El Reino Unido y la Unión Europea iniciaron las negociaciones de separación este lunes. Las dos partes tienen que resolver una gran cantidad de asuntos y menos de dos años para negociar.
Estas son las 5 cuestiones más apremiantes.
Comercio
El Reino Unido será el primer país en abandonar la UE.
Durante el tiempo que ha permanecido dentro de la UE, el Reino Unido ha disfrutado de libre comercio con el resto del bloque - un mercado que compra el 44% de sus exportaciones y abastece el 53% de sus importaciones.
Dejar la UE significa que el Reino Unido ya no tendrá acceso libre a este mercado.
Definir los términos de una nueva relación comercial es ahora una tarea primordial. A Gran Bretaña se le podría permitir pagar el acceso al mercado de la UE, pero eso requeriría concesiones en otras áreas clave. También podría intentar negociar un acuerdo comercial totalmente nuevo.
La primera ministra británica, Theresa May, pretendía comenzar a negociar esta nueva relación inmediatamente. Sin embargo, es necesario tratar otros asuntos clave antes.
Si para marzo de 2019 no se ha llegado a un acuerdo, el Reino Unido se enfrentará a la perspectiva de negociar bajo unas tarifas más altas y una mayor burocracia.
Migración
May se ha comprometido a reducir el número de inmigrantes que llegan a Gran Bretaña desde Europa. Se trata de una posición que probablemente limite su flexibilidad durante las negociaciones. La UE obliga a las naciones con libre acceso a su bloque comercial a aceptar la libre circulación de personas.
Esta promesa también entraña otro problema: los sectores clave de la economía del Reino Unido dependen de los migrantes para ocupar sus puestos de trabajo. El desempleo se encuentra en su nivel más bajo en más de 40 años, y muchas empresas de hostelería, asistencia médica, tecnología y construcción están teniendo bastantes problemas para encontrar personal.
Ley de divorcio
La UE espera que el Reino Unido cumpla con las obligaciones financieras a las que se ha comprometido como miembro de la UE. Los estados miembros de la UE pagan un presupuesto común que financia proyectos de infraestructura, programas sociales, investigación científica, subsidios agrícolas y pensiones. El presupuesto se adopta durante un periodo determinado, y el actual no expira hasta 2020.
La UE todavía no ha puesto una cifra oficial a la salida, pero algunas estimaciones sugieren que podría ser de hasta 100.000 millones de euros (112.000 millones de dólares). El Reino Unido ha rechazado esta cantidad y ha llegado incluso a amenazar con abandonar las negociaciones sin pagar.
Bruegel, un influyente grupo de expertos, calcula que la factura final sería de entre 25.000 y 28.000 millones de euros.
Los derechos de los ciudadanos
Ambas partes han declarado su intención de mantener los derechos de los millones de ciudadanos que se han establecido en el Reino Unido o Europa. Las cifras son muy altas: Aproximadamente 3 millones de personas de otros países de la UE viven en el Reino Unido, mientras que alrededor de 1,2 millones de británicos residen en otros lugares de la UE.
En un documento oficial publicado a principios de junio, la UE dijo que quiere alcanzar unos amplios derechos para los ciudadanos de la UE y Gran Bretaña así como para sus familias. Estos incluyen garantías de acceso de por vida a las pensiones y atención sanitaria.
May presentará su posición a los líderes de la UE a finales de esta semana.
La frontera con Irlanda
La frontera irlandesa será una de las prioridades de las negociaciones.
Ambas partes dijeron que quieren evitar una "frontera dura" entre la República de Irlanda, que permanecerá en la UE después del Brexit, e Irlanda del Norte, que abandonará el bloque como parte del Reino Unido. Los residentes disfrutan actualmente de libre circulación a través de la frontera y muchas empresas cuentan con instalaciones a ambos lados.
La libre circulación a través de la frontera fue una parte clave del Acuerdo de Belfast, el acuerdo de 1998 que trajo la paz a Irlanda del Norte después de décadas de conflicto.