Lo más probable es que este año pase a la historia como el año en el que el mundo descubrió las criptomonedas. Al principio solo eran conocidas por los frikis y utilizadas para hacer pagos en la darknet.
Sin embargo, el resto del mundo ha descubierto su existencia, y como resultado, la capitalización del mercado, que en enero ascendía a tan solo 17.700 millones de dólares, en diciembre superó los 600.000 millones. El mercado de las criptomonedas cuenta con más de 1.300 tokens, la mayoría de los cuales han registrado un aumento increíble.
Todo el mundo ha empezado a interesarse por ellas: Wall Street, las autoridades de varios países, los ladrones, y los inversores comunes.
Bitcoin
Muchos analistas dicen que 2017 ha sido el año del bitcoin (Bitcoin: Bitcoin). Hay una serie de razones. El bitcoin sigue siendo la principal criptomoneda por capitalización de mercado por un amplio margen, y en un año, su participación total ha pasado del 40% al 60%. El precio de la criptomoneda, que empezó el año por debajo de los 1.000 $, ha llegado a superar los 20.000 $.
Durante este año, el bitcoin ha experimentado varios forks, provocados después de que la comunidad bitcoin no consiguiera alcanzar un consenso sobre el desarrollo del protocolo. Al menos dos de estos hard forks han tenido éxito. En el momento de escribir este artículo, las criptomonedas Bitcoin Cash y Bitcoin Gold ocupan la cuarta y la duodécima posición, respectivamente, en términos de capitalización.
A finales de año, el bitcoin ha atraído la atención de Wall Street. En primer lugar CBOE, y luego CME Group, lanzaron los futuros de bitcoin. Hasta el momento, de acuerdo con la Comisión de Negociación de Futuros de Materias Primas de Estados Unidos, el volumen de negociación se mide en decenas de millones de dólares. Se trata de un acontecimiento muy importante en la historia de la principal criptomoneda, ya que los futuros son una herramienta del mercado regulado, y su lanzamiento permite negociar con bitcoins a los inversores que temen hacer frente a los intercambios de criptomonedas no regulados, ya que estos suelen ser víctimas de los ataques de los hackers.
Altcoins
Conforme más nos acercamos al final del año, más analistas dicen que el bitcoin podría enfrentarse en el futuro a una seria competencia de otras criptomonedas. La idea, descrita en pocas palabras, es la siguiente: los inversores y los observadores ya han empezado a preguntarse cuál es la base del valor de la criptomoneda. Cada vez que llegan a la conclusión de que el valor es precisamente la tecnología subyacente de una criptomoneda en particular. Por ejemplo, en el caso del ethereum, son los contratos inteligentes, ya que estos facilitan el control sobre la conducta de las transacciones, mientras que en el caso de Ripple, se trata de la tecnología de transferencias instantáneas. El valor de las criptomonedas dependerá de la demanda de una tecnología en particular entre las distintas ramas de los usuarios corporativos y privados.
Este año ya ha quedado patente que al bitcoin le han surgido unos serios competidores.
Estas son cinco criptomonedas con una capitalización de más de 5.000 millones de dólares a las que vale la pena prestar atención.
- Ether: una criptomoneda basada en el blockchain ethereum cuya principal ventaja son los contratos inteligentes.
- Ripple: una plataforma que puede ser utilizada para transmitir y vender cualquier moneda y que ha sido asociada con varios bancos importantes.
- IOTA: es un proyecto que utiliza la tecnología distribuida llamada Tangle, considerada pionera en el "Internet de las cosas”.
- Dash: es una popular criptomoneda P2P descentralizada de código abierto.
- Litecoin: es una alternativa rápida y barata al bitcoin.
ICOs
Uno de los mayores descubrimientos de 2017 son las ofertas iniciales de monedas (ICOs). Aunque la primera ICO se celebró hace unos años, ha sido en este año que acabamos cuando esta herramienta ha evolucionado a partir de un método poco conocido de recaudación de fondos en la comunidad blockchain hasta llegar a recaudar más de 4.000 millones de dólares.
Y esto ha sucedido a pesar de que una gran parte de los proyectos no tuvieron gran éxito o simplemente eran un fraude.
La principal ventaja de las ICOs es que proporcionan una oportunidad a las startups para recaudar fondos sin contar con un producto terminado e incluso sin estar obligadas a tener que rendir cuentas ante los reguladores. El boom de las ICOs ha permitido que proyectos de poco valor recauden fondos, o incluso que personas que querían comprarse un coche caro hayan podido recaudar unos cuantos cientos de dólares.
Sin embargo, el mercado de las ICOs ha empezado a mostrar signos de madurez a finales de este año. Los fundadores de startups han empezado a involucrar a asesores de Wall Street y a abogados experimentados, además, ahora las empresas se esfuerzan por contar con un prototipo del producto que pretenden desarrollar antes de iniciar la recaudación.
Al mismo tiempo, las ICOs se han enfrentado a una mayor atención por parte de las autoridades. Los representantes de los gobiernos y los bancos centrales de muchos países han advertido a los inversores sobre los riesgos de invertir en ICOs. Sin embargo, no son muchos los reguladores que han tomado medidas concretas. Las decisiones más notables de las autoridades comenzaron con el Banco Popular de China, que en septiembre prohibió las ICOs por completo y exigió devolver el dinero a los inversores, así como la decisión de la SEC, que en julio dijo que las ofertas iniciales de monedas podrían equipararse a la colocación de títulos. El resto de los países operan según modelos chinos o estadounidenses.
Política de las autoridades en diferentes países
Las autoridades de todos los países del mundo donde existe un sistema financiero más o menos desarrollado ya no pueden permitirse el lujo de ignorar este mercado, cuya capitalización supera los 500.000 millones de dólares y probablemente siga subiendo.
Son varios los motivos que han atraído el interés de las autoridades:
- No quieren perder el monopolio de la administración del dinero, al menos en su territorio.
- Temen que tan pronto como el mercado de las criptomonedas alcance a las masas (algo que ya está sucediendo), su volatilidad y la relativa inseguridad de los hackeos puedan causar pérdidas de fondos significativos por parte de grandes jugadores y personas comunes. En el peor de los casos, esto puede llevar a afectar a la estabilidad del mercado financiero e incluso a protestas sociales.
- Finalmente, las autoridades temen que el relativo anonimato de las criptomonedas haya facilitado el lavado de dinero y la financiación del terrorismo.
Al advertir sobre los riesgos de las criptomonedas descentralizadas, los bancos centrales están reconociendo el potencial de la tecnología en sí misma. Varios bancos centrales, por ejemplo, el Banco de Rusia y el Banco Popular de China, según sus declaraciones, están probando sus propios tokens. El Banco de Japón y el Banco Central Europeo están buscando oportunidades para usar el blockchain en la infraestructura de intercambio. Ben Bernanke, expresidente de la Reserva Federal, cree que las monedas digitales tienen "perspectivas a largo plazo".
Otros bancos centrales están estudiando cómo usar la tecnología de registro distribuido, pero el dinero virtual en sí mismo podría permanecer fuera del sistema oficial.