Como 2015 llega a su fin, Mario Draghi está intentando mantener la economía europea a flote de nuevo. El año que viene, los operadores harían bien contando con que Draghi haga lo mismo en los mercados financieros si resulta que la tensión política y la violencia internacional se extienden a largo plazo.
En los últimos tiempos los inversores han restado importancia a estos problemas en gran parte debido a que la Reserva Federal estaba repartiendo liquidez a través de tipos de interés cercanos a cero y la compra de bonos.
El comportamiento optimista ha continuado en los últimos días puesto que los ataques terroristas en París no lograron sacudir mucho el índice CAC 40 y el derribo la semana pasada de un avión ruso por parte de Turquía solo dio lugar a un corto periodo de venta masiva de acciones a nivel internacional. El índice DAX ha seguido subiendo incluso cuando la controversia sobre la llegada masiva de inmigrantes a Alemania está planteando dudas sobre el futuro político de la canciller Angela Merkel.
Ahora que la Fed está lista para comenzar a subir su tipo de interés por primera vez en nueve años, a muchos les preocupa que los mercados ya no sean inmunes a la geopolítica. Tina Fordham, analista jefe de política global de Citigroup Inc., dijo en una entrevista telefónica:
«El riesgo geopolítico ha alcanzado niveles como tras la caída del muro de Berlín y sin embargo esto ha tenido muy poco impacto en los mercados. La pregunta es si el endurecimiento de la Fed significa menos liquidez y por lo tanto que estos riesgos van a empezar a afectarnos».
Si lo hacen, entonces Fordham dijo que 2016 verá cómo la política sustituye a los retos económicos, tales como la desaceleración de China como principal motor de riesgo en los mercados. El próximo año también será testigo de las elecciones presidenciales en Estados Unidos y probablemente un referéndum sobre la pertenencia del Reino Unido a la Unión Europea entre otros plebiscitos.
«Riesgo de cola»
Una encuesta de este mes del Bank of America Corp. a gestores de fondos ha descubierto que el 18 por ciento mencionó la geopolítica como el mayor «riesgo de cola», por detrás del 38 por ciento que mencionó una recesión de China y el 23 por ciento que teme una crisis de deuda de los mercados emergentes.
Por tanto, si los inversores llegan a un consenso, se puede depender última instancia de si el estímulo monetario adicional del Banco Central Europeo de Draghi pueda adormecer a los mercados frente a una amenaza después de que la Fed suba los tipos de interés. El balance de la Fed se encuentra ahora en un 25 por ciento del producto interior bruto, mientras que el de Draghi - actualmente en un 20 por ciento - se espera que aumente y tal vez a un ritmo más rápido si la semana que viene anuncia la prolongación del programa de compra de activos.
Tal y como señaló Fordham, es Europa la que parece particularmente vulnerable. Además también le preocupa que se empiecen a relacionar las tensiones, por ejemplo, los vínculos que se están generando entre la inmigración y el terrorismo, así como el «Brexit».
En el Deutsche Bank AG, el estratega Marcos Arana se muestra más relajado, señalando que la política monetaria mundial seguirá siendo muy relajada incluso con unas mayores tasas en Estados Unidos y con el hecho de que siempre hay tensiones geopolíticas en algún lugar del mundo. Este dijo:
«Los mercados están muy centrados en la Fed y el BCE. Eso no va a cambiar a corto plazo. Puede parecer que los riesgos geopolíticos son más altos, pero el mercado no está reaccionando ante estos y la cosa seguirá así a menos que los grandes riesgos geopolíticos se materialicen».