La región española celebró ayer domingo un referéndum de independencia con importantes implicaciones económicas para el país y Europa. La votación, a la que se ha opuesto ferozmente el gobierno central, se ha producido justo cuando España estaba empezando a salir de una situación económica dramática en la que llevaba sumida 10 años. Cataluña es su región económicamente más productiva.
¿Serán más ricos si se independizan?
Cataluña representa casi una quinta parte de la economía española y supera al resto de regiones, generando el 25% de las exportaciones del país.
Contribuye mucho más en impuestos (21% del total del país) de lo que recibe del gobierno.
Los independentistas han aprovechado el desequilibrio, argumentando que detener las transferencias a Madrid convertiría el déficit presupuestario de Cataluña en un superávit.
Cataluña tiene un historial comprobado de atracción de inversiones. Casi un tercio de todas las empresas extranjeras en España optan por Barcelona para establecer sus sedes centrales.
Volkswagen (XETRA: VOW3.XETRA) y Nissan (TSE: 7201.TSE), por ejemplo, tienen plantas cerca de Barcelona.
Grandes riesgos
Sin embargo, hay muchas preguntas sin respuesta, incluida la pertenencia a la Unión Europea tras una hipotética independencia.
Si Cataluña se viera obligada a solicitar la adhesión a la UE de forma independiente, como cualquier país que desee unirse al bloque, tendría que convencer a todos los miembros actuales para que aceptaran, incluida España.
"Actualmente no existe ninguna forma práctica de que Cataluña se convierta en un país independiente dentro de la UE, tal y como desean la mayoría de los partidarios de la independencia", según dijeron a CNN Money economistas del Banco Berenberg en una nota de investigación.
El abandono de la UE probablemente aumentaría el coste de la exportación de las mercancías producidas en Cataluña a los miembros de la UE y a otros países.
"Se uniría a la pequeña lista de países que no son miembros de la Organización Mundial del Comercio, lo que significa que se enfrentarían a importantes barreras comerciales", según dijo Stephen Brown, economista de Capital Economics.
Brown dijo que la independencia aumentaría el precio de los bienes importados en Cataluña y provocaría una destrucción de empleo.
La independencia también podría encarecer el endeudamiento del gobierno catalán. Las agencias de calificación crediticia Moody's y S&P rebajaron la calificación de la deuda catalana en 2016.
La región podría seguir utilizando el euro como moneda, pero no contaría con representación alguna en el Banco Central Europeo.
¿Y qué pasa con España?
El máximo tribunal español ha prohibido el referéndum, calificándolo de inconstitucional. Sin embargo, el gobierno separatista ha seguido adelante y lo celebró ayer domingo a pesar de los violentos enfrentamientos que han tenido lugar entre los independentistas y las fuerzas del orden.
La escisión dejaría un hueco en las finanzas españolas y aumentaría dramáticamente la incertidumbre.
Si Cataluña declara unilateralmente su independencia, tal y como ha prometido Puigdemont, también podría negarse a asumir su parte de la deuda pública.
"Aunque hasta ahora no parece que haya habido ningún efecto grave en la economía española en general, es probable que la confianza de las empresas y los consumidores se deteriore si Cataluña se separa", dijo Brown.
¿Qué pasará a continuación?
La palabra de moda para los inversores es incertidumbre. El economista de ING Geoffrey Minne escribió en una nota de investigación:
"Al igual que sucedió con el brexit, creemos que cualquier Catalexit sumiría a la región en un largo período de incertidumbre y muy probablemente sería negativo para el sector privado".
Kathleen Brooks, directora de investigación de City Index, dijo que una victoria en el referéndum para los separatistas podría hacer que el euro disminuya hasta un 5%.
De momento, la cotización del euro/dólar (FX: EUR/USD.E.FX) cedió durante los primeros minutos posteriores al cierre de las urnas a partir de las 20 horas de este domingo un 0,30%, perdiendo el nivel de los 1,18 dólares, hasta los 1,1779 dólares al cambio.
Sin embargo, ni siquiera un "sí" decisivo puede hacer que Madrid o la UE reconozcan a Cataluña como "independiente". Según el gobierno catalán, el 90% de los votantes han optado por la independencia, pero el Estado español no reconoce estos resultados.
"El gobierno catalán intentará utilizar el resultado del referéndum para aumentar su influencia en las futuras negociaciones con el gobierno español", dijo Laurence Allan, del IHS Markit.