El pronóstico del «tiempo» de Credit Suisse
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Credit Suisse ha presentado sus previsiones para la economía de Estados Unidos, Japón, China y Europa en el segundo semestre del año.

A finales de 2014, EE. UU. era la única esperanza dentro de las principales economías mundiales. El crecimiento en China sufría una ralentización, Europa flirteaba con la deflación y Japón estaba saliendo de la recesión. Sin embargo, la notable economía del pasado año pinta mucho peor en 2015. Las cifras revisadas muestran que el PIB de EE. UU. se contrajo un 0,7 por ciento en el primer trimestre.

Un estudio reciente del Banco de la Reserva Federal de San Francisco muestra que los primeros trimestres en EE. UU. han sido excepcionalmente débiles durante los últimos 25 años, incluso tras los ajustes estacionales. Si cree se puede culpar a las anomalías estacionales o a la debilidad estructural por la fuerte caída en 2015, Credit Suisse asegura que las cosas van a mejorar tanto en EE. UU. como en el resto del mundo. Lea a continuación las previsiones del banco para la segunda mitad del año en las principales economías mundiales.

EE. UU.: Rápida recuperación

El fuerte descenso de los precios del petróleo durante la última mitad de 2014 tuvo sus ventajas e inconvenientes. El 4,4 por ciento del aumento interanual en el gasto de los consumidores en el cuarto trimestre fue el mayor que se produce desde 2006, un súbito aumento que puede atribuirse al ahorro de los consumidores en los surtidores. Sin embargo, la desaceleración pronunciada en la actividad perforadora de las empresas petrolíferas estadounidenses contribuyó a una bajada en la producción industrial, en la inversión y en los pedidos de bienes de capital a principios de 2015.

James Sweeney, Economista Jefe del banco de inversiones Credit Suisse espera que la combinación de un mercado laboral fuerte y del petróleo barato continúe potenciando las ventas al por menor. También se espera que acelere el ritmo de la producción industrial (una medida escalonada en tres meses) en los próximos meses. En general, los economistas de Credit Suisse prevén un crecimiento del 2,2 por ciento del PIB en 2015.

Un alza económica allanaría el camino para que la Reserva Federal aumentara los tipos de interés, algo que Credit Suisse cree que sucederá en septiembre. Durante una reciente teleconferencia con los inversores, Sweeney expuso dos situaciones hipotéticas tras el aumento.

  1. La subida de los tipos de interés descarrilará el crecimiento económico.
  2. La economía avanza a trompicones, dejando a los participantes en el mercado de bonos en un régimen «más bajo por más tiempo» que se pelean para revisar sus estrategias. La volatilidad del mercado se dispara.

De cualquier manera, el mundo tras la decisión de la Reserva Federal parece ser incierto.

Europa: Que siga la fiesta

Al igual que en EE. UU. el petróleo barato ha tenido un efecto notable en el gasto de los consumidores europeos. A diferencia de EE. UU., el efecto ha continuado en 2015, aumentado por el programa de expansión cuantitativa anunciado el pasado enero. El sistema financiero europeo, un freno para la economía regional, también está mejorando gracias a la conjunción de la intervención del banco central y los resultados ampliamente positivos de las pruebas de tensión realizadas el pasado año. Los volúmenes de préstamo están altos y los tipos de interés sobre esos préstamos están cayendo.

La combinación de ahorro por combustible más barato, un sistema financiero más funcional, flexibilidad monetaria y un euro barato deberían mantener la trayectoria económica de la región durante la segunda mitad del año. A pesar de que algunos inversores comienzan a estar preocupados porque esa mejora pudiera llevar al banco central a reducir sus compras de activos, Neville Hill, copresidente del Estudio sobre la renta fija y la economía internacionales, asegura que, al 0,5 por ciento, la inflación subyacente aún es muy baja para que el BCE considere tal movimiento. El riesgo real para la región es que Grecia no va a lograr alcanzar un acuerdo con sus acreedores.

Japón: Estabilización tras los impuestos

El aumento de impuestos puede traer largas colas. Un amenazante aumento del impuesto de ventas en abril de 2014 desencadenó un fuerte gasto de los consumidores, de inversión de los hogares y proyectos de infraestructura públicos en 2013 y principios de 2014. Sin embargo, ya a comienzos del otoño de 2014, el gasto de los consumidores descendió fuertemente. Para empeorar más las cosas, el aumento de la inflación de los alimentos compensó algunos de los ahorros de los que los consumidores estaban disfrutando debido al precio más barato del petróleo.

Los economistas de Credit Suisse, sin embargo, dicen que la demanda doméstica debería recuperarse este año. Mientras tanto, ha habido una fuerte demanda extranjera de productos japoneses y se espera que la tendencia se mantenga. Aún así, se espera que la economía japonesa solo crezca un 0,7 por ciento en 2015, que es mayor que el crecimiento plano de 2014, pero que sigue sin ser impactante. El Banco de Japón puede aún añadir medidas para el estímulo en 2015. Manténganse atentos.

China: Intentando ganar terreno

¿Recuerdan cuando fue noticia el que las autoridades chinas «solo» aceptarían un crecimiento del 7,5 por ciento? En el primer trimestre de 2015, el crecimiento económico de China se ralentizó a un 5,3 por ciento sobre una base trimestral desestacionalizada, la proyección más mediocre desde 2006. Credit Suisse confía en que el gobierno chino inyecte más liquidez al sistema recortando los requisitos de reservas para los bancos y permitiéndoles obtener más préstamos del banco central. También es posible que haya más gasto público en infraestructuras.

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