¿Qué está pasando con la industria musical?
Lucy Nicholson/Reuters
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En la 59ª edición de los Grammy el ganador del premio a artista revelación se lo ha llevado un cantante que no vende su música en soporte físico. Los servicios de streaming de música ya representan el 47% de los ingresos totales de la industria musical. ¿Qué significa esto?

Prince tenía razón con su canción Party like it’s 1999 (disfruta como si fuera 1999), ya que fue en ese año cuando las ventas de música alcanzaron su nivel más alto. Para los artistas de grabación, desde entonces las ventas han caído en picado ya que la mayoría de sus fans pagan 10 $ al mes por disfrutar de unos servicios de streaming de música.

Por lo tanto, no es de extrañar que la mayor parte del catálogo de Prince pudiera retransmitirse a partir del domingo pasado por primera vez en 18 meses, y Warner Bros anunció que en junio planea lanzar dos nuevos álbumes. Prince, fallecido el año pasado, había retirado sus canciones y álbumes de los servicios de streaming. Pero ni siquiera pudo detener la demanda de streaming. En la 59ª edición de los premios Grammy celebrada el pasado domingo por la noche, Chance the Rapper se llevó el premio a mejor artista revelación, convirtiéndose en el primer galardonado que no vendía un producto físico, lo que puso de manifiesto el aumento y la importancia de las descargas digitales. Su mixtape, "Coloring Book", que se llevó el premio a mejor álbum de rap, está disponible únicamente en el servicio de streaming de Apple Inc., Apple Music, y aún no está disponible para su descarga en iTunes.

Prince: el inmortal

Pero Chance the Rapper sabía que su música llegaría más lejos. El año pasado, la oferta de streaming de audio por demanda superó las ventas digitales totales por primera vez en la historia. Según la Asociación de Industria Discográfica de Estados Unidos (RIAA por sus siglas en inglés), el streaming representa ahora el 47% de todos los ingresos de la industria musical de Estados Unidos.

"Coloring Book" se convirtió en el primer álbum en streaming en superar las 500.000 reproducciones y, desde su lanzamiento en mayo pasado, se ha mantenido en el Billboard 200. Según David Bakula, vicepresidente senior de la industria de la música en Nielsen, este aumento del 60% del streaming ha ayudado a devolver a la industria a la senda del crecimiento: "El paisaje está evolucionando incluso más rápidamente de lo que ha sucedido con otros cambios de formato en el pasado", dijo en un comunicado.

En 2015, las ventas de música alcanzaron los 7.000 millones de dólares, una cifra que se encuentra muy lejos de los 20.700 millones de 1999, cuando según la RIAA las ventas de música de Estados Unidos alcanzaron su punto máximo. Según el grupo de investigación de mercado Nielsen SoundScan, el gasto en música per cápita (incluyendo conciertos en directo) del consumidor medio fue de 152 $ en 2015 (los millennials de entre 18 y 34 años se gastaron una media de 163 $ al año).

Nielsen no cuenta con datos para comparar con 1999, pero teniendo en cuenta que la RIAA ha informado de una disminución de las ventas totales, parece que la mayoría de los estadounidenses gastaban alrededor de un 77% más en 1999 en álbumes y singles.

En 2017, muchos fans de la música simplemente pagan una suscripción a Spotify o Apple Music por tan solo 10 $ al mes (o 100 $ al año), mientras que los conciertos en directo generan cada vez más beneficios a las grandes estrellas de la música.

Los estadounidenses gastaron 18.200 millones de dólares en álbumes en CD en 1999, 316 millones de dólares en singles en CD y 1.500 millones de dólares en casetes, según los datos de la Asociación de Industria Discográfica de Estados Unidos, que representa las marcas de música Atlantic, Capital, RCA, Warner Bros., Columbia y Motown.

No hubo descargas digitales en 1999. Sin embargo, para el año 2015 las ventas de álbumes en CD se desplomaron hasta los 1.520 millones de dólares, los singles en CD cayeron hasta los 1.500 millones de dólares y los casetes cayeron a cero. Las ventas no se aproximaban ni de lejos a los 18.000 millones de ventas de CDs de 1999: las descargas de singles representaron 1.200 millones de dólares, las descargas de álbumes supusieron tan solo mil millones y las suscripciones de música en streaming generaron únicamente 1.200 millones.

¿Cómo invertir en la música en la era de los servicios de streaming?

Las suscripciones de pago por servicios de streaming llegaron por primera vez al mercado en 2005, generando unas ventas anuales de 181 millones de dólares, hasta alcanzar los mil millones en tan solo 10 años. ¿Por qué? La gente puede escuchar toda la música que quiera durante un mes pagando lo que normalmente pagaría por un único álbum. En lugar de pagar 20 dólares por un álbum de 10 canciones, los fans de la música tan solo pagan 10 dólares al mes para tener acceso a millones de canciones.

Spotify ofrece música en streaming gratuita (con anuncios) y cobra 10 $ al mes para deshacerte de los anuncios; Apple Music cuesta 9,99 $ al mes, o 14,99 $ al mes por una suscripción familiar de hasta seis personas (lo que requiere iCloud Family Sharing). Ambos servicios cuentan con 30 millones de canciones en sus catálogos.

Otros servicios incluyen Pandora (gratis con anuncios y 4,99 % al mes sin publicidad o 54,89 $ al año) y Amazon Music (por 99 $ por año u 11 $ al mes con Amazon Prime, que también incluye películas y programas de televisión).

El rapero y empresario Jay-Z lanzó Tidal en 2015; su precio es de 10 $ al mes o 20 $ al mes si se quiere disfrutar de sonido de alta fidelidad; Sprint (NYSE: S) adquirió una participación de 33% en Tidal el mes pasado por 200 millones de dólares, lo que pone de manifiesto la competencia existente entre las empresas tecnológicas y de telecomunicaciones por dominar el mercado del streaming de música. Jay Z dijo en ese momento:

"Sprint comparte nuestra visión de revolucionar la industria creativa para permitir a los artistas conectarse directamente con sus fans y alcanzar su potencial más completo y compartido".

La explosión del streaming fue rápida, pero no inesperada. En 2014, la adquisición de Beats Electronics por parte de Apple por 3.000 millones de dólares, un fabricante de auriculares y altavoces que ofrece servicios de streaming de música, tuvo lugar justo cuando muchos expertos vaticinaban que las descargas digitales de música desaparecerían en el futuro. La descarga de archivos de música, según ellos, se había vuelto demasiado engorrosa, restrictiva y cara en comparación con la facilidad de los servicios de streaming.

Las descargas de música digital cayeron por primera vez en algún momento durante 2013, y han continuado en declive desde entonces, según los últimos datos de Nielsen SoundScan. Ese fue, para algunos, el día en el que murió la descarga.

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