El Gobierno vende optimismo
REUTERS/Paul Hanna
Página principal Economía

Las previsiones económicas del gobierno no coinciden con las de los principales organismos económicos.

El discurso del Gobierno de cara a las elecciones del 20 de diciembre es claro. España crece y un cambio de Gobierno dificultará la recuperación. Este martes fue el turno del director de la Oficina Económica de Presidencia, Álvaro Nadal, que aseguró en un desayuno informativo que «el crecimiento en España está claramente instalado por encima del 3% y que la próxima legislatura verá el ciclo más largo de crecimiento de la historia».

El Gobierno pone sus cifras sobre la mesa: el PIB de España avanzará el 3,3% en 2015 y un 3,0% en 2016, mientras que el déficit cumplirá los límites pactados con Bruselas para cerrar el año que viene con un desajuste inferior al 3%. El problema para el Ejecutivo es que esas cifras solo las manejan ellos. Ni el FMI (en octubre), ni la Comisión Europea (la semana pasada), ni la OCDE (el lunes), ni los servicios de estudios económicos más prestigiosos como el del BBVA, Banco de España o Funcas, se creen las previsiones de Rajoy. De hecho son mucho más pesimistas.

Este martes ha sido el servicio de estudios del BBVA el último en echar un jarro de agua fría sobre el optimismo del Gobierno con la economía, una de las principales bazas que el Partido Popular maneja de cara a las elecciones generales de diciembre. La entidad bancaria calcula un alza del 0,7% en el PIB del último trimestre del año, es decir, la segunda desaceleración consecutiva tras la registrada de julio a septiembre y el fin de diez trimestres de remontada ininterrumpida.

Poco que hacer ya con las cuentas de 2015. No hay margen para realizar más ajustes porque casi todo el gasto está ejecutado. El problema vendrá el año que viene. El descuadre que se produzca en este ejercicio quedará pendiente de enjugar por el Gobierno que salga de las urnas. El Ejecutivo defiende que el crecimiento aumentará los ingresos. Acompañado además por una subida de precios, se devolvería antes la deuda y se llegaría al 3% de déficit comprometido con Bruselas.

Pero es que la previsión de crecimiento del Gobierno no la maneja nadie. Y no está claro que la inflación vaya a repuntar desde las tasas negativas actuales.

¿Y cómo se corregirá el desfase, si se produjese? «Solo con mayor inflación y mayor crecimiento no se va a cubrir, no es suficiente», advierten desde Cepredem, que vislumbra un déficit del -4,9% en el cierre de este año (siete décimas más que la previsión del Gobierno) y del -3,6% en 2016 (ocho décimas más). La semana pasada fueron los técnicos de Hacienda de Gestha quienes alertaron a este medio de que en 2016 habría «recortes más profundos y subidas de impuestos».

Y si se esperan más recortes de gasto, la segunda parte de la ecuación son los ingresos. El director de la Oficina Económica de Rajoy, Álvaro Nadal, aseguraba este martes que la rebaja de impuestos planteada por el PP en su programa (una reducción del tipo máximo del IRPF hasta el 43%) es un «escenario realista». También Ciudadanos adelanta que su programa fiscal incluye una rebaja similar en el tipo marginal máximo. Pero en Ceprede disienten de ambos. «Solo puedes bajar así el IPRF si asumes que vas a disparar el déficit», comenta Julián Pérez, que solo lo vería viable si a la vez se fijasen impuestos a rentas no salariales, como los excedentes y rentas financieras. «Y es difícil que lo haga el Gobierno actual porque no es su discurso habitual... aunque también tomaron anteriormente medidas que no formaban parte de su discurso».

Adaptado de: 20minutos.es. Autor: Héctor Garrido. Bajo licencia Creative Commons BY-SA

Por favor, describa el error
Cerrar