¿Es posible destruir el bitcoin?
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Desde la desconexión ubicua de Internet hasta la extracción de bloques vacíos: le contamos cómo es posible infligir un daño significativo a la criptomoneda o incluso destruirla.

Además de la seguridad y la privacidad de sus monedas, también hay otros asuntos en torno a la estabilidad y la seguridad del bitcoin (Bitcoin) que merecen nuestra atención. Estos riesgos son endémicos en el diseño del bitcoin y en su joven ecosistema, y normalmente se escapan de nuestro control. Aunque sea poco lo que podamos hacer con respecto a ellos como individuos, comprender estos riesgos nos ayuda a entender el bitcoin en su conjunto y nos permite decidir mejor hasta qué punto podemos confiar en la red.

Sus defensores advierten que el bitcoin es una red descentralizada que nadie puede controlar. De hecho, es imposible clausurar el experimento de la criptomoneda, ni siquiera sus usuarios saben cómo hacerlo. Está claro que hay métodos bastante evidentes para frenar el bitcoin, pero normalmente generan más complicaciones y son en sí mismos muy complejos. ¿Qué podría hacer una organización para que el bitcoin pierda su valor?

1. Clausurar Internet

¿Cómo se clausura Internet? Aparte de la gran cooperación que haría falta por parte de entidades privadas y gobiernos, no sabemos cómo hacerlo. La red se diseñó en parte para que tuviera continuidad aun en el caso de un ataque nuclear y no cuenta con un desactivador de emergencia. Internet es también muy resistente a ataques, y la información podría recorrer cada sección clausurada.

Aunque se anularan o se dañaran partes importantes de Internet, la banda ancha necesaria para el bitcoin (actualmente como mínimo 1 MB por cada diez minutos) tendría posiblemente el suficiente tamaño para difundirlo eficazmente a través de las ondas de radio o la red telefónica.

Y además de todo esto, ¿existe alguna organización que desee realmente acabar con Internet? Tiene otros muchos usos, como por ejemplo enviar fotos de gatos. El perjuicio económico causado por el cierre de Internet sería gigantesco, y hasta es probable que costara vidas.

2. Destruir todos los nodos y mineros

La red del bitcoin la integran individuos, grupos y organizaciones que operan su propio software de bitcoin en sus portátiles, teléfonos e incluso en Rasperry Pis. Algunos de estos participantes también operan chips para ordenadores destinados para este fin, los llamados mineros de bitcoin, que intercambian electricidad por bitcoins. Es una especie de lotería digital donde aquellos que hacen que la red sea más segura pueden ganar bitcoins.

Aunque algunos de estos mineros de bitcoin y nodos son altamente visibles, lo lógico es que no estén interesados en desactivar sus propios sistemas de forma voluntaria. Sería posible intervenir o destruir a algunos mineros o nodos, pero esto solo haría que minar bitcoins fuera más rentable para quienes operan de forma clandestina.

Como respuesta, el minado de bitcoin funcionaría de forma subyacente y los nodos se esconderían detrás de las VPNs y de la red Tor. Siempre que se pueda ganar dinero con el minado de bitcoin, la gente se arriesgará para poder participar. Por ejemplo, el minado de bitcoin sigue siendo atractivo en Venezuela, donde el bitcoin es ilegal.

3. Ilegalizar el bitcoin

Si el Estado declarara ilegal el bitcoin sería mucho más difícil comprar mineros de bitcoin, cambiar bitcoins por dinero fiat, o aceptarlo como método de pago en las tiendas. Pero al igual que ocurre en los mercados farmacéuticos (que en cierta medida también están impulsados por el bitcoin), la gente está mucho más dispuesta a infringir las leyes para conseguir beneficios, y los seudónimos empleados para el bitcoin harán que sea complicado rastrear a sus inversores, propietarios y usuarios.

4. Minar bloques vacíos de bitcoin

La única forma de garantizar la detención y la devaluación del bitcoin es participando uno mismo en la red y alterándola desde dentro.

Va inherente a la naturaleza anarquista del bitcoin que cualquiera pueda participar en el sistema de forma anónima siempre que se atenga a las reglas establecidas en el software del bitcoin. Por ejemplo, no hay nada que establezca que los bloques tengan que rellenarse con transacciones para ser válidos, de manera que un minero simplemente podría en teoría minar los bloques vacíos.

Si todos los bloques estuvieran vacíos, nadie podría realizar transacciones en el blockchain del bitcoin, y sin la capacidad de enviar dinero, no valdría para nada.

Con solo el 10% de la energía computacional total, una organización podría ralentizar significativamente la red bitcoin. Si se extienden las operaciones fraudulentas finalmente se llega al 50% de la potencia total de hash, lo que permite mantener todos los bloques vacíos.

Los nodos del bitcoin aceptan como válidos los blockchain más largos, por lo que si un grupo tiene más del 50% de la potencia total hash al final podrá crear una cadena más larga que la anterior, son los mineros buenos, quienes prefieren rellenar sus bloques con transacciones.

El fundador del bitcoin, que usa el seudónimo Satoshi Nakamoto, explica lo siguiente:

“La carrera entre la cadena buena y una cadena atacante puede describirse como un Camino Aleatorio de distribución Binomial. El éxito se refleja en la cadena buena ampliada en un bloque que aumenta su línea en +1, y el fracaso viene representado en la cadena del atacante ampliada en un bloque y reduciendo el espacio en -1”.

Preparado por José Rodríguez

Fuente: Tech Radar

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