Cuando el auténtico crecimiento escasea, no existe otra manera de obtener enormes beneficios más que con el canibalismo.
Cuando la gente dice que «el capitalismo ha fallado» o que «el capitalismo ha triunfado», tenemos que preguntarnos: ¿a qué tipo de capitalismo se refieren? ¿Al auténtico capitalismo, en el que el capital se pone a riesgo para obtener rentabilidad en un mercado competitivo y transparente o se refieren al capitalismo de estado de cartel, o al capitalismo-amigote, al capitalismo del monopolio o al capitalismo financiero, es decir, a los tipos que dominan la economía mundial?
A medida que las startups se estrellan y arden y que alguien con un poco de dinero y mucho impulso interno funda una empresa, el auténtico capitalismo continúa viviendo. Pero afrontémoslo, el auténtico capitalismo ocupa una esquina decreciente de las economías estadounidense y mundial.
Con una mano de obra de 150 millones de personas y unos 120 millones de trabajadores a tiempo completo, la economía estadounidense tiene alrededor de 6 millones de pequeños negocios con empleados y un millón de autónomos (propietarios únicos) que ganan un sustento de clase media: Especies en peligro de extinción: la clase media de autónomos.
La influencia política y financiera de los pequeños negocios y de los autónomos apenas se registra en K Street, Wall Street y en Washington D.C. Los políticos elogian a las pequeñas empresas de la misma manera que hablan sobre pequeñas granjas de familia como la columna vertebral de la agricultura estadounidense, como una forma de mimarlos con propósitos de relaciones públicas a la vez que recolectan sus contribuciones para la gran campaña de Monsanto y grandes empresas agrícolas.
Mientras tanto, en el mundo real, las pequeñas empresas están en declive mientras que el dinero corporativo inunda el sector financiero y a la ciudad de Washington.
El Washington Post publicó un estudio en el que se descubría que las empresas estadounidenses se están destruyendo a un ritmo superior al que se crean. A pesar de que esto no supone exactamente una sorpresa, constituye una prueba de que las pequeñas empresas se encuentran en declive estructural:
Los 22,4 millones de personas que tienen algún tipo de ingreso por trabajo autónomo parecen un gran número, pero la mayoría gana una miseria: solo unos pocos ganan lo que se califica como sueldo de clase media y 3 millones de estos son corporaciones del sector profesional o asociaciones:
La medida real en el capitalismo moderno de hoy es el capital financiero: esto es donde se genera mucho dinero. Uno no gana dinero haciendo coches baratos, las grandes cantidades de dinero se ganaN vendiendo préstamos subprime para la venta de coches.
Las corporaciones no están vendiendo más productos para impulsar sus precios de acciones; compran de nuevo sus acciones como una forma de hacer que aumenten los precios de sus valores. Se estima que la mayoría de los beneficios de las corporaciones (presuntamente beneficios reales, en contraposición a los juegos de contabilidad trucados a los que juegan las empresas para estimular sus ganancias anunciadas) se ha gastado recomprando acciones.
El corresponsal Arshad Ali recientemente describió la dinámica subyacente del capital financiero en una publicación en Facebook: la falta de un crecimiento auténtico está dirigiendo el canibalismo financiero:
«El moderno sistema bancario de los últimos siglos ha estado basado en prestar dinero a los prestatarios que hicieran algo productivo con ese capital: abrir una mina, fundar una fábrica o perforar un pozo petrolero. Pero toda esa ecuación se deshace cuando - por un planeta finito de recursos limitados - no existe lugar productivo en el que seguir invirtiendo. Y es aquí cuando el capital financiero se convierte en caníbal. Es por esto por lo que los griegos, por ejemplo, no pueden salir por sí mismos del foso de deuda - no existe crecimiento que tener».
Es por esta razón por la que las corporaciones están «invirtiendo» en sus propias acciones, pues ya no hay lugar para invertir en crecimiento. Están convirtiendo en caníbal a todo el sistema financiero, comprando favores reguladores y de impuestos a sistemas políticos completamente corruptos para asegurar sus beneficios, los cuales luego se utilizan para eliminar acciones del mercado, impulsar la relación precio/beneficios y el precio de las acciones.
Los iniciados se conceden grandes trozos de nuevas acciones a través de opciones que liquidan rápidamente, obteniendo decenas de millones en adquisiciones personales a partir del canibalismo.
Sí, el auténtico capitalismo sigue existiendo, pero se ha relegado como un espectáculo al margen. El gran partido con mucho dinero es todo capitalismo de finanzas/cárteles/estado/de amigote, y la financiarización está devorando al resto de los jugadores.
Cuando el auténtico crecimiento escasea, no existe otra manera de obtener enormes beneficios más que con el canibalismo.