El FMI y la OCDE han demostrado que la economía de goteo no funciona.
Para añadir un clavo más a la tumba de la reaganomía, un reciente estudio publicado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha llegado a la conclusión de que, en contra de los principios de las economías «de goteo», un incremento de la participación de la renta de las personas más ricas conduce a un descenso del crecimiento del PIB.
«Los beneficios no gotean», dicen los autores del estudio, contradiciendo de manera directa la teoría que popularizó el presidente de los EE. UU. Ronald Reagan en la década de 1980. Reagan decía que reducir la carga impositiva a los inversores ricos, los ejecutivos y a las empresas y otros no solo aumentaría sus propios ingresos sino que estimularía el crecimiento económico amplio a la vez que ellos crearían oportunidades para mayor una prosperidad de terceros. Esta creencia ha sido el núcleo del pensamiento económico conservador en los Estados Unidos y en otros países desde la presidencia de Reagan, durante la cual redujo los tipos impositivos a los ricos.
Pero los cinco autores del estudio del FMI dicen que deberíamos centrarnos, por el contrario, en elevar la renta de los pobres y de la clase media. «El aumento de la desigualdad de ingresos es el desafío específico de nuestros tiempo», escriben. «En las economías avanzadas, la brecha entre los pobres y ricos está en su máximo nivel en décadas».
Levantar al pobre parece tener un efecto dramático: un aumento del 1% en la participación de la renta del quintilo inferior tiene como resultado un 0,38% de aumento del PIB. Mientras tanto, un aumento del 1% en la participación de la renta del 20% más rico tiene como resultado un 0,08% de descenso del PIB.
El estudio del FMI viene con advertencias:
- El conjunto de datos es de una amplia gama de países, algunos con mejores datos disponibles que otros.
- Además, la desigualdad está mucho más sesgada en los países en desarrollo que en países con economías avanzadas, lo que produce posibles valores extremos.
- Por último, las conclusiones sobre el efecto adverso del quintilo más rico sobre el crecimiento del PIB fueron significativas con un intervalo de confianza del 90% (mide la seguridad de la estadística), pero no estuvo a la altura del 95% del estándar de oro dentro de estudio de ciencia social.
La desigualdad de ingresos, tanto a nivel mundial como en los Estados Unidos, se encuentra en el centro de atención tras la publicación del libro de gran éxito del economista francés Thomas Picketty El capital en el siglo XXI. Y en un discurso en 2013, el presidente Obama dijo que la desigualdad de ingresos era «el desafío específico de nuestros tiempo». Mientras tanto, el Papa Francisco denunciaba a las economías de goteo en un documento mordaz, en el que decía que la teoría «expresa una confianza cruda e ingenua en la bondad de quienes ejercen el poder económico».
Un reciente libro publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) apoya la afirmación del estudio del FMI de que la desigualdad inhibe el crecimiento económico. Ambos estudios se basaron mucho en el Coeficiente de Gini, una medida de distribución de la renta en la que una puntuación de 0 representa a una sociedad en la que toda la riqueza se comparte por completo de manera equitativa y una puntuación de 1 a una sociedad en la que toda la riqueza pertenece a una sola persona (actualmente Estados Unidos tiene un coeficiente de 0,4, solo por detrás de Chile, México y Turquía en esta medida de desigualdad para países de la OCDE). El estudio de la OCDE descubrió que un aumento de la desigualdad en la escala de Gini de dos puntos corresponde a una caída del 4,7% del PIB.
Stefano Scarpetta, Director Adjunto de la Dirección de Asuntos de Empleo, Trabajo y Asuntos Sociales de la OCDE, dijo que la principal conclusión de la publicación de la OCDE, In It Together: Why Less Inequality Benefits All, es que el crecimiento económico está dañado principalmente por los efectos de la desigualdad de las rentas del 40% más pobre.
«[La desigualdad aumentada] tiende a reducir la posibilidad de las clases más pobres de que inviertan en educación de calidad», dijo Scarpetta, que añadió que el efecto negativo de la desigualdad aumentada en el crecimiento que han hallado los investigadores del FMI se aplica a las economías avanzadas de la OCDE.