Los «problemas» globales de Alemania
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En 2015, la mayor economía de Europa aumentó su crecimiento y batió récords en cuanto a empleo y exportaciones. La economía alemana desafió a la desaceleración de 2015 con el aumento del crecimiento.

Ayer, en una conferencia de prensa de la Oficina Federal de Estadística que tuvo lugar en Berlín, se dijo que el PIB creció un 1,7%, mientras que en 2014 el aumento fue de un 1,6%. Esto corresponde a la mediana de 21 estimaciones de un sondeo de economistas de Bloomberg. Los economistas encuestados por Bloomberg predijeron un crecimiento del 0,4% en el cuarto trimestre.

Alemania, la mayor economía de la eurozona, se está beneficiando como ningún otro miembro del bloque monetario formado por 19 naciones de los estímulos sin precedentes del Banco Central Europeo. Con el desempleo en mínimos históricos, los salarios subiendo y el petróleo un 37 por ciento más barato que el año pasado, el gasto interno se ha convertido en el motor del crecimiento económico y los exportadores están cambiando su atención de los mercados emergentes que muestran síntomas de desaceleración a la recuperación de los países desarrollados. Andreas Scheuerle, economista del Dekabank en Frankfurt, dijo lo siguiente:

«Alemania ha conseguido buenos resultados, con un crecimiento superior al potencial, pero la economía también ha contado con la gran ayuda de un euro débil, la disminución de los precios de la energía y los bajos tipos de interés. Todavía tenemos que lidiar con un gran problema a nivel mundial. China juega un papel fundamental, pero también lo hacen otros mercados emergentes».

China ha pasado de ser un centro neurálgico para el crecimiento regional y mundial a ser un riesgo para el comercio, a medida que la economía de 10 billones de dólares intenta reequilibrarse y pasar de la inversión a los servicios y el consumo. La oleada de ventas de acciones y la depreciación del yuan han sacudido los mercados financieros mundiales, y han elevado las preocupaciones ante la posibilidad de que la segunda mayor economía del mundo vaya camino de una recesión.

Mientras que el grupo comercial BGA con sede en Berlín advirtió la semana pasada de que un «aterrizaje duro» en China empujaría a Alemania hacia la recesión, el Bundesbank ha expresado una mayor confianza. El banco central prevé un aumento del PIB alemán de un 1,8 por ciento este año y de un 1,7 por ciento en 2017.

Demanda doméstica

El consumo privado aumentó un 1,9 por ciento en el 2015 desde el 0,9 por ciento el año pasado, dijo la oficina de estadística. El crecimiento del gasto gubernamental se aceleró hasta un 2,8 por ciento desde un 1,7 por ciento. El comercio neto fue un lastre para el crecimiento económico del año pasado, ya que las exportaciones aumentaron un 5,4 por ciento mientras que las importaciones aumentaron un 5,7 por ciento.

La oficina de estadística podría proporcionar durante la conferencia de prensa una indicación acerca de la producción en los últimos tres meses de 2015. Se publicará una estimación preliminar el 12 de febrero. Los economistas encuestados por Bloomberg pronostican un crecimiento del 0,4 por ciento en el cuarto trimestre. Andreas Rees, economista jefe alemán de UniCredit Bank AG en Frankfurt, hizo las siguientes declaraciones al respecto:

«Las preocupaciones sobre China son un tanto exageradas. Tendrán un efecto de amortiguación en las exportaciones pero no desafiarán a las perspectivas de la recuperación. Y la mayor demanda de otros lugares, sobre todo de EE. UU. y la zona euro, compensará esta disminución».

El crecimiento en la zona del euro se está fortaleciendo gradualmente a la vez que los efectos de la política monetaria empiezan a llegar a las empresas y los consumidores. El BCE aumentó su programa de flexibilización cuantitativa en diciembre hasta al menos 1,5 billones de euros y rebajó uno de sus tipos de interés principales por debajo de cero. Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, dijo que estas decisiones reforzarán la recuperación y fortalecerán la capacidad de recuperación de la región.

El Fondo Monetario Internacional prevé que la desaceleración del crecimiento mundial caiga al 3,1 por ciento el año pasado en relación al 3,4 por ciento en 2014. Pronostica una subida de hasta un 3,6 por ciento este año. El crecimiento en las economías avanzadas se acelerará, mientras que los países emergentes de Asia se desacelerarán, dijo el FMI en sus previsiones octubre. En la zona euro, el prestamista con sede en Washington considera que el PIB aumentará hasta un 1,6 por ciento en 2016, en comparación con un 1,5 por ciento el año pasado.

«Las empresas alemanas pasaron por un año de mucha incertidumbre», dijo Jens Kramer, economista de NordLB en Hannover. «Aprendieron que la máquina económica alemana puede funcionar sin problemas, incluso cuando hay turbulencias en los alrededores, y que pueden tener confianza en que la demanda interna será también este año el motor del crecimiento. No obstante, también hay que decir que los riesgos han aumentado».

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