enfrentan a la amenaza de Pokémon GO.
Pokémon GO, el popular juego de realidad aumentada para smartphone, ha llegado de forma oficial a 26 países más esta semana, incluso a pesar de que algunas autoridades de seguridad y religiosas de todo el mundo hayan mostrado su preocupación.
En Arabia Saudí, los clérigos renovaron una fatwa existente contra Pokémon, calificando el juego como "antiislámico".
Bosnia ha advertido a los jugadores que se abstengan de perseguir estas criaturas en las minas terrestres abandonadas desde la década de 1990.
Un funcionario de comunicaciones de Egipto dijo que el juego debería ser prohibido porque compartir fotos o vídeos de sitios especialmente protegidos podría ser peligroso.
Las autoridades rusas también han advertido a sus ciudadanos diciendo que "las consecuencias serían irreversibles" si los jugadores de Pokémon siguen haciendo lo que les plazca.
El juego hace que sus usuarios tengan que ir "vagando por el mundo", entrando en lugares que normalmente no visitarían y apuntando con las cámaras de sus smartphones a edificios y lugares históricos.
El juego suponerpone un mundo digital de criaturas en el mundo real, PokéStops y otras características. Los jugadores capturan diferentes Pokémons y luego los utilizan para combatir en equipos para conseguir el control de unos sitios conocidos como gimnasios.
"Se pueden encontrar Pokémons en todos los rincones de la tierra", según indica la aplicación a los usuarios cuando estos descargan el juego.
Y ese es precisamente el problema.
"Pokémon GO es la última herramienta utilizada por las agencias de espionaje. Se trata de una aplicación despreciable que trata de infiltrarse en nuestras comunidades fingiendo ser un juego de entretenimiento", dijo Hamdi Bakheet, miembro del comité egipcio de defensa y seguridad nacional del Parlamento, según un informe de la cadena de televisión Al Jazeera.
Páginas webs rusas también han publicado artículos afirmando que el juego es una estratagema de la CIA. Por su parte, diversas autoridades religiosas también han denunciado el juego.
"Esto huele a Satanismo," dijo un líder cosaco a medios locales. El secretario de prensa del Kremlin advirtió a los usuarios que no deben visitar el Kremlin para cazar Pokémons. Se ha llegado incluso a hablar de penas de cárcel para quienes busquen Pokémons en iglesias.
Kuwait prohibió el uso de la aplicación en los edificios gubernamentales, y las autoridades han advertido que el juego podría poner en peligro los datos personales de los usuarios pudiendo ser incluso utilizados por los delincuentes para atraer a las víctimas a lugares aislados.
Las autoridades indonesias también han calificado al juego como una amenaza a la seguridad nacional que podría permitir a sus enemigos acceder a instalaciones militares así como a información confidencial. El lunes por la noche, un ciudadano francés que trabaja en Indonesia fue detenido después de encontrarse por accidente con una base militar en el oeste de la provincia de Java mientras buscaba Pokémons.
Las autoridades israelíes ha advertido a sus soldados que no utilicen el juego en sus bases, ya que este podría revelar su ubicación.
El gobierno de Corea del Sur ya restringe Google Maps por razones de seguridad, por lo que Pokémon GO - que utiliza los datos para rellenar sus propios mapas - no funcionaría de todas formas. Sin embargo, parece que la aplicación funciona en una pequeña ciudad costera cerca de la frontera con Corea del Norte – y todos los días no dejan de llegar autobuses repletos de gente para jugar.
La aplicación utiliza funciones de geolocalización y tiene acceso a la cámara del teléfono. Normalmente, los usuarios inician sesión con una cuenta de Google. Una primera versión proporcionaba al juego pleno acceso a las cuentas de Google de algunos usuarios, pero la compañía dijo que se trataba de un error subsanado en una actualización posterior.
Desde el lanzamiento del juego el 6 de julio, este ha ganado millones de usuarios en todo el mundo, incluyendo algunos que ya habían sido noticia debido a sus cuestionables decisiones de jugar en Auschwitz, el cementerio de Arlington y el monumento al 11S en la ciudad de Nueva York.
Una portavoz de Niantic ha negado las acusaciones de que el juego sea una herramienta de espionaje, y ha dicho que la compañía pide a todos los usuarios "que cumplan las leyes locales y respeten tanto los lugares que visiten como las personas con las que se encuentren mientras buscan Pokémons".
Algunos líderes también han sucumbido a la moda. Reuven Rivlin, el presidente de Israel, publicó una foto en Facebook de un Pokémon en su oficina con la leyenda "¡Que alguien llame a seguridad!"
El juego también está siendo utilizado con fines políticos. Muchos usuarios de Twitter han compartido lo que pretende ser una imagen de un Pikachu muerto en medio de los escombros en Gaza.