La economía de los mafiosos
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La Camorra italiana tiene la misma estructura que una empresa, con diferentes niveles de poder. Y la verdad, es que saben llevar bien los negocios.

Las familias del crimen de Nápoles son extraordinariamente buenas en los negocios.

Una manera fácil de animar la cena es preguntar a los demás cuál es su película o serie de crimen favorita. ¿Es "The Wire", con su intrincado retrato de los bajos fondos de Baltimore? ¿O "Los Soprano"? ¿O tal vez "Breaking Bad"? Ahora hay un nuevo competidor por el premio: "Gomorra", un drama sobre una serie de bandas italianas conocidas como la Camorra que llevan un imperio criminal desde su base en Nápoles.

"Gomorra" es la serie de la televisión italiana más comentada desde su lanzamiento hace dos años. Se ha vendido en 50 países y el primer episodio fue estrenado esta semana en el canal americano Sundance TV. La serie es mucho más oscura que las tres anteriores. Los gangsters no son monstruos adorables como Tony Soprano, son eso, simplemente monstruos. Es más realista. El autor del libro que ha inspirado la serie, Roberto Saviano, lleva escondido desde que la Camorra emitiera una orden de ejecución contra él en 2006. El rodaje de la serie en los barrios napolitanos se vio interrumpido por la violencia en la zona.

Una de las cosas más llamativas de la Camorra es lo bien que llevan los negocios. Han tomado el relevo de la mafia siciliana hasta convertirse en el sindicato del crimen más importante de Italia, debido en parte a la decisión de Italia de acabar con la Cosa Nostra a mediados de la década de 1990. Su estrategia de centrarse en las drogas, en particular la cocaína, también ha dado sus frutos. El grupo gestiona gran parte del comercio de drogas de Europa, incluyendo el mayor mercado de drogas al aire libre del continente en Secondigliano, en el noreste de Nápoles.

El sindicato parece estar organizado como una empresa normal y corriente, con diferentes niveles de poder. Existe un nivel más alto de altos directivos que determinan la estrategia y asignan los recursos; un segundo nivel de mandos intermedios que compran y procesan el producto; un tercer nivel de jefes de ventas que coordinan la distribución; y un cuarto nivel de vendedores ambulantes que entregan el producto directamente a los clientes.

El grupo emplea todos los métodos usuales de gestión de la cadena de suministro. La organización obtiene la droga de todas las partes del mundo (cocaína de América Latina, heroína de Afganistán y hachís del norte de África) y se asegura de contar con alternativas en el caso de que tengan problemas.

Hay algunas cosas que hacen extraordinariamente bien. Gracias a las alianzas con cerca de 115 bandas, con alrededor de 500 miembros cada una y numerosos asociados, son capaces de cambiar de una línea de negocio a otra en un abrir y cerrar de ojos. Son los mejores cuando se trata de renovar talento e ideas. Cuando es necesario, no dudan en reemplazar a las personas de más edad para introducir una nueva generación.

Paolo Di Lauro, el exjefe de uno de los clanes más poderosos, y el modelo de Don Pedro en "Gomorra", es sin duda uno de los empresarios más innovadores que ha visto Italia en los últimos años (lleva en confinamiento solitario desde 2005 en una prisión de máxima seguridad).

Además de coordinar el tráfico de drogas con Colombia, diseñó el sistema de franquicia del grupo, según el cual los distribuidores son considerados como franquiciados responsables de su propio territorio y no como simples empleados. Eso les da un incentivo para reclutar a más personas, así como para cambiar de productos.

La Camorra modificó ligeramente las técnicas de gestión estándar. Son expertos en la creación de equipos. Los nuevos reclutas se inician con ceremonias cuasi-religiosas. Los que destacan reciben apodos entrañables como Carlucciello ‘o mangiavatt ("pequeño Charles el come gatos") o Urpacchiello (una fusta hecha de pene de burro seca).

Cuidan de los familiares de los trabajadores que mueren en el trabajo. Los gangsters conocidos como el "submarino" entregan los viernes dinero y víveres a las familias de las víctimas. Los esfuerzos del grupo por cuidar de los suyos dan sus frutos. La población local siempre se pone del lado de los mafiosos durante las redadas policiales, formando barricadas humanas, enfrentándose a los agentes e incendiando sus coches.

Sin embargo, no todo es tan bueno como parece. Saviano calcula que las bandas fueron responsables de 3.600 muertes entre 1979 (cuando él nació) y 2006 (cuando publicó su libro). También son responsables de un amplio círculo de devastación económica. El comercio de drogas también arruina vidas. Nápoles, una de las ciudades más agradables de Italia, sería una mayor atracción turística si no fuera por su reputación de ciudad violenta debido al crimen.

Son más grandes que la industria del acero de EE. UU. La Camorra paga un alto precio también. Los soldados de la calle viven vidas miserables, suelen acabar muertos, heridos o en la cárcel antes de alcanzar la edad madura. Los dirigentes están constantemente en guardia ya que temen ser detenidos o atacados por sus rivales. Muchos de ellos viven en la clandestinidad permanente, ya sea en áticos o en complejos subterráneos.

El negocio de Di Lauro generaba unos ingresos de 200 millones de euros (250 millones de dólares) al año, pero la verdad es que no tenía una vida de lujo: estaba recluido, protegido por persianas de acero y puertas blindadas.

No obstante, el sindicato sigue aumentando de tamaño, en parte porque la recompensa es enorme y también por la falta de alternativas.

La economía de Italia lleva estancada más de una década. El país ocupa el número 45 en la tabla de facilidad para hacer negocios del Banco Mundial, tabla en la que el sur del país ocupa un lugar particularmente hostil para las empresas. El 22 de agosto los jefes de las tres mayores economías de la zona euro: Angela Merkel, de Alemania, François Hollande, de Francia, y Matteo Renzi, de Italia, se reunieron en una isla frente a la costa de Nápoles para hablar sobre el relanzamiento del proyecto europeo. Para tener éxito, cualquier plan debe facilitar la creación de empresas legales.

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