El debilitamiento de la moneda de China ha afectado a los inversores de todo el mundo. ¿Hasta qué punto esto representa una amenaza?
Oxford Economics ha preparado unos escenarios basados en una caída del 10% en el yuan durante el tercer trimestre de 2016 y cómo esto se extendería al resto de divisas rivales.
En sí mismo, un movimiento significativo en el yuan frente al dólar solo tendría un impacto menor en el crecimiento mundial y la inflación si este no viene acompañado por un repunte del crecimiento en China o una mayor tensión financiera a nivel mundial.
Pero si otros tipos de cambio responden a la debilidad del yuan, tal y como sucedió recientemente, de repente el efecto se vuelve más sustancial y diferenciador.
Así es como Oxford cree que serían las cosas en tal escenario - la zona euro y el crecimiento de Japón serían de los más afectados debido a que sus tipos de cambio efectivos aumentarían, añadiendo presión deflacionaria. Eso podría obligar al Banco Central Europeo y al Banco de Japón a aumentar la flexibilización cuantitativa.
El crecimiento mundial se desaceleraría hasta un 2,4%, desde el pronóstico actual del 2,6% de Oxford, y la Reserva Federal de Estados Unidos podría subir los tipos de interés solo una vez este año. Corea del Sur, Taiwán y México se verían beneficiados, puesto que la competitividad de sus exportaciones se vería impulsada por un debilitamiento de sus monedas en respuesta al debilitamiento de la moneda china.
Pero el problema es este: las exportaciones de China no se verían impulsadas debido a los movimientos de los tipos de cambio de las divisas rivales. Alessandro Theiss, economista de Oxford Economics, dijo:
«Este descubrimiento da credibilidad a la insistencia de las autoridades chinas de que no quieren una devaluación competitiva».
El yuan cayó la semana pasada a un mínimo de cinco años, superando la caída del año pasado el 5%.
El análisis de Oxford Economics no tiene en cuenta el estrés financiero adicional y la debilidad del yuan, algo que podría frenar incluso más el crecimiento. Su caso base es que el yuan caiga un 3,5% frente al dólar durante el tercer trimestre, acompañado por la volatilidad del mercado mundial, impulsada en gran medida por las diversas señales e incertidumbres originadas en China.
Sea cual sea el resultado, el Banco Popular de China podría hacer las cosas bien mejorando la transparencia sobre sus intenciones con el yuan, dijo el martes el expresidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, en Hong Kong. También añadió:
«Una de mis preocupaciones es que el Banco Popular de China no ha sido tan transparente como suele ser habitual en él».