El crecimiento del PIB de Alemania es decepcionante: ¿quién es el culpable y qué hay que hacer al respecto?
La economía alemana ha crecido menos de lo previsto el último trimestre debido a que la confusión en Grecia y la ralentización en China han debilitado la demanda global.
El producto nacional bruto aumentó un 0,4% en tres meses (hasta el 30 de junio), después de haber crecido un 0,3% el trimestre anterior, dijo el viernes la Oficina Federal de Estadística. Los analistas encuestados por Bloomberg News han previsto una expansión del 0,5%. La economía francesa se ha estancado el último trimestre después de haber crecido un 0,7% revisado en el periodo de enero a marzo, según han mostrado antes datos separados.
Mientras que el gasto nacional alemán ha aumentado gracias a una bajada récord del paro y de las tasas de interés, su papel como el mayor exportador de Europa deja al país expuesto a trastabillar en la economía global. La recuperación de la euro-zona es frágil e irregular, y China, el tercer socio comercial más grande de Alemania, está esforzándose por reducir su propia ralentización.
«Las exportaciones son un pilar clave para la economía alemana y la demanda global es actualmente demasiado baja para sostenerla a toda velocidad», ha dicho Johannes Gareis, economista de Natixis SA en Frankfurt. «Pero, por lo general, la economía alemana se encuentra en una situación cómoda y, de hecho, está preparada para aprovechar los vientos favorables que aumentarán en los próximos meses».
El PIB de la zona euro probablemente ha crecido un 0,4% en el segundo trimestre después de haber crecido al mismo ritmo en los próximos tres meses, según una encuesta separada. Este informe procede de la oficina de estadística de la Unión Europea en Luxemburgo del viernes a las 11:00. Eslovaquia, los Países Bajos, Italia y Portugal han emitido sus cifras por país antes de ello.
España y Grecia
El PIB español creció un 1% en el segundo trimestre, el ritmo más rápido de los últimos 8 años, según muestran los datos del 30 de julio.
Grecia, a la que se le han impuesto controles de capital y que ha estado a punto de dejar el bloque de la moneda única durante el pulso con los acreedores de este año, dijo el jueves que su PIB ha crecido un 0,8% en el segundo trimestre. Los analistas ven este sorprendente aumento, liderado por el gasto de los consumidores y el turismo, como una incidencia pasajera en medio de una economía que se desmorona.
En la reunión de responsables políticos del Banco Central Europeo de mediados de julio se dijo que la recuperación de la zona euro era «decepcionante» y que los riesgos todavía pueden ser mayores, según un resumen de las discusiones publicadas el jueves. Estas señalaron que el programa de adquisición de activos de 1,1 billones de euros (1,2 billones de dólares) del banco central se podría ajustar para ofrecer más estímulos si es necesario.
El mes pasado, el Fondo Monetario Internacional recortó su previsión del crecimiento global, señalando las turbulencias del mercado financiero en China y Grecia. El martes, China envió ondas de choque por medio de los mercados globales, devaluando el yuan.
Sólidos fundamentos
Además, el Bundesbank dijo en julio que la economía alemana está apoyada por un fuerte consumo y aumentos salariales. Los pedidos a las fábricas apuntan a un resurgimiento de la fabricación en los próximos meses.
Zalando SE, el minorista alemán de la moda en línea, dijo el jueves que las ventas aumentarán este año hasta un 31% y ha prometido contratar más personal y construir almacenes para estimular el crecimiento. ThyssenKrupp AG, el mayor fabricante siderúrgico, ha dado a conocer unos beneficios del tercer trimestre que superan las estimaciones de los analistas.
«Los fundamentos de Alemania siguen siendo sólidos y se encuentra en posición de ignorar la volatilidad», ha dicho Andreas Rees, economista de UniCredit SpA en Frankfurt. «Su economía se basa tanto en las exportaciones como en la demanda interna, y esto significa que mientras que la zona euro siga recuperándose no debería haber problemas».