2016: ¿Año de nueva crisis económica?
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Albert Edwards se une a las advertencias de RBS acerca de una nueva crisis financiera, y dice que el desplome del precio del petróleo y la deflación de los mercados emergentes abrumará a los bancos centrales, supondrá una caída de los mercados y el colapso de la zona euro.

Albert Edwards, estratega del banco Société Générale, dijo que Occidente estaba a punto de verse afectado por una oleada de deflación en las economías de los mercados emergentes y que los bancos centrales no eran conscientes del desastre que está a punto de afectarles. Sus comentarios se produjeron cuando analistas de Royal Bank of Scotland instaron a los inversores a «vender todo» antes de la inminente caída de la bolsa.

En una conferencia de inversión en Londres, Edwards dijo:

«La evolución de la economía global llevará a EE. UU. a otra recesión. La crisis financiera volverá. Será todo tan malo como en 2008-09 y la situación será muy fea».

Los temores de una segunda crisis financiera grave en una década se han intensificado por la turbulencia en los mercados desde el inicio del año. Los precios de las acciones han caído rápidamente y una caída en el coste del petróleo ha dejado el precio del Brent apenas por encima de los 30 dólares por barril.

«¿Podría ser peor? Por supuesto», dijo Edwards, analista que piensa que las acciones están sobrevaloradas y cuyo precio caerá («bear» en inglés, que significa «oso»).

«Las divisas de los mercados emergentes siguen en caída libre. El sector empresarial de EE. UU. se está viendo aplastado por la apreciación del dólar».

El estratega de la Soc Gen dijo que la economía de EE. UU. se encontraba mucho peor de lo que pensaba el banco central del país, la Reserva Federal. «Hemos visto la expansión del crédito masivo en EE. UU. Esto no es para la actividad económica real. Se trata de tomar prestado dinero para financiar la recompra de acciones».

Edwards atacó lo que él dijo que era la «increíble arrogancia» de los banqueros centrales, que no habían aprendido las lecciones de la burbuja inmobiliaria que llevó a la crisis financiera y la recesión de 2008-09.

«En aquella época no entendieron el sistema y tampoco entiendo que la están volviendo a liar. La deflación se cierne sobre nosotros y los bancos centrales no pueden verlo».

Edwards dijo que el dólar había subido tanto como lo hizo el yen japonés en la década de 1990, un movimiento al alza que llevó a Japón a la deflación y causó problemas de solvencia para los bancos del país asiático. Agregó que un síntoma de que otra crisis estaba por llegar era el colapso de la demanda de crédito en China.

«Eso pasa cuando la gente pierde confianza en que los políticos saben lo que están haciendo. Esto es lo que va a suceder en Europa y EE. UU».

Europa ha mostrado señales de recuperación en el último año, pero Edwards dijo que los esfuerzos del Banco Central Europeo para empujar el euro a la baja e impulsar el crecimiento no llegarían a nada en el caso de una caída libre. «Si la economía mundial vuelve a sumergirse en una recesión, esto supondría el fin de la eurozona».

A esto añadió que países como Francia, España e Italia no aceptarían el aumento del desempleo que se asociaría a una nueva recesión.

«El euro ha sido un desastre: es una máquina del fin del mundo a favor de la economía alemana».

La advertencia de Edwards llegó a la vez que los mercados bursátiles se tomaban un respiro de la oleada de ventas que se ha producido desde el inicio del año. El índice FTSE 100 subió 57 puntos hasta cerrar en 5.929, mientras que el Dow Jones Industrial Average subió 10 puntos en las primeras operaciones en Nueva York.

El estado de ánimo en los mercados de renta variable se vio favorecido por la intervención del Banco Popular de China durante la noche para apoyar el yuan, y la moneda china sigue subiendo en los mercados de divisas.

Pero la caída en el precio del petróleo continuó, y el crudo Brent cayó un 3,5% más para cerrar en Londres en 30,45 dólares. El petróleo no ha estado por debajo de 30 dólares por barril desde 2003.

Edwards dijo de broma que después de años en los que ha tendido a ser una voz solitaria, otras instituciones también se han estado volviendo mucho más pesimistas sobre las perspectivas globales.

Se refería a los consejos de RBS, que advirtieron de que los inversores se enfrentan a un «año catastrófico», donde los mercados de valores podrían caer hasta en un 20% y el petróleo podría desplomarse hasta los 16 dólares por barril.

En una nota a sus clientes del banco, dijo: «Vender todo excepto bonos de alta calidad. Se trata del rendimiento del capital, no del retorno sobre el capital. En una sala llena de gente, las puertas de salida son pequeñas». A esto añadió: «La situación actual es una reminiscencia de 2008, cuando el colapso del banco de inversión Lehman Brothers llevó a la crisis financiera mundial». Esta vez China podría ser el punto de partida de la crisis, dijo RBS.

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