No hay país en el que no puedas encontrarlas. Algunas son modificaciones de las hamburguesas americanas clásicas, otras son el resultado de la cocina local. Os presentamos una lista con la que se os va a hacer la boca agua.
Puede que se trate de la mayor exportación de los Estados Unidos: la hamburguesa. No importa a qué lugar del mundo, siempre existe una indestructible tendencia alimentaria en auge. En la fachada de un pequeño puente de ladrillo cerca del distrito financiero de São Paulo, Faria Lima, vi un rótulo que decía «La mejor hamburguesa del mundo». En Londres, me encontré una cola por la calle Commercial Street del barrio Shoreditch para probar la Smokey Bandit Burger. He visto hombres en Hong Kong pelearse a puñetazos por la mejor hamburguesa a su parecer. Es un tema que levanta pasiones, gráficos complejos e incluso indicadores económicos. Aquí le presento algunas de mis favoritas pero por favor, no me dé un puñetazo.
Una hamburguesa de MeatLiquor en Londres
Calle Bleecker St.: una visita rápida al mercado Spitalfields Market y rápidamente habrá encontrado un hogar permanente. La hamburguesa es más jugosa y suculenta de lo habitual por su alto contenido graso superior a las hamburguesas convencionales. Además, está hecha con vacuno añejo que le proporciona una toque de sabor más intenso. El único inconveniente es que estas hamburguesas son más pequeñas que la mayoría, lo que con seguridad puede tentarle a comerse dos.
Bar Boulud: del Chef Daniel Boulud, se espera más sofisticación y precios más altos. Pídase la Frenchie que va acompañada de cebollas pochadas, queso Morbier, rúcula picante y tomate prácticamente caramelizado.
MeatLiquor: parte del imperio MeatMission, es la mejor cuando se trata de las elecciones informales de comida rápida. Pídase la Dead Hippie, una doble de carne cocinada al punto y servida sobre una cama de lechuga picada, lo ideal para absorber su picante salsa secreta.
La hamburguesa Black Label de la taberna Minetta Tavern
21 Club: esta es la opción clásica para la comida empresarial. Cómase una hamburguesa y cierre un trato. Sigue siendo una de las mejores porque se acerca al modelo clásico: una hamburguesa gruesa, formada a mano y sin adornos, servida con lo que usted quiera. Gana puntos adicionales por el glamur histórico del local.
J.G. Melon: un habitual del barrio Upper East Side que permanece firmemente enraizado a su determinación de no cambiar o expandirse. Podría traerse a sus amigos, padres o su abuela al local. La hamburguesa Melon es la más parecida a la típica cena del antiguo Nueva York. Me quedo con la hamburguesa con queso (estadounidense por supuesto), pepinillos y cebolla roja.
Taberna Minetta Tavern: la Burger «21» para la época moderna. Pídase la Black Label, el maestro carnicero Pat LaFrieda confecciona la mezcla que es secreto de estado (se reveló que contiene el toque embriagador del steak añejo). Lo mejor se debe a la mantequilla clarificada que rocía la hamburguesa y a las cebollas perfectamente pochadas.
Una BBQ Bacon Cheeseburger en Caliburger
The Butchers Club: multitudes de empresarios que aguardan bajo el calor por una razón: es una hamburguesa de calidad extraordinaria hecha de vacuno añejo australiano.
Caliburger: líder del mercado de la comida rápida por su combinación de sabores y precio. Se avergonzaría de compararla con McDonald’s (así que no lo haré). Su salsa picante y su simplicidad casi mecánica son lo que alimenta las pasiones de los comerciantes hambrientos aquí. Pídase las alitas también.
Burger Circus: un viaje al Ohio de los 50 bajo las estrellas de Hollywood Road (piense en kitsch Shake Shack). La del local es una hamburguesa fina de vacuno con queso, lechuga, tomate y cebolla, salsa barbacoa y bacon si se atreve. La sorpresa llega con los batidos malteados o con helado encima y los cocktails.
Una hamburguesa con pepinillos, queso, bacon y mayonesa de rábano en Meats
Meats: clásicamente estadounidense con acompañamientos exóticos y condimentos aprobados por Sampa como la miel de Wasabi o la salsa de manzana verde dulce. Aunque personalmente prefiero quedarme con lo clásico para saborear la diferencia entre la carne de la hamburguesa con ternera brasileña y la argentina.
Z Deli: una especialidad judía que te lleva a la mesa el servicio al más puro estilo neoyorquino, multitudes y la hamburguesa perfecta en la misma línea que la J.G. Melon sobre la que está diseñada. Traducción: sin adornos, cubierta de queso estadounidense, bacon y lechuga iceberg. La única diferencia son las palmeras de la calle.
Burger Table: el Chef Manuel Coelho está obsesionado con la calidad de la carne, el contenido de grasa y la preparación. Por ello, se ha convertido en mi hamburguesa favorita de Brasil porque sabe como las que me gusta hacer en casa: poco prensada para que no parezcan discos de hockey y perfectamente cocinada en la barbacoa de carbón de leña adecuada.
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