Los resultados para Repsol durante el tercer trimestre no van a ser los esperados debido a la caída del precio del crudo.
Repsol dijo el miércoles que su beneficio neto ajustado cayó un 62 por ciento en el tercer trimestre del año por el impacto del precio del petróleo en la división de «upstream», cuya producción ha crecido sensiblemente por la incorporación de la canadiense Talisman.
En un comunicado al supervisor bursátil, Repsol dijo que el beneficio neto ajustado a extraordinarios y a coste constante de inventario (CCS) se situó en 159 millones de euros, frente a los 139 millones de euros que esperaba de media un sondeo realizado por Reuters.
El negocio de exploración y producción (upstream) generó una pérdida ajustada CCS de 395 millones de euros, frente al beneficio de 185 millones un año antes.
El agujero en las cuentas podría haber sido mayor de no ser por los altos márgenes de beneficio del negocio de refino, tabla de salvación de la petrolera participada por La Caixa desde que comenzó el desplome del crudo en julio del año pasado. El beneficio neto ajustado a CCS de esta división fue 3,5 veces superior y alcanzó los 682 millones en el tercer trimestre.
Tras conseguir un beneficio neto ajustado a CCS de 1.399 millones de euros en los primeros nueve meses del año, el grupo pilotado por Josu Jon Imaz reiteró el objetivo de 1.600-1.800 millones en el conjunto de 2015.
Repsol explicará los resultados trimestrales a los analistas a las 13:00 horas en una teleconferencia. Tras el reciente anuncio de su estrategia, no se esperan grandes novedades más allá de los comentarios que pueda hacer sobre las emisiones de deuda híbrida por 3.000 millones de euros que aún tiene pendientes.
Recientemente, la agencia de calificación crediticia Standard and Poor's decidió que no iba computar porcentaje alguno de esta deuda como capital en sus sistemas de valoración de crédito.