Sí, Grecia está en conversaciones con el FMI y amenaza con salir de la eurozona- la ira de los dioses antiguos. Grecia se ha negado recientemente a realizar un pago y por lo tanto ha dado lugar a un nuevo episodio de esta saga épica. El impago de la deuda es posible, ya se ha hecho antes en otros países, por lo que le ofrecemos mirar atrás y ver lo que ha sucedido en el país desde el anuncio y cómo hicieron frente a una situación similar Rusia y Argentina.
La historia de cataclismos económicos del pasado muestra que los cambios en los valores monetarios pueden funcionar como una válvula de escape que alivia la presión sobre la economía de un país de forma rápida, aunque no sin consecuencias dolorosas. La depreciación masiva permite a los países ser más competitivos a nivel internacional, lo que les ayuda a recuperarse más rápido.
Los gráficos que se muestran a continuación comparan las diferencias en los tipos de cambio antes y después de que tuvieran lugar otras cuatro perturbaciones que alteraron los mercados. El impago de Rusia en 1998, el de Argentina en 2001, la situación de Estados Unidos antes y después de la caída de Lehman Brothers en 2008 y la reestructuración de la deuda griega en 2012. El impago de la deuda por parte de Rusia y Argentina tuvo una grave repercusión en sus divisas.
En el caso del dólar estadounidense, los resultados fueron variados. Grecia es parte de la eurozona y por lo tanto su divisa en 2012 sufrió un impacto de diversa índole.
Los siguientes gráficos muestran los efectos sobre el producto interior bruto. Los resultados indican que los impagos de Argentina y Rusia produjeron un boom en su economía, ya que experimentaron una fuerte recuperación. El crecimiento fue mucho más lento en EE. UU. (aunque en este país se produjeran los mayores casos de quiebra de empresas, no se llegó a una situación de impago de la deuda soberana) y en Grecia.
La tasa de desempleo en Argentina y Rusia también experimentó un punto de inflexión de mejora, mientras que la población activa de EE. UU. y Grecia tuvo que sufrir el retraso de la recuperación económica.
La diferencia entre lo que ocurrió en Argentina y Rusia con la situación en Grecia es que este país es miembro de la eurozona, mientras que Argentina y Rusia se benefician de sus propios tipos de cambio. Esto significa que Grecia no se puede aprovechar de las ventajas de una moneda mucho más barata sin abandonar primero el euro, algo que han descartado las autoridades del país.
«El problema de Grecia es que un impago de la deuda sin la consecuente devaluación monetaria permite ganar tiempo pero no resolverá los problemas económicos», indicó George Magnus, asesor económico superior para el UBS AG en Londres. «Si Grecia decidiera no pagar su deuda y mantenerse en la eurozona, la opción de la devaluación no existiría, por lo que no está claro si en Grecia se produciría una recuperación del crecimiento».
«Este baile que está teniendo lugar en este momento podría continuar durante cierto tiempo», indicó.
El pasado viernes Grecia debía hacer realizado un pago de 305 millones al FMI, pero en su lugar, agrupó 4 pagos programados para este mes en un único depósito para finales de junio.