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Thomas Edison dijo: "No he cometido mil errores. He dado mil pasos hasta la invención de la bombilla".

En palabras de Sumner Redstone, “El éxito no se construye sobre el éxito. Se construye más bien sobre el fracaso. Se basa en la frustración y a veces incluso en la catástrofe”. Thomas Edison dio un veredicto similar sobre el éxito en su famosa cita: “No fracasé, solo descubrí 999 formas de cómo no hacer una bombilla”. En cierto modo, los mayores inventos del mundo tienen un momento a punto del fracaso debido a enormes adversidades. Lo mismo puede decirse de Albert Einstein, cuyo apellido se ha convertido en sinónimo de genio. Para muchos, Einstein es el científico más grande que jamás haya existido.

Pero una colección única de sus cartas y documentos ha revelado su historia de lucha y fracaso, lo que nos hace eco de su humanidad. Estos documentos nos permiten observar el trasfondo de una de las mentes más grandes que ha existido. Basándonos en estos textos, presentamos aquí cinco lecciones de emprendimiento que se pueden obtener de Albert Einstein.

1. Los genios también se equivocan (a veces)

Solo porque a Einstein se le considere un genio no quiere decir que siempre tenga razón. El mejor ejemplo de ello viene dado por la base central de la teoría cuántica; que el universo se basa en probabilidades y no en absolutos. Einstein tuvo dificultades para aceptar esta teoría, lo que se refleja en los ahora famosos debates entre Einstein y Bohr, donde Einstein declaró: “Dios no juega a los dados con el universo”, a lo que Bohr rebatió ingeniosamente: “Einstein, ¡deja de decir a Dios lo que tiene que hacer!”.

2. Leer es bueno

Está claro que podemos leer de todo, pero cuando leemos el libro adecuado en el momento justo, este puede calar realmente hondo en nuestra forma de ver la vida. Y ¿qué libros habrán intrigado a Einstein, uno de los genios más grandes que jamás haya vivido? Uno de esos libros fue un tratado sobre la naturaleza humana, de David Hume, filósofo escocés. En una de sus cartas Einstein admitió que la lectura le ayudó a formular su famosa teoría de la relatividad especial. Eso es lo que la lectura puede hacer por nosotros; nos puede ayudar a formular nuevas ideas leyendo acerca de los resultados, las acciones y las experiencias de otros.

3. Debemos asumir retos

Una de las cualidades más definitorias de Einstein era su capacidad de conceptualizar ideas científicas complejas mediante la visualización de escenarios extraordinarios, pero potencialmente reales. Lo llamó experimentos mentales.

Albert Einstein no solo creó sus destacadas teorías de la nada. Cometió muchos errores antes de llegar a ellas, incluida su emblemática ecuación, E = mc2, que ni siquiera aquellos que detestan la física pueden olvidar. Todo lo consiguió con persistencia.

Einstein se hacía preguntas como: ¿vería alguien su propio reflejo en un espejo si viajara a la velocidad de la luz? Y si así fuera, ¿el reflejo sería más grande o más pequeño?

Al formular este tipo de preguntas de distintas formas, para abordar el mismo tema desde diferentes perspectivas, revelaba de forma gradual alguno de los secretos más desconcertantes del universo. Sintetizó la validez de su enfoque en este comentario: “El verdadero signo de inteligencia no es el conocimiento, sino la imaginación”.

Antes de que sus postulados fueran aceptados por toda la comunidad científica, Einstein pasó décadas investigando y defendiendo su trabajo. Una vez probadas sus teorías de la Relatividad General y Especial, Einstein siguió persiguiendo diferentes y desafíos más complejos.

El objetivo final para Einstein era unir las fuerzas del electromagnetismo y de la gravedad bajo un marco teórico que también incorporara la teoría de la mecánica cuántica.

4. Debemos convertir nuestras debilidades en fortalezas

Cuando se convirtió en un ser adulto, Einstein ya se había adaptado en cierta medida a todos los aspectos sociales. De niño, sin embargo, Einstein no solo se peleaba en la escuela, sino que su hermana menor lo describía como una persona reacia a conversar. Más tarde, Einstein confesó que le resultaba muy difícil memorizar las palabras.

Expertos como Simon Baron-Cohen sostienen la hipótesis de que Einstein padecía el Síndrome de Asperger (SA), una forma moderada de autismo. Aquellos que padecen SA se caracterizan por sufrir aislamiento social, ser emocionalmente independientes y tener comportamientos socialmente inapropiados que incluyen la falta de empatía por los demás así como falta de reciprocidad social y emocional.

Einstein podría también haber padecido problemas de comunicación no verbal y torpeza motora. Hay otro aspecto en el Síndrome de Asperger, y es el obsesivo interés por un tema u objeto concreto. De manera que Einstein mostraba poco interés en socializarse y se regocijaba en su soledad usando su habilidad mental.

Así que, con su jugueteo infantil, su infinita curiosidad y su capacidad de concentración, decodificó el universo completamente ante nuestros ojos.

5. El medio ambiente importa

No, no hablo del medio ambiente que tiene que ver con el calentamiento global, sino del lugar donde pasamos la mayor parte de nuestro tiempo y de las personas con quienes lo pasamos. Como podemos ver claramente en los 15 manuscritos y las 33 cartas que Einstein escribió entre 1933 y 1954, subastadas en la Feria del Libro Antiguo en Londres en 2006, por la escalofriante cifra de 1,5 millones de dólares, tuvo problemas como estudiante. Estaba claro que no iba a llegar muy lejos en la escuela, donde sus ideas a menudo chocaban con las de sus profesores, que iban más acordes con las normas y no pensaban más allá.

Fue cuando Einstein encontró un trabajo como administrativo en una oficina de patentes, cuando pudo conseguir importantes progresos no solo en física, sino también en matemáticas y filosofía. La cuestión es que la negatividad se alimenta con negatividad.

Debemos asegurarnos de que estemos donde estemos, siempre estemos rodeados de la gente positiva necesaria para que fluya nuestra creatividad.

Nota final:

El trabajo de Einstein ha cambiado la manera en que los físicos observan el tiempo, el espacio, la gravedad y la luz. Se ha convertido en uno de los más grandes científicos en la historia, junto a Galileo Galilei e Isaac Newton. Y todo ello debido a que, a la vez que fuera un genio, fue también persistente en sus luchas de todo tipo, personales y profesionales.

De hecho, en muchos sentidos, Einstein era un hombre con profundas taras pero que nunca se rindió gracias a su fuerza de voluntad y poder de decisión inquebrantables.

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