Durante el último año, los inversores, empresarios y expertos no han dejado de hablar sobre los security tokens o tokens de inversión. Le explicamos por qué han causado tanto revuelo.
Mientras 2017 fue el año de los tokens de utilidad, 2018 es el año de los tokens de valor. Se trata de algo más que de un cambio semántico; significa que vamos a ver menos recaudación de capital público y más capital procedente de inversores institucionales; menos promesas sobre el futuro de compañías en fase inicial, productos por desarrollar pero un incremento bastante mayor de rondas de inversión de compañías con demostradas capacidades. Ya no hay entidades que busquen eludir las leyes, en cambio, sí hay empresarios que persiguen la protección regulada.
No se tardó mucho. La combinación del vigor en las regulaciones en constante aumento en todo el mundo, bajo el liderazgo de la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. (SEC), un enfoque inversor más realista y las numerosas dificultades a las que se enfrentan los tokens en sus esfuerzos por ser aceptados por los mercados financieros tradicionales, ha llevado a los empresarios a entender que la ventana abierta en 2017 ahora está cerrada. En consonancia, las inversiones en el campo han caído de forma significativa durante los últimos meses.
Además, los recientes estudios muestran que muchas de las ICOs que se tramitaron en 2017 eran fraudulentas, los productos o servicios que subyacían detrás nunca se ofrecieron y los tokens vendidos no se pudieron operar. Algunas de estas compañías tuvieron una vida muy corta. Todas ellas han causado un rápido decrecimiento del apetito por ICOs arriesgadas, sobre todo a la luz de los beneficios que caían en picado.
Pero el mercado de las inversiones no descansa nunca. Los empresarios de talento que descubrieron el mundo del blockchain y las muchas ventajas que representa han buscado otros lugares para invertir y los tokens de valor están causando furor.
La lógica es simple: en vez de crear un modelo de negocio complejo con una moneda que representa un producto o servicio (y por tanto, conforme a ciertas definiciones, no está sujeto a las engorrosas leyes de valores), llamemos a las cosas por su nombre - así se creó el token de valor, equivalente a un valor en bolsa. Como tal, el token está sujeto a las leyes de valores desde el comienzo, y se emitirán en consonancia.
¿Cuál es la diferencia entonces entre una oferta de token de valor (de sus siglas en inglés STO) y una oferta pública inicial (de sus siglas en inglés IPO)? Aparentemente la diferencia no es insignificante, tanto en términos de derechos añadidos al token como en términos del correspondiente mercado.
Los tokens de valor pueden generar una serie de derechos, como la propiedad, la participación en beneficios, votos, deuda, etc. Un interesante uso posible es la propiedad fraccional. El objetivo es dividir los derechos sobre activos valiosos tangibles e intangibles en unidades negociables.
Tomemos por ejemplo un activo inmueble o una obra de arte valiosa. La unidad de derechos se vende a múltiples inversores, quienes pueden disfrutar de futuras rentas o de ingresos de explotación de forma prorrateada. Puede sonar a una participación, pero hay varias diferencias:
- En primer lugar, la ejecución de la participación va vinculada a la de toda la compañía, que puede tener otros negocios, mientras que, con los tokens de valor, la actividad económica puede estar ligada, a través de un contrato inteligente, exclusivamente a los activos subyacentes sin interferencia externa.
- En segundo lugar, un token permite mayor liquidez puesto que puede negociarse frente al resto; de esta forma, los inversores pueden modificar y actualizar sus carteras precisamente para cumplir sus intenciones.
Otra ventaja de los tokens de valor son los mercados. En comparación con los mercados de valores que existen actualmente, los intercambios de tokens en evolución parece que serán mundiales (permitirán su registro y operaciones sin barreras geográficas), operarán las 24 horas del día, con menos intermediarios y con un proceso integrado de validación inmediata.
Gracias a la tecnología blockchain y a los contratos inteligentes, la validación, el registro y la transparencia en las transacciones pueden aportar certeza a las partes considerando la validez de la transacción y el registro de derechos complementarios, entre el vendedor y el comprador, así como hacia terceras partes. Hay quien dice que los costes de transacción serán también significativamente bajos, y que el proceso sería por tanto mucho más eficaz que la venta de valores llevada a cabo actualmente.
Suena fantástico ¿verdad? Y entonces, ¿por qué nadie gana dinero con los tokens de valor? Para que esto ocurra hacen falta dos cosas: en primer lugar, que el token de valor se emita conforme a las leyes de valores vigentes, lo que por lo general significa que la oferta debe ajustarse a una de las exenciones establecidas por la ley. En este negocio, todo el mundo acata las leyes americanas, que establecen varias exenciones (como REG CF, REG D, REG A+). Cada una contiene distintas condiciones, pero el principio predominante es que si la oferta se cumple, la emisión se libera de algunas de las obligaciones impuestas en las ofertas públicas ordinarias.
La segunda condición puede parecer técnica, pero marcará en gran medida la dirección en la que irá la evolución de este sector. Para que los tokens de valor sean verdaderamente negociables hacen falta cambios seguros. Durante los pasados meses se han producido algunos intercambios que comenzaban a buscar aprobaciones regulatorias. Su modus operandi final no está aún del todo claro, pero ya se pueden identificar varias direcciones.
No todos los tokens pueden operarse en estos intercambios. Solo se autorizará la oferta de los tokens de valor que satisfagan las leyes que regulen su emisión. Esto significa que muchos de los tokens de utilidad que hemos visto en los últimos años no se registrarán en estos intercambios.
Además, las leyes que regulan los intercambios exigirán procesos adecuados en su información y publicación que aporten a los inversores una imagen fiable de la actividad empresarial que subyace detrás. Finalmente, las leyes tradicionales sobre valores, como por ejemplo la relativa al comercio justo; sobre la información privilegiada y la manipulación del mercado, también serán de aplicación a los tokens de monedas.
En los próximos meses se verá si los tokens de valor son de verdad un gran avance. En cualquier caso, el comercio de los tokens de valor es un escenario mucho más seguro que el salvaje oeste de los tokens de utilidad, y será más probable que fluyan de estas transacciones inversiones institucionales más “tradicionales” (que es donde está de verdad las grandes sumas).
Los empresarios que aprovechen estas nuevas vías, cumplan con las leyes y se adapten a las exigencias del mercado, podrán generar importantes ventajas de negocio.