Hillary Clinton está preocupada por la intervención del gobierno de Vladimir Putin en las elecciones de Estados Unidos.
El lunes, Hillary Clinton, manifestó una "gran" preocupación por la aparente manipulación por parte de Rusia de las elecciones de Estados Unidos, insinuando que Vladimir Putin y Rusia están haciendo todo lo posible para que Donald Trump sea elegido presidente.
Durante el vuelo inaugural de su avión de campaña Boeing 737, la candidata demócrata declaró a la prensa:
"Estoy realmente preocupada por las informaciones fidedignas acerca de la interferencia del gobierno ruso en nuestras elecciones. El hecho de que nuestros profesionales de los servicios de inteligencia estén estudiando este asunto y tomándolo en serio, plantea algunas cuestiones serias acerca de la posible interferencia de Rusia en nuestro proceso electoral".
Después de más de un mes sin aparecer públicamente, la postura agresiva de Clinton hacia Rusia fue parte de una vuelta a la campaña electoral el Día del Trabajo .
No estaba sola: El avión de Trump, así como el avión de Mike Pence, ya estaban acaparando la pista de despegue de Cleveland cuando el Boeing azul de Clinton, con el logotipo "H" estampado en las puntas de sus alas y en su cola, aterrizó.
Encabezando dos mítines en dos estados – y haciendo campaña con una tos seca causada, según ella, por sus alergias estacionales – Clinton también intentó un acercamiento con la prensa. Durante más de 20 minutos, contestó a las preguntas de los periodistas a bordo de su avión, poniendo fin a un estancamiento de 275 días durante el cual se negó a convocar una conferencia de prensa.
Mientras volaba de Cleveland a la zona fronteriza de Iowa -Illinois para el Homenaje Anual del Día del Trabajador, Clinton dijo a unos 40 periodistas que viajaban con ella que no tenía precedentes de que Rusia estuviera involucrada en el proceso electoral – o en el hackeo del Comité Nacional Demócrata que se dio a conocer en julio .
"Nunca un candidato de uno de nuestros principales partidos ha instado a Rusia a hackear", afirmó. En julio, Trump estuvo alentando a Rusia para encontrar y hacer públicos los correos electrónicos que fueron borrados del servidor privado que Clinton mantenía en el Departamento de Estado.
Cuando se le insistió sobre si creía que los rusos estaban haciendo todo lo posible por hacer que Trump sea el candidato elegido para presidir la Casa Blanca, Clinton tomó una larga pausa antes de responder y luego admitió:
"Creo que es bastante curioso que este hecho haya sucedido en la época en la que Trump se convirtió en candidato".
Los comentarios de Clinton sobre un escándalo de hackeo que amenazó con interferir en la Convención Nacional Demócrata en julio – y provocó la dimisión de la presidenta del Comité Nacional Demócrata, Debbie Wasserman Schultz – sirvieron para recordar cuánto tiempo ha pasado desde que intervino en los últimos actos diarios de la campaña.
En el avión y fuera, Clinton parecía estar recuperando el tiempo perdido.
En un mitin en un barrio afroamericano en la zona este de Cleveland, Clinton intervino por primera vez para hablar sobre el viaje de Trump a México la semana pasada, donde se reunió con el presidente Enrique Peña Nieto. Lo llamó "un incidente internacional vergonzoso ", después de que ambos líderes no fueran capaces de ponerse de acuerdo sobre si habían hablado o no acerca del pago por parte de México de un muro fronterizo.
Clinton también señaló que Trump "incluso inició una disputa en Twitter con el presidente de México" y después continuó la visita pronunciando "el discurso más extremista y lleno de odio que ha realizado hasta ahora" sobre la inmigración. "Ni siquiera puede ir a un país extranjero, sin entrar en un enfrentamiento público con el presidente", afirmó Clinton. Hasta el lunes, la única reacción al incidente de Trump en México había venido de una declaración de su jefe de campaña.
A bordo del avión, Clinton reconoció que estaba "muy sorprendida" por la revelación de una contribución política que la fundación de Trump había realizado al fiscal general de Florida, quien puso fin repentinamente a una investigación sobre la Universidad Trump.
La semana pasada, The Washington Post anunció que Trump pagó una multa de 2.500 dólares a Hacienda por las donaciones de campaña que violaron la legislación fiscal.
Clinton se mostró menos entusiasta cuando se le insistió sobre el conflicto de intereses en cuestiones que afectan a la fundación de su propia familia. Se negó a decir si Chelsea Clinton debería continuar teniendo un papel en el consejo si ella es elegida presidenta.
Pero desde el aterrizaje de por la mañana en Westchester, Nueva York , cerca de su casa en Chappaqua, hasta por la tarde en la zona de Quad Cities, Clinton pareció entender la necesidad de pasar página con la prensa.
Mientras se dirigía a la parte trasera del avión, colocándose en la puerta que separa a la prensa del Servicio Secreto y las secciones para el personal del avión, Clinton dijo:
"Estaba esperando este momento. Estoy muy emocionada, de verdad. Quería darles la bienvenida en el avión. Creo que es estupendo, ¿no?"
Hubo un momento en que la muy esperada rueda de prensa de Clinton se vio interrumpida por un ataque de tos. Pero siguió a bordo para terminar de responder a las preguntas después de que el avión aterrizara en Illinois.
Clinton, que ha sido criticada por hacer de la elecciones un referéndum sobre Trump en lugar de ofrecer una visión positiva de su propia campaña, en ambas paradas promocionó su nuevo libro de campaña “Stronger Together” (Juntos más fuertes), que será publicado el martes y presentó toda sus propuestas políticas para el futuro del país. Clinton dijo:
“He oído ahora que tenemos este gran avión, que Donald Trump invitó a la prensa a su avión, donde me han dicho que incluso respondió a algunas preguntas. Así que, siguiendo mi ejemplo como lo hizo él, espero que siga así y publique sus declaraciones fiscales. Esa sería la mejor manera de demostrar su compromiso con el nivel de divulgación esperado de un candidato a la presidencia”.
Clinton tenía previsto viajar a Tampa hoy martes, otro estado decisivo.
“Espero que estén preparados”, dijo sobre el empuje final de campaña. “Yo estoy más que lista”.