¿Qué saldrá de las negociaciones entre Trump y Xi Jinping?
Aly Song/Reuters
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Donald Trump ha amenazado a China en diversas ocasiones durante la carrera presidencial. Sin embargo, Trump ya es presidente, y los expertos creen que no va a poner en práctica sus promesas electorales. Estas son las razones.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recibirá este jueves y viernes al presidente chino Xi Jinping y su séquito en en su propiedad en Mar-a-Lago. Decir que el primer encuentro cara a cara entre los dos líderes mundiales será incómodo sería un eufemismo.

Trump ya ha dicho en Twitter que la reunión "será muy difícil", aunque esta afirmación es bastante suave si la comparamos con las palabras que utilizó durante su campaña para referirse a China: El entonces candidato empleó la palabra "violación" para describir las políticas comerciales de China, amenazó con imponer un arancel de 45% sobre las importaciones chinas, y se comprometió a etiquetar formalmente al país como manipulador de divisas.

Trump todavía no ha asignado formalmente a China la etiqueta de manipulador de monedas, y probablemente esto sea lo mejor. Estas son las razones clave por las que los economistas e inversores no creen que debería cumplir con esa promesa de campaña en particular.

1. Es más que una etiqueta

Calificar a un país de "manipulador de monedas" va más allá de unas meras palabras. Se trata de una designación oficial determinada por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, y si la administración Trump opta por invocar este estatus, probablemente será cuando el departamento publique su próximo informe semestral sobre las políticas cambiarias. Durante los últimos años, estos informes se han publicado en abril y octubre.

Etiquetar a un país como manipulador de monedas desencadena un proceso formal en el que el Secretario del Tesoro llevaría a cabo una serie de negociaciones con China. Si después de un año, Estados Unidos sigue considerando que China es un manipulador de monedas, el presidente Trump podría imponer varias sanciones, posiblemente limitando la inversión china en Estados Unidos.

2. China no cumple los criterios para ser considerado un "manipulador de divisas"

Un país debe cumplir tres condiciones para ser oficialmente designado como manipulador de moneda, y China solo cumple con uno de ellos en estos momentos.

  1. Un superávit comercial de más de 20.000 millones con Estados Unidos.
  2. Un superávit comercial que represente más del 3% del producto interno bruto de ese país.
  3. La depreciación repetida de su propia moneda mediante la compra de activos extranjeros equivalentes al 2% o más de su PIB anual.

China solo cumple uno de estos requisitos, y durante los últimos años se ha estado moviendo en la dirección opuesta en lo que respecta a la intervención monetaria.

En una entrevista con la CNBC en febrero, el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, dejó claro que planea seguir a rajatabla el protocolo de su departamento. "Dentro del Tesoro contamos con un protocolo que nos permite averiguar si se ha producido manipulación de divisas", dijo. Vamos a seguir todo ese proceso.

3. El presidente Obama, no Trump, habría tenido más razones para calificar a China como manipulador de monedas

Aunque el gobierno de Obama se abstuvo de designar formalmente a China como un manipulador de divisas, autoridades como el ex secretario del Tesoro, Timothy Geithner, presionaron diplomáticamente a China para que acabara con dicha práctica.

Entre 2003 y 2014, el banco central de China vendió su propia moneda y compró reservas extranjeras como el dólar estadounidense. Los legisladores estadounidenses afirmaron que la práctica básicamente mantenía al yuan artificialmente en un nivel bajo, provocando que las exportaciones chinas fueran más baratas beneficiando al país injustamente frente a otros socios comerciales.

Sin embargo, China abandonó esta política en 2014 en un momento en el que se enfrentaba a una desaceleración del crecimiento económico. De hecho, ahora se está moviendo en la dirección contraria, ya que el Banco Popular de China está vendiendo reservas de divisas con el fin de apoyar el yuan y evitar una rápida caída de la moneda.

Ethan Harris, economista internacional del Bank of America Merrill Lynch Global Research, dijo:

"Aunque China intentó debilitar su moneda hace un par de años, ya no lo hace. Están haciendo todo lo contrario a lo que haría un manipulador de divisas".

4. Trump no está listo para una negociación difícil

Aunque el presidente afirma que es un negociador excelente, la política comercial es compleja y todavía no cuenta con un equipo económico completo para ayudarle a ganar las negociaciones con China.

Aparte del secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, todavía quedan 27 vacantes en el Departamento del Tesoro, según el Political Appointee Tracker. Muchos cargos superiores del Departamento de Estado también siguen vacantes, y el candidato propuesto por Trump para ocupar el cargo de embajador en China, el gobernador de Iowa Terry Branstad, aún no ha sido confirmado por el Senado.

Carl Weinberg, economista jefe de High Frequency Economics, dijo:

"Trump todavía no cuenta con el suficiente personal para iniciar estas difíciles negociaciones comerciales. Se enfrenta a un experimentado equipo de negociadores chinos".

5. Existen cuestiones más apremiantes

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Thomas Peter/Pool Photo via AP

Puede que el comercio bilateral no sea la máxima prioridad de Trump este fin de semana. Después de visitar China el mes pasado, el secretario de Estado Rex Tillerson ha estado instando a la cooperación entre ambos países para frenar la amenaza nuclear de Corea del Norte. Weinberg dijo:

"Ambos líderes están de acuerdo en que el programa nuclear de Corea del Norte es una amenaza".

En declaraciones a los periodistas el martes, la embajadora de las Naciones Unidas Nikki Haley enfatizó esa prioridad. "Esperemos que China responda favorablemente", dijo. "Esa es la meta de este fin de semana, asegurarnos de que China demuestre que está dispuesta a actuar en Corea del Norte".

Pase lo que pase este fin de semana, los inversores estarán vigilando de cerca. “Las relaciones entre EE. UU. y China van a ser muy importante para los mercados en el futuro", dijo Harris. "Esto es mucho más importante que un tuit o alguna afirmación en un discurso, se trata de una reunión cara a cara".

Fuente: Fortune

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