Recientemente, un intercambio de criptomonedas japonés ha sufrido el robo de monedas por valor de más de 500 millones de dólares, y este es solo el último de una larga serie de robos similares, lo que ha provocado que los usuarios empiecen a pensar en un nuevo tipo de intercambio menos vulnerable a los ataques. Sin embargo, tampoco son perfectos.
Los hackers suelen robar dinero de los intercambios de criptomonedas obteniendo acceso a una cartera online que almacena los fondos de los clientes.
En este sentido, los intercambios descentralizados como AirSwap, EtherDelta y otros están ganando cada vez más popularidad. Algunos de ellos están en desarrollo, otros ya han empezado a funcionar, pero lo que está claro es que son menos vulnerables ya que no almacenan los fondos de los clientes. En cambio, son los propios usuarios los que almacenan las claves privadas que les permiten acceder a sus cuentas y realizar transacciones directamente entre ellas, con una asistencia externa mínima.
La semana pasada, uno de los mayores intercambios de criptomonedas del mundo, Coincheck, sufrió el robo de medio millón de dólares en NEM. David Shin, fundador de la Asociación de Bitcoin de Hong Kong y presidente de la Sociedad Asiática de Tecnología Financiera de Singapur, dijo que "este incidente fue una clara prueba de que la infraestructura de las criptomonedas no debería depender de sitios e intermediarios centralizados".
Sin embargo, los intercambios descentralizados tampoco son completamente seguros: en diciembre, un pirata informático hackeó el sitio EtherDelta y lo reemplazó por uno falso, lo que le permitió robar los fondos de una gran cantidad de usuarios.
Incluso los ricos tienen que tomar medidas extremas para garantizar la seguridad de sus claves secretas. Por ejemplo, Cameron y Tyler Winklevoss, quienes se han hecho multimillonarios gracias al rápido crecimiento del precio del bitcoin, imprimen sus claves de acceso, las cortan en trozos y las ponen en las cajas fuertes en diferentes extremos de Estados Unidos, según le dijeron al New York Times.
Puesto que los intercambios no suelen verificar los documentos de los usuarios, es imposible devolver los fondos robados, y el sistema blockchain garantiza que los registros no sean modificados.
Matt Suiche, fundador de la empresa de seguridad Comae Tecnologies, dijo:
"Si se produce una transacción fraudulenta en un intercambio descentralizado, simplemente no se puede revertir. Es posible rastrear a un delincuente hasta que este cambia la moneda por otra criptomoneda, momento en el cual se pierde todo rastro".
Sin embargo, algunos creen que tarde o temprano se encontrará una solución.
Lukas Nuzzi, analista senior de Digital Asset Research, dice:
"Es muy posible que algún día la mayor parte del volumen de negociación provenga de intercambios descentralizados, pero primero es necesario resolver los problemas de regulación, seguros e impuestos. Al mismo tiempo, estos intercambios ya están procesando millones de dólares en tokens al mes".
Los nuevos intercambios descentralizados están apareciendo rápidamente. Desde principios de otoño, se han abierto siete intercambios basados en la tecnología 0x, y cinco más abrirán pronto.
Al mismo tiempo, según Bloomberg haciendo referencia a los datos del sitio 0xtracker.com, el intercambio Radar Relay, lanzado en octubre y que cuenta con inversiones de Blockchain Capital, durante el último mes ha realizado pagos por un total de 40 millones de dólares. Alan Curtis, el jefe de Radar, dice:
"Resulta difícil conseguir que la gente se pase a los intercambios descentralizados, es comprensible".
Pero la gente le tiene miedo a los piratas informáticos". El intercambio descentralizado ShapeShift, que procesa hasta 35.000 transacciones al día, fue pirateado en 2016, pero sus usuarios no perdieron sus fondos.
Tal y como dijo un portavoz de la compañía por teléfono, "este es un muy buen ejemplo: fuimos pirateados y no pasó nada". ShapeShift intenta protegerse del riesgo de los hackers prohibiendo a sus empleados que informen sobre sus apellidos.