La coalición gobernante de Cataluña ha prometido declarar la independencia "de inmediato" si la mayoría de los votantes así lo respaldan en el referéndum que tendrá lugar en octubre.
Los secesionistas de la región llevan tiempo defendiendo su separación de España. Argumentan que la próspera región, que incluye el centro turístico de Barcelona, paga más a Madrid de lo que recibe.
Cataluña es una de las regiones más ricas de España, tanto cultural como industrialmente. También cuenta con su propia lengua - el catalán - y costumbres centenarias. Hasta hace poco tiempo, la independencia total contaba con poco apoyo - pero la crisis económica, que azotó especialmente a España, ha dado impulso a este sentimiento.
La pregunta que se hará en octubre a los votantes será:
"¿Quiere que Cataluña sea un Estado independiente en forma de república?".
La consulta es comparable al referéndum escocés de 2014 sobre la pertenencia al Reino Unido, en el que los escoceses votaron en contra de la independencia con un 55% de los votos. Sin embargo, ese referéndum contaba con la aprobación de Westminster, mientras que el gobierno español está haciendo todo lo posible para evitarlo.
¿Qué está sucediendo ahora?
Se trata de un nuevo enfrentamiento entre la coalición gobernante de Madrid y la de Cataluña, que defienden ideas totalmente opuestas.
En su discurso televisado de Año Nuevo, el presidente catalán, Carles Puigdemont, prometió un voto de independencia "legal y vinculante".
Sin embargo, Madrid ve eso como una amenaza hacia la unidad nacional de España, por lo que Mariano Rajoy ha pedido su bloqueo legal. El Tribunal Constitucional ya ha anulado una resolución aprobada por el Parlamento de Cataluña para celebrar el referéndum.
Además, ayer mismo el El Tribunal Constitucional anuló las partidas del presupuesto catalán destinadas al referéndum de independencia después de que el Gobierno de Mariano Rajoy presentara un recurso el pasado 4 de abril contra la ley de Presupuestos de Cataluña.
España también ha amenazado a los funcionarios electos con consecuencias legales si organizan una votación. Cataluña acaba de introducir una ley cuyo objetivo es sacar a la región del sistema jurídico español, en un intento por sortear estos desafíos.
La reforma será presentada al parlamento regional en agosto.
Xavier García Albiol, jefe del Partido Popular de Cataluña, lo ha calificado como "un golpe de Estado disfrazado de democracia".
El principal periódico de la región, La Vanguardia, dijo que los términos de la votación permitirían la independencia "en 48 horas" en el caso de que el sí se alce con la victoria.
Según el artículo 4 del texto, no es necesario un mínimo de participación para que el voto sea válido.
¿Cuáles han sido los resultados de las votaciones pasadas?
En noviembre de 2014, el gobierno regional celebró una consulta no oficial. El 80% de los votantes apoyaron la independencia.
Sin embargo, esa votación se basó en una participación relativamente baja de 2,2 millones de votantes frente a los 6,3 millones de posibles votantes. Tampoco era vinculante, ya que el Tribunal Constitucional la había declarado ilegal. No está claro cuál será la participación en octubre si Madrid no autoriza el referéndum.
Líderes regionales, entre ellos Artur Mas, ex presidente de Cataluña, fueron declarados culpables de desobedecer a la judicatura española al celebrar la votación de 2014, por lo que fueron excluidos de los cargos públicos.
No obstante, los separatistas consideraron el resultado como una clara señal de un cambio radical del sentimiento del pueblo catalán.
En 2015, los partidos nacionalistas catalanes obtuvieron la mayoría absoluta en la asamblea regional de 135 asientos y votaron a favor de iniciar el proceso de independencia.
¿Podría Cataluña acabar independizándose?
Según un sondeo reciente del gobierno regional, la opinión de los catalanes está dividida, con el 48,5% en contra y el 44,3% a favor de la independencia.
Una encuesta publicada por el diario El Periódico de Barcelona, no considerado como partidario de la independencia, sugiere que el 85% de los catalanes está a favor de la celebración del referéndum.
Tanto el PP como el PSOE, primeros y segundos en las elecciones generales de España, se oponen a la secesión catalana.
El presidente del gobierno, Mariano Rajoy, ha prometido que "no permitirá un solo acto que pueda perjudicar la unidad y la soberanía de España". Esto no es ninguna sorpresa, ya que Cataluña representa el 16% de la población del país y casi el 19% del PIB nacional.
El presidente catalán, Puigdemont, está igualmente convencido de que un Estado independiente es posible y pronto podría ser una realidad. Pero en este momento, el ejecutivo catalán no tiene autoridad electoral y tampoco ha logrado encontrar ninguna empresa dispuesta a proporcionarle urnas de votación.
Los meses que faltan hasta octubre van a ser especialmente agitados para el movimiento independentista catalán.