¿Cuáles son las probabilidades de que los ataques en la red contra el director ejecutivo de Tesla sean de sus rivales comerciales?
El 2 de septiembre, la revista conservadora Federalist publicó un artículo titulado "Elon Musk sigue malgastando el dinero de los contribuyentes con el Falcon 9". El autor fue identificado como Shepard Stewart. Dos días antes, el artículo de Shepard apareció en un artículo del sitio web LibertarianRepublictitulado "Así es cómo Elon Musk robó 5.000 millones de dólares a los contribuyentes". Dos días antes de eso, el sitio web LibertyConservative publicó un artículo de Stewart titulado "Elon Musk: Falso vendedor y Deshonra Nacional".
Lo curioso, sin embargo, es que Shepard Stewart no es una persona real. "Definitivamente no existe", dice GavinWax, editor en jefe del Liberty Conservative. “Ha desaparecido por completo después de que hayamos publicado su artículo”. Wax descubrió que "Stewart" utiliza una fotografía que parece ser una versión modificada de una instantánea de un exempleado de Twitter conseguida a través LinkedIn.
Musk es objetivo de un número inusualmente grande y variado de ataques encubiertos en internet, incluyendo falsos artículos de opinión, sitios web con misteriosos patrocinadores y personas que se esconden tras un alias. Sarah O'Brien, portavoz de Tesla (NASDAQ: Tesla Motors [TSLA]), el fabricante de coches eléctricos cofundado y dirigido por Elon Musk, dice:
"Estas son las herramientas que utilizan las personas que no pueden probar sus afirmaciones".
Musk inspira una fuerte admiración y también muchas críticas por sus empresas: Tesla; SolarCity (NASDAQ: SCTY), un instalador de paneles solares cofundado por Musk; y Space Exploration Technologies, más conocida como SpaceX, una empresa de cohetes fundada y dirigida por él mismo. El 17 de noviembre, los accionistas aprobaron la adquisición de SolarCity por parte de Tesla por 2.000 millones de dólares.
Estos diversos intereses comerciales significan que Musk cuenta con numerosos rivales. "Parece que hay mucha gente en la que no despierta demasiada simpatía", dice Brian Walsh, socio de RokkSolutions, una firma de comunicaciones de Washington, D.C.
Walsh señala que las compañías de carbón y de servicios públicos se sienten incómodas con SolarCity y los fabricantes de automóviles y distribuidores están preocupados por Tesla. Esta primavera, la firma de Walsh trabajó para United Launch Alliance, una empresa conjunta de Boeing (LSE: BAE Systems [BA]) y Lockheed Martin (NYSE: Lockheed Martin Corporation [LMT]), y ayudó a persuadir al Congreso para que ULA comprara motores de cohetes rusos, a pesar de las objeciones de SpaceX.
Durante la lucha de presión, un sitio web llamado Who Is Elon Musk? (¿Quién es Elon Musk?) mantuvo un ritmo constante de críticas a SpaceX, así como a otras empresas de Musk. Un video en el sitio, titulado American Swindler: The Elon Musk Story (El estafador estadounidense: Historia de Elon Musk), lo acusa de “llenar los bolsillos de los políticos demócratas y republicanos con millones de dólares en donaciones”. (Musk le ha entregado alrededor de 515.000 $ a políticos y grupos políticos desde 2003, según el Centro de Política Responsiva, un grupo de investigación sin fines de lucro).
“No fuimos nosotros”, dice Walsh con respecto al sitio web. “No sé quién es”. Una portavoz de United Launch dijo: “Sería inapropiado que ULA hiciera comentarios sobre un sitio no relacionado con nuestra compañía o industria”. El sitio identifica a su patrocinador como el Centro de Negocios y Gobierno Responsable, “una organización no partidista dedicada a exponer el nepotismo y sus efectos sobre los contribuyentes y la política estadounidense”. Pero no hay rastro del centro en Internet o en el mundo real.
Un sitio web similar llamado Stop Elon From Failing Again (Impide que Elon fracase otra vez) menciona a su patrocinador como un grupo conservador de defensa llamado Citizens for the Republic (Ciudadanos de la República). Diana Banister, ejecutiva de RR.PP. que trabaja como directora ejecutiva de CFTR, dice que el sitio critica a Musk porque “es el epítome de un hombre de negocios que recibe subsidios tras subsidio que no necesita”.
Es imposible saber quién paga la campaña de CFTR contra Musk, ya que la organización es un grupo de bienestar social, que bajo la ley federal no está obligado a revelar sus fuentes de financiación.
Banister dice que los contribuyentes a CFTR son “pequeños donantes, en su mayoría” y “nada competitivos con” Musk. Al preguntarles si las compañías petroleras antagónicas a Tesla podrían estar detrás del sitio web, Banister dice: “Hemos acudido a ellos [para donaciones], pero no han respondido”.
Un antagonista en línea supuestamente intentó imitar a Musk en búsqueda de la información privilegiada sobre Tesla. El 3 de agosto, el director financiero de Tesla, Jason Wheeler, recibió un correo electrónico de ElonTesla@yahoo.com solicitando datos no públicos más detallados que habían sido publicados ese mismo día cuando la compañía reveló sus resultados del segundo trimestre. Después de una investigación digital, Tesla presentó una demanda en septiembre ante el tribunal estatal de California contra Todd Katz, un crítico en línea de la gestión financiera de Tesla que admite usar los alias Elon Madoff y Enron Musk. Katz trabajó como director financiero para Quest Integrity, una empresa de servicios de la industria petrolera. Fue parte de un esfuerzo del negocio de los combustibles fósiles para socavar el empuje de la compañía de vehículos eléctrico para tener un transporte más limpio, alegó Tesla.
Sin admitir o negar que hubiera enviado el correo electrónico, Katz, quien dejó su trabajo en Quest, dijo en los documentos del tribunal que la demanda de Tesla debería ser desestimada porque el mensaje en cuestión era demasiado “torpe” para creérselo. En contrademandas, Katz acusó a Tesla de hackear ilegalmente su cuenta de Twitter para “avergonzarlo públicamente y silenciarlo, y desalentar a otros críticos”.
Otro crítico en línea de Tesla, que publica bajo el nombre de Keef Leech y Keef Wivaneff ("with-an-f"), es en realidad el australiano Keith Leech, un ingeniero informático retirado que dice que es “un poco obsesivo”. Ha pasado más de año coleccionando fotos de Teslas de vertederos, que según él muestran evidencias de un sistema de suspensión defectuoso. Dice que ha presentado cerca de 100 denuncias basadas en las fotos en la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico de Carreteras (NHTSA por sus siglas en inglés).
En el Tesla Bears Club, un sitio para vendedores en corto, Leech ha publicado un “Salón de la Vergüenza” compilando sus quejas a la NHTSA. Señala que compró recientemente opciones de venta de Tesla, otra manera de apostar por la caída de acciones de una empresa. Leech dice que nunca ha conducido un Tesla.
Leech, que sigue presentando quejas de Tesla, también insiste en que el éxito de SpaceX en aterrizar cohetes en la tierra es un engaño, a pesar de haber videos de los aterrizajes.
“La gente me dice que no debería hablar de los cohetes falsos”, dice, “porque me hace parecer un loco”.