Eduardo Munoz/Reuters
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Con la crisis de China y la preocupación de los mercados mundiales, surge la pregunta de si India, cuyo ritmo de crecimiento es ahora mayor que el de China, puede tomar el relevo.

No hay nada que muestre mejor las contradicciones de India que la carretera principal sur-este de Delhi a la ciudad de Agra.

Junto al acceso principal de la ciudad se extiende el nuevo metro de Delhi, algo parecido al metro de Londres (aunque mucho más pequeño). Aunque los residentes se quejan de que ya está masificado, algo más de una década después de que se abriera la primera línea, este constituye a pesar de todo una gran obra de ingeniería. Todos los años millones de personas utilizan las seis nuevas líneas para ir a trabajar a la ciudad y evitar así jugársela en los grandes atascos de Delhi.

Como cualquier consultor le podría decir, unas buenas conexiones de transporte contribuyen a mejorar la economía de cualquier país. En comparación con la reluciente línea de metro, la carretera principal que lleva a Agra es bastante caótica. En tan solo unos kilómetros se pasa de una tranquila autopista de peaje a una autovía normal, atravesando entre medias una carretera de doble sentido y un carril lleno de baches. Por supuesto siempre hay que esquivar algún que otro buey que se encuentra deambulando por la carretera.

Rápido, rápido, lento, lento. La economía de India en forma física.

¿Temores?

La economía india necesita reformas y el primer ministro Narendra Modi insiste en que es la persona adecuada para hacerlo. Con la crisis de China y la preocupación de los mercados mundiales de que el motor asiático del crecimiento pueda estar pasando por un momento difícil, surge la pregunta de si India, cuyo ritmo de crecimiento es ahora mayor que el de China, puede tomar el relevo. ¿Cuenta con fuerza suficiente como para calmar los temores de la economía mundial?

Hay programada una visita oficial de Modi a Inglaterra en el otoño con el objetivo de vender el «sueño indio». Se ha comentado que le gustaría alquilar el Estadio de Wembley para acoger un acto de celebración en honor a todas las generaciones de inmigrantes indios que han hecho del Reino Unido su hogar. Si todo sale como se espera, será similar a la ostentosa aparición de Modi en el Madison Square Garden de Nueva York durante su visita de 2014 en EE. UU.

Dejando a un lado este tipo de actos, se ha hablado mucho de que si Modi tiene éxito con las reformas que lleve a cabo el país, India podría liderar la economía durante las dos próximas décadas tal y como el crecimiento de China lo ha hecho en las últimas dos. Modi fue elegido con una victoria aplastante en las elecciones del año pasado debido a los millones de indios cansados de décadas en las que se hablaba mucho y se hacía poco, y prometió un cambio en el ritmo de crecimiento.

Problemas

Entre los problemas a los que se enfrenta el país se encuentran la burocracia agobiante, los proyectos de infraestructura aplazados por las interminables disputas sobre quién es dueño de qué terrenos, un parlamento con problemas internos y un sistema fiscal de gran complejidad.

Justo un año después de esta gran victoria, ya empiezan a aflorar las quejas de que Modi no está actuando lo suficientemente rápido, que las promesas se han quedado en eso, solo promesas, y que los grandes proyectos de reforma territorial y fiscal están atascados en el parlamento o incluso echándose para atrás. En la última sesión parlamentaria, denominada sesión monzónica por las fuertes lluvias que se producen en Delhi en el mes de agosto, no se aprobó ninguna reforma legislativa a pesar de los esfuerzos de Modi.

Un comentarista político, Gurcharan Das, antiguo director de Procter & Gamble en India, dijo que el país seguía siendo «tierra hostil para los negocios». Si eso es así, nunca llegará el tan necesario capital de inversión privada.

¿Inversión privada?

Hablé con el ministro de finanzas, Arun Jaitley, uno de los mayores aliados de Modi, y le pregunté acerca de las críticas que dicen que la actuación del gobierno ha sido decepcionante.

«El gobierno tiene muy clara la dirección que tiene que seguir», dijo. «El gobierno del primer ministro Modi continúa avanzando y adoptando reformas casi todos los días en la dirección adecuada y de forma paulatina, y ya se van viendo resultados».

Se ha reformado la banca para permitir una mayor implicación del sector privado. También se ha producido una apertura similar del sector de defensa, seguros e inmobiliario. Algunos procedimientos burocráticos se han simplificado y la «facilidad para hacer negocios», insiste Jaitley, está mejorando. No obstante, admite que todavía «queda mucho por hacer» y que las infraestructuras del país aún están aún «muy lejos» de la situación ideal.

Para promover la tan necesaria llegada de capital extranjero, Jaitley dice que le «extenderá la alfombra roja» a los inversores extranjeros.

Todas las miradas están ahora puestas en India ante el empeoramiento de la situación económica de China. ¿Temió Jaitley que India se viera afectada por los problemas económicos que han sacudido a la economía mundial, y que por lo tanto otra economía emergente se enfrentara a grandes problemas?

«Esta situación tuvo un efecto pasajero», dijo Jaitley sobre las turbulencias del mercado bursátil de China y la decisión de permitir la devaluación del yuan chino.

«Por ejemplo, cuando la economía china se ralentizó un poco, no tuvo mucho impacto. Cuando empezó la devaluación y la guerra de divisas sí que nos vimos un tanto afectados. Ante la caída de los mercados mundiales [en el llamado lunes negro] sí que nos vimos muy afectados en relación a la divisa y mercados.

«Pero nos recuperamos en un día. Considero que esto es una gran oportunidad. La "normalidad" china ha cambiado. Ya el crecimiento no se sitúa en un 9%, 10%, 11%. El mundo necesita otros motores para continuar con el proceso de crecimiento. En un entorno de crecimiento lento en la economía mundial, una economía que crece a un 8-9% como India tiene una base viable para tirar de la economía mundial».

Oportunidad

El director de JCB en India me dijo que en tanto que importador neto de petróleo y otras materias primas, India constituía ahora un «sitio óptimo». Mientras que otras economías emergentes como Brasil y Rusia se enfrentan a dificultades debido a su dependencia de la exportación de materias primas, India se está viendo beneficiada del ciclo deflacionista.

«Para nosotros, una bajada en los precios de las materias primas y del petróleo es un boom», dijo Jaitley. «Constituye una oportunidad y un reto para la política india; si podemos continuar adoptando reformas a un ritmo más alto y atraer una buena inversión mundial, nuestra capacidad de tirar de la economía mundial será mucho mayor».

Jaitley dijo que el gobierno indio había tenido un beneficio inesperado por la caída de los precios del petróleo, ya que se había reducido la necesidad de conceder ayudas públicas a los consumidores. Añadió que ese dinero se estaba ahora invirtiendo en el desarrollo de infraestructuras.

La historia del crecimiento de India es importante porque, según Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional, India tiene la capacidad de convertirse en la tercera mayor economía del mundo en la próxima década. Actualmente ocupa la novena posición.

Con una población de 1.200 millones de personas, cifra que sigue creciendo a un ritmo mayor que la de China, algunos estiman que el país contará con la clase media más numerosa del mundo en 2020. Cuanto más numerosa sea la clase media, mayor será el nivel de consumo, lo que implica oportunidades para exportadores del Reino Unido y de todo el mundo.

«Una clase media próspera genera grandes oportunidades», dijo Ambarish Mitra, empresario indio que creó una empresa tecnológica en el Reino Unido (Blippar) y que ahora exporta a India.

«El poder adquisitivo de la clase media está creciendo. Mucha gente ya no sale de India porque un gran número de empresas mundiales se están instalando en el país. «En general se puede decir que se reúnen todos los factores para que funcione el ciclo de consumo que hace que una economía sea más rica [en el caso de India]. Y esto es una gran noticia para la comunidad empresarial».

Historia

Aunque el gobierno tenga problemas para completar los proyectos de infraestructura o llevar a cabo la reforma fiscal, el crecimiento de la tecnología móvil puede constituir una de las grandes bazas económicas. «Constituye uno de los grandes factores [del desarrollo de la economía]», dijo Mitra.

«Un verdadero fortalecimiento y distribución del conocimiento en la actualidad y en esta época proviene de la conectividad, y la conectividad ha sido uno de los grandes temas de la última década. Ahora el 3G y 4G están cambiando de forma rápida el panorama».

Según dijo, había 4G en más de 200 ciudades de India. A menudo se dice que India vive en varios siglos a la vez. Por un lado cuenta con una red móvil ultramoderna y por otro con vías del tren de la era victoriana, y por supuesto a esto hay que añadir el ganado que se ve por las calles y que hace pensar en el pasado rural de India. El crecimiento económico no siempre ha venido acompañado de una buena historia política.

Modi y Jaitley saben que necesitan consenso para liderar un gobierno que puede sacar partido de la gran historia del país en vez de enzarzarse en disputas.

Y ya de paso podrían acabar la autovía de Delhi a Agra o al menos arreglar algunos de los baches.

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