Mariano Rajoy se enfrenta a una oposición sin precedentes
Chema Moya/Reuters
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Cuando el superviviente político conservador Mariano Rajoy tome el control de España una vez más esta semana se enfrentará a una oposición sin precedentes, ya que tendrá que lidiar con difíciles reformas económicas y el resurgimiento del separatismo catalán.

El nombramiento de Rajoy se ha formalizado con un decreto real del rey Felipe VI tras haber ganado un voto de confianza en el Parlamento el sábado – que solo fue posible gracias a que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) decidió abstenerse y no votar en su contra.

Rajoy jura el cargo como presidente del gobierno

El presidente, de 61 años de edad, ha estado al frente de un gobierno provisional sin plenos poderes durante los últimos 11 meses tras las elecciones no concluyentes en diciembre de 2015, en las cuales el Partido Popular (PP) perdió la mayoría absoluta a pesar de quedar en primer lugar. En unas nuevas elecciones en junio, una vez más no consiguió una mayoría absoluta.

Se espera que designe a su nuevo gabinete el jueves después de presentar un presupuesto ante el Parlamento para su aprobación tras un retraso de varios meses – una tarea difícil dado que cuenta con los votos de solo 137 de los 350 legisladores del Congreso de Diputados.

Si Rajoy consigue convencer a suficientes parlamentarios para que apoyen – o no se opongan– a sus planes impositivos y de gastos, tendrá que enfrentarse al escrutinio de la Unión Europea que querrá saber cómo el país va a reducir su déficit estructural a menos del 3% del PIB para 2017.

Sin embargo, puede resultar imposible para Rajoy garantizar el suficiente apoyo parlamentario mientras cumple las condiciones establecidas por Bruselas.

Para disminuir el déficit Rajoy tendría que reducir el gasto en 5,5 mil millones de euros, causando la indignación de la izquierda de cuyo apoyo puede depender para conseguir que el presupuesto sea aprobado, o subir los impuestos, una medida que podría atraer la ira del mundo de los negocios y poner en peligro las inversiones.

España tiene la segunda tasa de desempleo más alta de la Unión Europea – en segundo lugar está Grecia – con un 18,9%, lo que junto con una crisis de las pensiones exacerbada por una población que envejece, pone en peligro los frágiles repuntes de crecimiento del país.

Su mejor esperanza sería la de atraer el apoyo de los 32 diputados de Ciudadanos.

Además de la economía, Rajoy se verá obligado a llegar a un entendimiento sobre el espinoso asunto de Cataluña, la rica región noreste de España donde un movimiento de independencia se aceleró desde que Rajoy llegó al poder en 2011, según el profesor de derecho constitucional Javier Pérez Royo.

Un columnista ha argumentado en el diario de derecha La Razón que "es necesario un acuerdo entre el PSOE y el PP" en relación con los problemas urgentes, no económicos, a los que se enfrenta España – como el de Cataluña.

El presidente catalán Carles Puigdemont ha prometido seguir adelante con un referéndum de independencia el próximo año si Madrid se niega a negociar.

"Mientras la cuestión catalana no se resuelve, tendremos un tema espinoso", dijo Royo quien añadió que la cuestión ha dividido a la izquierda tanto que ha sido incapaz de unirse para arrebatarle el poder a Rajoy.

El partido de extrema izquierda Podemos ha afirmado que apoya un referéndum sobre la independencia catalana mientras que el PSOE se opone al mismo.

"Los nacionalistas serán la clave para gobernar", según el sociólogo Narciso Michavila que anteriormente fue asesor de Rajoy. Los partidos nacionalistas, junto con los independentistas, cuentan con 30 escaños en el Parlamento, los suficientes para bloquear las leyes en caso de márgenes muy estrechos.

Para resolver el problema catalán, el PSOE ha pedido la reforma de la constitución de España para adoptar un sistema más federal.

Sin embargo, cambiar la ley fundamental del país podría llegar a ser una batalla difícil – el documento solo ha sido modificado dos veces desde que se aprobó en 1978 y las modificaciones requieren el apoyo de dos tercios de los legisladores. El asesor jurídico Royo afirmó: "Dada la situación, no ocurrirá nada".

En cuanto a los principales problemas que afronta España como se desprende de años de incertidumbre económica y política, Rajoy necesitará un homólogo solvente en el PSOE para negociar compromisos y garantizar su apoyo.

Pero los socialistas, que cuentan con 85 escaños en el Parlamento, entraron en un desorden al comienzo de octubre, cuando su líder Pedro Sánchez fue destituido.

No obstante, el domingo Sánchez declaró que trataría de volver al frente del partido y también buscaría un acercamiento con Podemos. Cuando se le preguntó en una entrevista de televisión si se presentaría al próximo congreso del partido, Sánchez afirmó:

"Tengo el deseo, la voluntad y la fortaleza para hacerlo".

El PSOE optó por dejar que su archirrival gobierne en lugar de arriesgarse a sufrir una derrota electoral en las terceras elecciones en un año, en un país ya cansado de ir a las urnas.

Rajoy reflejó bien la situación cuando tuiteó tras el voto del parlamento el sábado por la noche:

"Tenemos mucho trabajo por hacer".

Fuente: Independent

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