Después de la tormenta provocada por los comentarios del multimillonario sobre el discurso los padres de un capitán del ejército asesinado por un terrorista suicida en Irak; el hecho de que sus benefactores le estén abandonando; y que el propio candidato esté diciendo que las elecciones estarán amañadas, nos surge una pregunta razonable: ¿Es Trump capaz de abandonar la carrera presidencial?
Claro, tan solo estamos en agosto, y la guerra de trincheras para la presidencia no suele empezar hasta después del Día del Trabajo, pero esta vez - como ya se ha repetido hasta la saciedad - es diferente.
Basta con mirar a los problemas de Trump
Su reacción exagerada en la Convención Nacional Democrática al discurso del padre del capitán Humayun Khan - denunciando a Trump por sus planes para prohibir la entrada a EE. UU. de los musulmanes de ciertos países - ha llevado a que muchos importantes republicanos le retiren su apoyo. Los senadores John McCain y Lindsay Graham han sido especialmente críticos. Además, un congresista republicano de Nueva York dijo que iba a votar a Hillary Clinton, y un estratega político de reputación dijo que iba a abandonar el partido hasta que recupere la cordura. El miércoles pasado los Veteranos de Guerras Extranjeras (VFW) emitieron un comunicado afirmando que están consternados por cómo Trump trató a Khizr Khan y a su esposa Ghazala Khan.
Los miembros más adinerados del Partido Republicano, Charles y David Koch, que en otro momento se habían comprometido a gastar 800 millones de dólares en la campaña, parecen haber cambiado de opinión recientemente.
Según los sondeos, Hillary Clinton ha ganado entre 3 y 13 puntos después de la convención de su partido, y los expertos de la página web FiveThirtyEight creen que Clinton tienen un 66,1% de posibilidades de ganar las elecciones, frente al 33,9% de Trump.
En un mitin que tuvo lugar en Ohio el lunes, Trump dijo a sus seguidores que todo se decidirá en las elecciones de noviembre. Sin embargo, lleva todo el año diciendo que el sistema electoral es corrupto.
"THE SYSTEM IS RIGGED!"
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 3 de julio de 2016
Entonces, ¿qué pasaría si Trump abandona la carrera presidencial y vuelve a su torre en la Quinta Avenida para preparar su próximo reality show y publicar tuits envenenados sobre cómo se siente?
De acuerdo con la Regla 9 - Cubrir las Vacantes en las Nominaciones"- de la normativa del Partido Republicano:
- "(a) El Comité Nacional Republicano está autorizado y facultado para cubrir cualquier vacante que pueda aparecer por causa de muerte, abandono, o cualquier otra razón del candidato republicano a presidente de Estados Unidos nominado por la convención nacional, o el Comité Nacional Republicano puede convocar de nuevo la convención nacional con el fin de cubrir esas vacantes".
- "(b) En virtud de esta regla, los miembros del Comité Nacional Republicano que representen a cualquier estado tendrán derecho a emitir el mismo número de votos que dicho Estado tiene derecho a emitir en la convención nacional".
- "(c) En el caso de que los miembros del Comité Nacional Republicano de cualquier estado no estén de acuerdo en el voto, los votos de dicho estado se dividirán por igual, incluyendo fracciones de voto, entre los miembros presentes del Comité Republicano Nacional o votando por delegación".
- "(d) Ningún candidato será elegido para cubrir una vacante a no ser que haya recibido la mayoría de los votos emitidos".
En otras palabras, el Partido Republicano podría convocar otra convención (algo poco probable), o podría pedir a los delegados estatales que vuelvan a votar. El partido ha debatido internamente si los delegados pueden verse "obligados" a dar su apoyo a un candidato, pero según la Regla 16, de hecho lo están.
Lo que no está claro es si los delegados que elijan a un sustituto para Trump estarían obligados a dar su apoyo a cualquiera de los candidatos. Tampoco está claro cómo sería la nominación de un sustituto.
Pero si Trump acaba retirando su candidatura, lo más seguro es que el presidente de la Cámara, Paul Ryan, sería elegido como el nuevo candidato del partido por cinco razones:
- Atraería el dinero de todos los benefactores que Trump no ha logrado atraer.
- Ya ha hecho esto antes como compañero de Mitt Romney a la vicepresidencia.
- Tiene una agenda clara.
- Es joven, elocuente, honesto, telegénico y aparentemente no está involucrado en ningún escándalo.
- Y lo más importante de todo, podría ganar.