Michael Snyder, experto en mercados emergentes y autor del libro "El principio del final" (The Beginning Of The End) habla sobre por qué la industria automotriz de EE. UU. está al borde del colapso.
En 2008, las hipotecas subprime casi hunden todo el sistema financiero, y parece que ahora nos encontramos ante una nueva crisis.
Durante los últimos años, la industria automotriz ha sido capaz de impulsar las ventas haciendo que los clientes pidan préstamos para pagar unos coches que de otra forma no podrían pagar. Más concretamente, los préstamos para coches con créditos subprime representan un porcentaje cada vez mayor del mercado.
Por desgracia, cuando se hacen préstamos a personas que no podrán pagarlos, las cosas finalmente acaban mal, y eso es precisamente lo que está pasando ahora mismo. Mientras tanto, los fabricantes de coches y los distribuidores están empezando a sentir miedo debido a que las ventas han empezado a caer y los precios de los coches de segunda mano se están desplomando.
Si trabajas en la industria automotriz, seguramente te acuerdes de lo horrible que fue la última recesión, y lo peor de todo, es que esta podría ser incluso peor. A continuación presentamos 12 señales de que la próxima crisis podría estar a la vuelta de la esquina.
- Siete de los ocho mayores fabricantes de coches de Estados Unidos no han cumplido los pronósticos de ventas en marzo.
- En general, en lo que llevamos de 2017 las ventas de coches en Estados Unidos no están siendo nada buenas a pesar de los incentivos récord de los fabricantes.
- Los inventarios de los distribuidores se encuentran en su nivel más alto desde la última crisis financiera. Se trata de un dato bastante preocupante, ya que esto significa que hay un montón de coches que no se consiguen vender, y esto se está convirtiendo en un importante problema financiero para muchos comerciantes.
- Los distribuidores tardan una media de 74 días en vender un coche. En esta ocasión también se trata de la cifra más alta desde la última crisis.
- Ford no solo cree que las ventas caerán este año, sino también durante 2018.
- Los precios de los coches de segunda mano ya están empezando a caer significativamente El índice de precios de vehículos de segunda mano de la National Automobile Dealers Association registró una caída del 3,8% en febrero en comparación con el mes anterior. Según el índice, los precios al por mayor también cayeron un 1,6%.
- Morgan Stanley ha pronosticado que los precios de los coches de segunda mano "podrían caer hasta un 50%" durante los próximos cuatro o cinco años.
- En estos momentos, más de un millón de estadounidenses se han retrasado en los pagos de sus préstamos para coches. Esto no había sucedido desde la última crisis financiera.
- En 2017, los consumidores estadounidenses están teniendo más problemas con sus préstamos para coches que nunca antes.
- Las pérdidas de los préstamos subprime para coches y la morosidad han subido a su nivel más alto desde la última crisis financiera.
- En estos momentos, los prestamistas han prestado aproximadamente 200.000 millones de $ a los consumidores a través de créditos subprime.
- Al igual que sucedió con las hipotecas de alto riesgo durante la última crisis financiera, los préstamos de coches subprime se han agrupado y vendido como "valores" a los inversores. Y al igual que la última vez, esto ha resultado ser una receta para el desastre.
Muchos préstamos para coches, incluyendo los considerados subprime, son asegurados y vendidos a inversores. Sin embargo, Morgan Stanley ha informado recientemente de que la proporción de acciones de coches vinculadas a "préstamos de alto riesgo" - aquellos dados a los prestatarios con una puntuación de crédito FICO por debajo de 550 - ha aumentado desde el 5,1% en 2010 hasta el 32,5% actual. La firma señaló que los incumplimientos de esos bonos han aumentado significativamente durante los últimos cinco años.
Casi una cuarta parte de los más de 1,1 billones de dólares de deuda de préstamos de coches en EE. UU. son préstamos subprime, y las tasas de morosidad han alcanzado su nivel más alto en siete años.
Antiguamente, siempre se podía contar con que la industria automotriz de EE. UU. se recuperaría gracias a la fortaleza económica de los consumidores estadounidenses.
Desafortunadamente, la clase media estadounidense está perdiendo poder adquisitivo debido a las tendencias económicas a largo plazo que los líderes de Washington DC han ignorado sistemáticamente.
EE. UU. se ha convertido en un país de extremos económicos. Hay más millonarios en este país que nunca antes, pero al mismo tiempo la pobreza se está disparando.
Tal y como Gallup descubrió recientemente, si vives en un área próspera, seguramente las cosas te irán bien de momento. Pero cada vez más estadounidenses están preocupados por pasar hambre y no tener un hogar.
"Durante los últimos dos años, una media del 67% de los adultos estadounidenses de bajos ingresos, frente al 51% de 2010-2011, se encuentran muy preocupados por el problema del hambre y la falta de vivienda en el país. La preocupación también ha aumentado entre los estadounidenses de ingresos medios y altos, pero todavía se preocupan mucho menos que los estadounidenses de bajos ingresos".
Puede que tengas un montón de dinero en tu cuenta bancaria, por lo que el hambre y la falta de una vivienda no parecen ser tu problema. Pero a los que les cuesta llegar a fin de mes, tener suficiente comida y un lugar donde dormir por la noche son sus principales prioridades. Esto es lo que dice el informe de Gallup:
"Los estadounidenses, independientemente de sus niveles de ingresos, están expresando una mayor preocupación por el hambre y la falta de vivienda. Además, se trata de la principal preocupación de los estadounidenses de bajos ingresos".
Aparte de los males de la industria automotriz, la industria minorista está atravesando la peor ola de cierres de tiendas de la historia moderna de EE. UU., los fondos de pensiones se está desplomando por todo el país y las acciones pronto podrían sufrir unas pérdidas récord. Parece que la próxima gran crisis está a la vuelta de la esquina, pero estamos ignorando todas las señales.
Lo mismo ocurrió justo antes de la gran crisis financiera de 2008. Todas las señales de advertencia ya estaban ahí mucho antes, algunos expertos llegaron a hablar de crisis ya en 2005. Sin embargo, como la crisis tardó en llegar, muchos se burlaron de estas advertencias.
Pero entonces llegó el otoño de 2008 y todos los que se reían de repente se quedaron mudos.
Parece que la próxima crisis está muy cerca. La única pregunta que queda por hacer es cómo de graves serán sus consecuencias.
Como siempre, esperemos lo mejor, pero también preparémonos para lo peor.