Las ICOs han ganado gran popularidad durante los últimos años como un medio alternativo de financiación, especialmente en la región de Europa Central y Oriental.
La financiación puede ser un tema difícil de resolver para las startups. ¿Son las ICOs una buena opción para las startups de Europa Central y Oriental?
¿Qué es una ICO?
Una oferta inicial de monedas o ICO es un mecanismo de recaudación de fondos que facilita la obtención de capital a través de una venta al por mayor basada en un blockchain. Se trata del equivalente blockchain a una oferta pública inicial de acciones tradicionales.
Sin embargo, a diferencia de una OPI, los participantes en una ICO no reciben una participación en el capital de la empresa a través de los tokens emitidos como parte del proceso. Esencialmente, el inversor está apostando por los flujos de caja futuros que el proyecto generará y que acabarán aumentando el valor del token. En otras palabras, la inversión es totalmente especulativa.
La práctica apareció en 2014, cuando la empresa líder en criptomonedas ethereum recaudó 18,4 millones de dólares en tan solo 42 días. Durante los años siguientes, la propia plataforma ethereum se convirtió en la red sobre la que las empresas llevan a cabo sus ICOs.
¿Cómo funciona?
A la hora de celebrar una ICO, una empresa crea un libro blanco o white paper que establece exactamente cuál es el concepto que se esconde detrás de la oferta, explicando cuál será la utilidad de la moneda o token en cuestión. Esto se acompaña de una página web, junto con medios auxiliares de marketing, que aclaran a un nivel más fundamental el concepto que la empresa pretende desarrollar.
Se fija una fecha para la venta al público de los tokens y se establecen los parámetros para la venta. Se establecen otros fundamentos, como el precio al que la empresa ofrecerá los tokens a los posibles compradores y el nivel mínimo de venta de tokens que debe alcanzarse.
¿Qué beneficios aportan las ICOs a las startups?
La recaudación de fondos a través de ICOs ofrece una gran ventaja a las startups, ya que no implica la pérdida de derechos de voto o financieros, como sucede con las acciones tradicionales. Los fundadores pueden disponer del capital obtenido a través de la ICO y desarrollar sus proyectos sin tener que renunciar a la propiedad de la empresa.
Las ICOs amplían la base de inversores potenciales de forma significativa. La barrera geográfica de entrada para los inversores es mucho menor. Además, cuando se buscan medios convencionales de recaudación de fondos, las rondas de financiación suelen reservarse para los inversores institucionales. Además, el proceso puede ser menos costoso y requerir menos tiempo en comparación con otros tipos de recaudación de fondos, en particular, las salidas a Bolsa tradicionales.
Además, una oferta inicial de monedas suele proporcionar financiación durante las primeras etapas de desarrollo de una empresa. En esta etapa no suele haber suficientes garantías para la financiación de la deuda, mientras que una OPI sigue siendo demasiado cara.
Para las startups relacionadas con el blockchain, existen otras ventajas. Los proyectos blockchain suelen trabajar en su propio protocolo específico, similar a un estándar técnico. La entrega de un token puede atraer la atención de la comunidad de desarrolladores. Por lo tanto, una ICO puede ser considerada como una forma de “prueba beta” de la tecnología.
Además, a medida que la ICO pone en marcha el uso del protocolo blockchain, esa mayor popularidad puede atraer a más usuarios.
Desventajas de las ICOs
El primer aspecto que hay que considerar es el hecho de que las criptomonedas todavía se encuentran en sus primeras etapas de desarrollo. Hasta ahora, la mayoría de las ICOs han sido lanzadas desde la plataforma ethereum. Si las startups mantienen sus fondos en tokens ethereum después de celebrar la ICO, su valor podría variar debido a la volatilidad de la criptomoneda.
La gran mayoría de los tokens ofrecidos a través de ICOs no tienen como objetivo proporcionar capital en ningún activo subyacente. Si el proyecto fracasa, es probable que los inversores simplemente pierdan el 100% de sus fondos. Junto con una tecnología bastante verde, esto significa que las ICOs serán clasificadas como una inversión de alto riesgo. Es probable que esto reduzca el alcance de los posibles inversores.
Además, en un ICO, la empresa tiene que fijar el precio de los tokens en relación con el valor percibido en la propuesta de negocio en ese momento.
Esto es muy diferente de la financiación inicial tradicional. La ventaja de empezar con cantidades más pequeñas de financiación significa que se pueden subir los precios de las acciones cuando la empresa madura y es menos arriesgada.
La cantidad que los inversores estén dispuestos a pagar por los tokens reflejará este riesgo en una fase temprana. El valor recaudado durante la ICO podría ser mucho menor que el valor que la empresa (capitalización de mercado) pueda alcanzar en el futuro. En este sentido, los inversores de capital de riesgo argumentan que, al igual que la emisión de acciones en una OPI diluye el valor, la emisión de tokens en una ICO hará lo mismo.
Tal y como se ha mencionado anteriormente, las startups blockchain han utilizado las ICOs para atraer la atención sobre sus protocolos. Sin embargo, esto conlleva el riesgo competitivo de exponer su tecnología, a menudo el código de software, al público.
Además de las dificultades de crecimiento de la tecnología y del mercado, los reguladores han empezado a prestar atención a este sector. En la mayoría de los casos, hay una falta de claridad normativa. Esto ha llevado a que algunas startups se vean perjudicadas por las autoridades reguladoras, incluso en la región de Europa Central y Oriental.
ICOs en Europa Central y Oriental
En 2017, las startups de Europa Central y Oriental representaron un asombroso 20% del total de los fondos recaudados a través de ICOs a nivel internacional. En 2018, las ICOs representaban el 16% de todas las formas de financiación inicial en Europa.
Sin embargo, las condiciones del mercado dieron un giro desfavorable para las ICOs en 2018. El mercado bajista en el sector de las criptomonedas tuvo un efecto amortiguador en las empresas que habían celebrado una ICO. La mayoría de las ICOs dependían de inversores en bitcoin o ethereum. Como consecuencia de la dramática caída de los precios de las criptomonedas, las startups que mantenían sus fondos en esas monedas también vieron caer repentinamente el valor de su capital. Como resultado, las startups terminaron con un capital significativamente menor del que habían previsto originalmente.
Otro aspecto que afectó a esta drástica caída fue la falta de claridad normativa. Hasta ahora no ha habido suficiente seguridad en cuanto a las normas que deben ser aplicadas a las ofertas iniciales de monedas.
El pasado mes de noviembre, la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) de EE. UU. adoptó una postura reguladora clave. El organismo emitió una declaración sobre la emisión y la negociación activos digitales que provocó cierta consternación entre todas las empresas implicadas en las ICOs. El regulador adoptó una serie de medidas en contra dos empresas argumentando que sus ICOs no cumplían con la ley de valores de Estados Unidos.
En la región de Europa Central y Oriental, existe igualmente mucha incertidumbre en otras jurisdicciones en relación con las ICOs y cómo son consideradas en términos de las leyes de valores. Como consecuencia de la acción de la SEC, la empresa Inlock, con sede en Budapest, se vio obligada a detener su venta de tokens cuando la empresa revisó la legalidad de la oferta. Cuando finalmente se produjo la venta, las consecuencias de la postura de la SEC, junto con una nueva recesión del mercado, hicieron que la empresa se quedara con tokens no vendidos después de la ICO.
Durante los últimos meses, muchos comentaristas de la industria han afirmado que el mercado de las ICOs ha muerto. Sin embargo, parece que es más probable que no se trate más que de una pausa temporal.
Un argumento clave para los que están a favor de reactivar las ICOs es que la regulación está simplemente obsoleta. Muchos creen que las criptomonedas y las ICOs no deberían estar sujetos a las anticuadas leyes de valores. En consecuencia, han surgido una serie de propuestas para eximir a las criptomonedas y a las ofertas de tokens de las regulaciones existentes.
Mientras tanto, los empresarios de los países de Europa Central y Oriental no deberían ignorar las ICOs a la hora de planificar la financiación de sus startups. Sin embargo, esa consideración debe ser estudiada a fondo.
Debido a su novedad, las ICOs son innovadoras pero todavía arriesgadas. Dada la magnitud de los factores implicados en el proceso - desde el legal y regulatorio hasta el de gobernabilidad - y observando que las condiciones del mercado no siempre son favorables, es una decisión que no debe ser tomada a la ligera.