Hay una tendencia general por parte de los gobiernos y el sistema bancario internacional para evolucionar hacia una economía sin dinero físico. ¿Cuáles son las condiciones de esta transición?
Estoy un poco sorprendido del bajo nivel de resistencia mostrada a la tendencia de los gobiernos y del sistema bancario a evolucionar rápidamente hacia una sociedad sin dinero físico.
Cuando leo secciones de comentarios de blogs y webs de noticias, una de las principales respuestas que encuentro en relación a estas preocupaciones es que los que vienen de EE. UU. argumentan que se trata de una «propuesta legal», como si eso fuera a impedir la evolución de lo que ya se ha convertido en una iniciativa en muchos países.
A continuación se enumeran una serie de razones que encontré para justificar por qué deberíamos avanzar hacia una sociedad sin dinero físico. Estas razones son de diferentes países y ninguna de ellas proviene del mismo.
Razones
No resulta sorprendente que se haga más énfasis en el tema del terrorismo, ya que pocas personas están dispuestas a discutir de forma lógica sobre este asunto debido al uso de la retórica, que genera distintos tipos de emociones y hace que los que se oponen a la eliminación del dinero físico parezcan no tener una postura sólida en relación al tema o que incluso se muestren solidarios al respecto.
Teniendo eso en cuenta, me gustaría analizar las implicaciones de eliminar el dinero físico como forma de realizar transacciones y de cómo los inversores deberían proceder.
Transferir capital a una cuenta de operaciones
En lo que se refiere a un inversor, creo que es necesario tomar medidas para limitar la posibilidad de ser acusados de haber cometido una irregularidad en EE. UU. si transferimos dinero a nuestras cuentas de inversiones para hacer una operación.
Imagine que su dinero quedase congelado durante un largo periodo de tiempo y no puede hacer negocios con ese capital. Tendríamos que transferir más de 10.000 dólares, lo que no supondría un problema para nosotros, ya que se requiere a los bancos que informen a las autoridades al respecto y no debería considerarse un riesgo muy elevado.
El gobierno está pendiente de aquellos que realizan transferencias de cantidades por debajo de los 10.000 dólares, ya que se puede pensar que una persona o empresa está intentando evitar la exigencia de declarar los 10.000 dólares. Estos casos despiertan más atención por parte de las autoridades que los que transfieren más de 10.000 dólares.
Otro factor que hay que tener en cuenta es la realización de transferencias a su cuenta desde diferentes fuentes y en intervalos escalonados, por una cantidad total que supera los 10.000 dólares. Es muy probable que las autoridades investiguen estos casos, por lo que es algo que debe evitar.
No tenemos que esperar a que se implante una economía totalmente exenta de dinero físico en EE. UU., ya que es una condición sobre la que nos basamos en la actualidad. No obstante, a medida que nos acercamos a esa posibilidad, si de hecho se implantara, todo esto se intensificaría más y tendría que tener mucho cuidado al transferir cantidades, especialmente capitales de inversión que pensamos utilizar en un futuro próximo. Es horrible pensar no solo en la pérdida de una gran oportunidad de negocio, sino también en la posibilidad de quedarnos con nuestro capital retenido un largo periodo de tiempo sin que podamos retirarlo.
En el caso de que fuera posible lo mejor es o bien transferir más de 10.000 dólares a nuestras cuentas o, si vamos a operar con menos de esa cantidad, transferirla en cantidades más pequeñas. En este último caso la operación se podría llevar a cabo si el total es de menos de 10.000 dólares. Transferir dinero en cantidades más pequeñas que en total suman más de 10.000 dólares sería el mayor error que podría cometer.
En el caso de que viva fuera de EE. UU. y tenga cuentas bancarias en otros países, debe comprobar cuidadosamente las condiciones relacionadas con el dinero y cómo se efectúan las transferencias financieras de forma digital. Esto es algo que va a seguir intensificándose en todo el mundo, por lo que debemos protegernos en términos financieros.
Consecuencias para nuestras inversiones
En cuanto a la forma de proceder en caso de que esta situación siga su curso, no resulta muy difícil ver los sectores que se beneficiarán de la evolución hacia una economía totalmente exenta de dinero físico o de capital predominantemente digital.
Las transacciones con tarjetas de débito se encontrarían entre las más beneficiadas, ya que su número se dispararía si no quedara otra alternativa de hacer negocio. Esto significa que MasterCard (NYSE: MA) y Visa (NYSE: V) registrarían un fuerte aumento en sus ingresos y ganancias, así como los bancos. Cuanto más grandes fuesen los bancos, mayor sería el número de transacciones que se producirían y por lo tanto más rentable les sería. Lo que habría que contar en ese caso es el número de cuentas de consumidores y de pequeñas empresas.
Actualmente es imposible contar eso pero si tenemos en cuenta todas las ventas de objetos usados que hacen los particulares y el gran número de personas que venden objetos en mercadillos de segunda mano y en otros eventos, el número de transacciones con tarjetas de débito o de crédito aumentaría considerablemente.
Esto nos lleva a hablar de otra área de crecimiento, como es el caso de empresas como Amazon (NASDAQ: AMZN), que lanzó recientemente un servicio de lector de tarjetas por el que recibe una pequeña cantidad de cada operación. Hay otras empresas que también ofrecen servicios similares. No existe ninguna duda de que cada vez más personas seguirán por este camino para estar al mismo nivel que una economía cada vez más digital y con menos dinero físico. Además, nos veremos obligados a adaptarnos a esta situación si se volviera la norma.
No se ha demostrado que los cheques bancarios se eliminarían, por lo que valdría la pena tener en cuenta las empresas que los ofrecen, ya que habrá más personas que los utilicen si tienen que decidir entre esa forma de pago o la tarjeta de débito o crédito.
Entre los factores negativos se encuentra por ejemplo el caso de Coinstar de Outerwall (NASDAQ:OUTR) si no se vuelve a utilizar en el futuro. Eso supondría un revés a una economía que ya se encuentra en dificultad. ¿Cuánto costaría eso no solo en términos de rendimiento, sino también a la hora de eliminar todas las máquinas del lugar donde se encuentren?
La cuestión es que todo tipo de servicio que requiera la utilización de monedas estaría sometido a una gran presión, ya que sería necesario que fuesen adaptados para estar en conformidad con las nuevas leyes, lo que significa tener que incluir un lugar para utilizar cualquier tipo de plástico para el producto. ¿Qué empresas tendrían los materiales necesarios para hacer esto?
Los inversores también tendrían que pensar en términos de quién provee ciertos productos que sirven para los negocios sin dinero físico. ¿Quién fabrica las cajas que guardan los cheques? ¿Son empresas que cotizan en bolsa o no?
Sé que esto es anticiparse. No obstante, si estamos de verdad evolucionando hacia una economía sin dinero físico, estas son algunas de las preguntas a las que tendrá que buscarse respuesta. Todos los que ya tengan conocimiento al respecto podrían sacar bastante provecho de la situación antes de que otros inversores se empiecen a dar cuenta.
Otras posibilidades
Teniendo en cuenta la rapidez con la que otros países están aplicando una serie de restricciones al dinero físico, se está volviendo difícil estar al tanto de todo lo que está pasando y prever las posibles consecuencias. Francia está adoptando fuertes medidas que vale la pena considerar si se empiezan a introducir también en otras partes del mundo.
Dentro de poco Francia no solo aprobará nuevas leyes que prohibirán los pagos en efectivo que sobrepasen los 1.000 euros (antes eran 3.000 euros), si no que será también obligatorio que los bancos informen a la agencia antifraude y de blanqueamiento de capitales (Tracfin) en el caso de que se realicen depósitos en efectivo o retirada de dinero por encima de los 10.000 euros al mes.
También resulta de interés el hecho de que el país no permita que ningún individuo realice conversiones de capital por encima de los 1.000 euros sin que se le pida una tarjeta que confirme y revele su identidad.
Lo que todo esto quiere decir es que los inversores así como otros interesados tendrán que aprender a operar con una visión a largo plazo cuando quieran utilizar su capital, ya que muchas regulaciones y reglamentos crearán obstáculos para hacer negocios y será menos fácil operar una vez que estas medidas hayan sido introducidas.
Hay que tener en cuenta que esta situación está evolucionando y que por lo tanto es imposible saber cómo funcionarán las cosas en cada país. Lo que sí está claro es que todo se volverá más difícil. Tenemos que tomar decisiones y adoptar estrategias en función de la realidad.
¿Y si utilizáramos el metal como dinero?
No hay duda de que muchos inversores comenzarán a pensar en alternativas para las monedas, lo que sugiere que habrá mayor interés en comprar monedas de oro y plata para hacer negocios o al menos para proteger ciertos activos.
Para ello será necesario un depósito a nivel internacional para impedir que algún país bloquee o prohíba el movimiento y uso de monedas de oro y plata. Tenemos que comenzar a pensar más en que esta situación será pronto una realidad, ya que la dirección hacia la que se dirigen los gobiernos en relación al dinero físico ha quedado clara. De hecho está evolucionando más rápido de lo que pensaba.
Algo que se debe tener en cuenta en relación al depósito es que no será gratuito. En el pasado, algunas empresas ofrecieron servicios de depósito de metales preciosos de forma gratuita. Me mantendría alejado de esta opción, ya que siempre hay algo raro en los negocios que no generan beneficios. Es mejor buscar depósitos que cobren por el servicio, ya que eso al menos muestra que son legales.
Tasas bancarias negativas y acceso al capital
Suiza constituye el ejemplo nacional más reciente de lo que podemos esperar en el futuro, ya que aplicó tasas bancarias negativas y, cuando se intentó retirar dinero de los fondos de pensiones porque resultaba más barato depositar el dinero en otro lugar que mantenerlo en el banco, el país impuso límites que nunca antes habían existido para impedir una retirada masiva de capitales que podría haber paralizado los grandes bancos.
Debemos esperar que este tipo de acciones acaben traspasando fronteras en el futuro. Esto significa que tendremos que seguir de cerca los acuerdos entre países a la hora de decidir dónde queremos guardar nuestros activos ya que, si fueran lo suficientemente importantes, habrá que diversificarlos en varios países.
Conclusión
Esta creciente oposición al dinero físico es el inicio de lo que serán circunstancias muy problemáticas para los inversores en un futuro próximo.
Podemos ser investigados por motivos tan simples como recibir dividendos trimestralmente o mensualmente, lo que puede parecer para las agencias reguladoras que algo extraño está pasando.
Cualquier bien o servicio de valor elevado para el que se necesite dinero físico puede ser considerado como razón suficiente para congelar una cuenta o nuestro capital si intentamos sacarlo del banco.
Piense bien en esto. Actualmente tener dinero o capital y sacarlo del banco se considera una actividad sospechosa.
Tal y como mencionamos anteriormente, existen varias formas de actuar a medida que esta situación vaya evolucionando (seguramente en un futuro próximo). El segundo aspecto que hay que considerar es cómo mantener nuestra riqueza, para lo que posiblemente tengamos que tener en cuenta el oro y plata físicos y las tierras, junto con otros valores en el mercado bursátil.
Estos activos deberían domiciliarse en diversos países que parezcan mostrarse reticentes a estas medidas o que al menos piensen introducirlas de manera más limitada.
Manténgase al tanto de la rápida evolución de las economías sin dinero físico en varios países y después centre su atención en instituciones emisoras de tarjetas como MasterCard y Visa para ver su forma de actuar en este periodo de rápido crecimiento. Fíjese también en la formas de acortar distancias, como lo que mencionamos anteriormente sobre Outerwall, en el caso de que tanto los billetes como las monedas dejen de utilizarse para siempre.
Hay varias formas de seguir este juego a medida que va evolucionando. No obstante, estas son algunas ideas para que empiece a pensar sobre lo que puede hacer para beneficiarse de la situación y a la vez proteger su capital.