Le contamos por qué la independencia de Cataluña tendría peores consecuencias para la región que el Brexit en el Reino Unido.
Si la región española de Cataluña se separara de España en el ya llamado Catalexit, sumiría a la región en un largo período de incertidumbre y podría acabar teniendo efectos negativos que "superarían enormemente" a los del Brexit, según ha informado Business Insider haciendo referencia al banco holandés ING.
Tras una larga lucha por preservar su identidad cultural, el domingo pasado se celebró en Cataluña un referéndum ilegal de independencia, en el que cerca del 90% de los electores, según los datos proporcionados por la Generalidad, votó a favor de la separación de España. La participación fue del 43%. El dirigente catalán Carles Puigdemont dijo en un comunicado televisado:
"Con este día de esperanza y sufrimiento, los ciudadanos catalanes se han ganado el derecho a un Estado independiente en forma de república. En los próximos días mi gobierno enviará los resultados de la votación de hoy al parlamento catalán, donde reside la soberanía de nuestro pueblo, para que pueda actuar de acuerdo con la ley del referéndum".
El Gobierno central español no reconoce la legitimidad de la votación. Pero, ¿qué pasará si Cataluña se separa de España? El economista de ING Geoffrey Minne escribió en una nota titulada "Cataluña: el coste de estar solo":
"Al igual que sucedió con el Brexit, creemos que un hipotético Catalexit sumiría a la región en un largo período de incertidumbre y muy probablemente sería negativo para el sector privado".
El movimiento independentista catalán es en gran medida político, y los militantes defienden que para que Cataluña prospere y mantenga sus tradiciones, la región debe separarse de España. ING, sin embargo, se centra en las consecuencias económicas de un posible Catalexit.
La caída del consumo en los hogares catalanes es el impacto más evidente e inmediato de la secesión catalana, según ING.
"El punto de partida para analizar las consecuencias del Catalexit en el comportamiento de los consumidores es la incertidumbre que genera", argumentó la nota. "Según una reciente encuesta realizada por Metroscopia, el 62% de los encuestados en Cataluña se mostraron 'preocupados' por el futuro de su región, frente al 31% que se mostraron 'emocionados'".
"Tan solo hay un paso entre las preocupaciones y el ahorro preventivo, y si alrededor de dos tercios de todos los consumidores deciden moderar el consumo, entonces la demanda privada se verá reducida. Si las preocupaciones dan lugar al pánico, entonces también podrían verse afectados los bancos y los controles del capital".
La incertidumbre de los consumidores se vería seguida por la incertidumbre en torno a las inversiones empresariales en la región, sugirió Minne, al decir:
"La incertidumbre podría ser incluso más importante para las inversiones empresariales que para los consumidores, ya que cualquier percepción de inestabilidad política podría afectar a la inversión extranjera mucho más que a la inversión local".
Declararse independiente de España significaría automáticamente que Cataluña tendría que abandonar la Unión Europea, lo que inevitablemente causaría problemas a su pertenencia al mercado único del bloque.
"La mayoría de las empresas extranjeras, al igual que las catalanas, temen abandonar el mercado único europeo", escribió Minne. "Como consecuencia, la inversión podría retrasarse o reorientarse fuera de la región".
"Probablemente, las empresas más afectadas serían las que exportan sus productos a la UE. La UE ha representado el 65% de las exportaciones y el 70% de la inversión extranjera en Cataluña durante los últimos tres años", continuó Minne, citando la siguiente tabla:
A modo de conclusión, Minne argumentó que "el coste económico para Cataluña podría superar proporcionalmente al de Brexit para el Reino Unido".
"En definitiva, la construcción de la República Catalana resulta ser un proyecto caro y la mayor parte de los costes que se podrían recortar dependen de la buena voluntad de los gobiernos europeos (incluido el español).
"Sigue siendo una tarea difícil evaluar las consecuencias de un acontecimiento sin precedentes, pero a la larga podemos imaginar que el coste económico para Cataluña podría superar proporcionalmente al de Brexit para el Reino Unido".