Le explicamos por qué los precios del petróleo podrían hundirse o dispararse por culpa de Venezuela.
Todo indica que la presidencia de Maduro en Venezuela y el reinado de su Partido Socialista Unido se encuentran en peligro.
Durante las últimas dos semanas se han producido varios acontecimientos importantes que han dejado muy claro que al régimen que ha llevado al quinto país más grande de Sudamérica por número de habitantes al desastre económico se le han puesto las cosas muy difíciles.
Si el Partido Socialista Unido vacila, y Maduro acaba siendo depuesto, las consecuencias para el mercado mundial del petróleo podrían ser bastante importantes. Después de todo, Venezuela controla las mayores reservas de petróleo del mundo y todavía produce dos millones de barriles al día.
Según se ha informado, el 25 de abril 26 venezolanos murieron durante las protestas políticas contra el actual régimen. Y estas protestas no son más multitudinarias por el simple hecho de que los venezolanos tienen demasiada hambre como para salir a las calles a manifestarse. Aunque no veamos a diario las protestas en las noticias, estas no cesan.
A esto hay que añadir que el 20 de abril el gobierno venezolano confiscó una planta de General Motors (NYSE: GM.NYSE). El gigante automotriz estadounidense se vio obligado a despedir a 2.678 trabajadores locales. El gobierno ha amenazado con hacer lo mismo con una empresa de telecomunicaciones española por supuestamente haber apoyado a la oposición.
Nacionalizar o simplemente impedir que las empresas extranjeras operen en Venezuela deja muy claro que el país se encuentra sumido en el caos político.
Recientemente se dio a conocer la noticia de que más de 20 petroleros, que transportaban alrededor de 7 millones de barriles de combustible, estaban esperando frente a las costas de Venezuela para entregar la carga. Sin embargo, no se les permitía hacerlo porque según el gobierno del país, la empresas propietarias de dichos petroleros tenían deudas pendientes con Venezuela o algún otro problema.
En un país en el que el combustible no sobra (a pesar de sus enormes reservas de crudo), esto podría provocar una vuelta a la sociedad preindustrial si no se hace algo para remediarlo.
Todo el mundo está prestando atención al drama humano que se está viviendo en Venezuela, pero no deberíamos olvidar que un cambio en el gobierno podría tener un importante impacto en la economía mundial, y especialmente en los mercados del petróleo. Las consecuencias dependerían en gran medida de los cambios que se produzcan en el gobierno. Estas son las 3 posibilidades.
1. Venezuela inicia una larga lucha entre Maduro y la oposición
Esto podría incluir continuos disturbios, paros laborales (especialmente de los trabajadores petroleros) e incluso violencia. Esta es una situación que habría que evitar a toda costa por el bien de los venezolanos y que además es la que más afectaría a los precios del petróleo a largo plazo. Tal agitación política e incertidumbre podrían causar interrupciones masivas de la producción y elevar los precios del petróleo de manera constante durante su duración, posiblemente aliviando la carga de la OPEP y de los miembros ajenos al cártel (como Rusia) que han estado intentando aumentar los precios del petróleo recortando la producción.
Esto permitiría a la OPEP y sus socios producir petróleo a un ritmo más normal mientras los disturbios de Venezuela les hacen el trabajo sucio. También beneficiaría a los productores estadounidenses de esquisto, que llevan meses esperando a que suban los precios para rentabilizar la producción.
2. Maduro dimite o es depuesto
Es reemplazado rápidamente por otro miembro del Partido Socialista Unido, quien se compromete a continuar las mismas políticas socialistas que han destruido la economía del país, causado hambre y paralizando la prometedora industria energética del país. Si Maduro es sustituido por un nuevo líder con ideas afines, la situación se mantendría igual. Los mercados del petróleo seguirían esperando a ver qué sucede.
3. Maduro dimite o es depuesto y sustituido por un político ajeno a su partido que ofrece mayores oportunidades de mercado libre
Este nuevo líder - que negociaría acuerdos de exploración y producción de petróleo fiables y productivos con empresas extranjeras - podría mejorar enormemente los ingresos del país provenientes de sus recursos petroleros. A largo plazo, un nuevo líder dispuesto a cooperar con el resto del mundo en el comercio de petróleo y a modernizar la infraestructura de Venezuela podría contribuir a una sobreoferta mundial.
Por un lado, la OPEP - de la que Venezuela es miembro fundador - obligaría a Venezuela a mantener bajar su producción. Por otro lado, un nuevo y práctico líder se daría cuenta de que Venezuela necesita dinero, y de que el petróleo es la mejor forma de conseguirlo. Además, Venezuela e incluso su negocio energético tiene deudas. Si finalmente un nuevo líder acabe presidiendo el país, lo más seguro es que el petróleo venezolano inunde el mercado, lo que provocaría la caída de los precios.