Es de sobra conocido que EE. UU. es el único país que puede imprimir dinero de forma incontrolada. Pero ¿cómo aceptan esto el resto de naciones? En este artículo vamos a averiguar cómo (y por qué).
El principio - El dólar estadounidense es elegido como la moneda de reserva
Hace setenta años, cuando los vientos de la Segunda Guerra Mundial soplaban a favor de los aliados, se estableció el sistema de Bretton Woods que tenía como finalidad implementar una serie de normativas financieras mundiales con posterioridad a la guerra. Con una agenda dirigida a la elección de una moneda mundial, 730 delegados de 44 países se reunieron en julio de 1944 en un congreso que duró tres semanas en Bretton Woods, New Hampshire, en EE. UU.
Entre los principales asuntos a tratar, el caos intrínseco del sistema financiero en la guerra en vigor desde 1918 hasta 1939, el desplome del patrón oro, la decisión sobre los valores de la divisa, la Gran Depresión de los EE. UU. y el aumento del proteccionismo en el mundo, tuvieron prioridad.
EE. UU. fue quien dictó en su mayoría las normativas y leyes que regían la economía más fuerte de aquel momento y quien controlaba casi dos tercios del oro mundial.
Estos son los resultados clave del acuerdo Brettons Woods:
- El dólar estadounidense se estableció como moneda de reserva internacional.
- El dólar contaba con un respaldo en oro al precio de 35 dólares por onza y todos los países podían cambiar dólares por oro.
- El Fondo Monetario Internacional (FMI) se formó para controlar y regular las operaciones financieras de todo el mundo, y dar préstamos con frecuencia en forma de fondos de rescate, para así equilibrar los déficits de las naciones.
- El Banco Mundial se constituyó para financiar el capital necesario en los países en vías de desarrollo, dirigido a los programas de desarrollo (que abarcaban desde proyectos de infraestructuras como construcción de carreteras y autopistas, hasta proyectos de carácter social como prevención de enfermedades y educación).
El sistema resultante estuvo en vigor durante las siguientes décadas. Estas son las razones por las que el dólar americano fue aceptado en la mayor parte de los países como moneda de referencia:
- En aquel momento EE. UU. había acumulado más del 70% de las reservas de oro de todo el mundo – cerca de 20.000 toneladas métricas.
- EE. UU. prometió a las naciones participantes la conversión del dólar a oro.
- EE. UU. era quien tenía la economía más fuerte, basada en la producción y los servicios.
Los problemas surgen cuando el sistema Bretton Woods empieza a fallar
Estos inconvenientes se sucedieron con rapidez cuando EE. UU. empezó a imprimir papel moneda para combatir el déficit interno y conceder créditos a interés durante un tiempo.
La Reserva Federal imprimió dinero fiduciario destinado a pagar a los empleados estatales, financiar su gasto, comprar petróleo en el exterior, etc. Sin embargo, el hecho de que hubiera demasiado dinero significaba que el papel moneda excedía el valor combinado de los bienes, los servicios y las reservas de oro de EE. UU. Naturalmente esto condujo a la inflación, y el excedente monetario “inflacionario” posiblemente alteraba la superioridad económica de EE. UU. si esta quedaba desatendida.
Como respuesta a esta situación, EE. UU. desarrolló el Plan Marshall en 1948. Este plan consistía en ayudar a los países de Europa Occidental en su reconstrucción con los fondos proporcionados por EE. UU. en forma de ayudas y préstamos.
¿Cuál fue el motivo de este alarde de generosidad sin precedentes? En resumidas cuentas, EE. UU. trasladó su inflación a Europa, Japón y a otras partes del mundo. El Plan Marshall intentó recaudar dinero fiduciario mediante impuestos antes de desatarse la inflación, y lo “prestaron” a los europeos disfrazado de dinero real.
Esto demuestra que es posible gastar más de lo que se gana y vivir a expensas de los demás.
Mediante el famoso Plan Marshall, EE. UU. asignó 12.000 millones de dólares a Europa, que en su mayor parte no constituían deuda – 9.000 millones de dólares eran un obsequio (una ayuda). 2.000 millones de dólares fueron también donados a Japón. En 1966, las ayudas e EE. UU. a Europa habían alcanzado un valor máximo de 55.000 millones de dólares.
La técnica de cargar con los problemas de los americanos a otros funcionó bien durante un tiempo. EE. UU. asumió que nunca se les devolverían los “euro-dólares”, y que no se les pediría nunca que entregaran el correspondiente oro a Europa.
Pero los problemas comenzaron a tomar forma.
En 1965 el presidente francés Charles de Gaulle exigió de repente a los americanos el oro a cambio de dólares en virtud del acuerdo Bretton Woods. En ese momento Francia poseía 1.500 millones de dólares. De Gaulle amenazó con retirarse de la OTAN y exigió la retirada de las bases militares de territorios franceses si EE. UU. no cumplía lo que le había pedido.
Seguidamente, Alemania, Japón y Canadá también pidieron a Washington convertir los dólares a oro. Como resultado, las reservas de oro del país se redujeron de forma significativa y el dólar se devaluó.
En 1971 solo había oro en EE. UU. por valor de 52.000 millones de dólares, algo por encima de un tercio de lo necesario para respaldar los 132.000 millones de dólares en manos extranjeras. El 15 de agosto del mismo año, el presidente Nixon anunció una Nueva Política Económica y suspendió la conversión de oro bajo el acuerdo Bretton Woods.
Esto significaba que EE. UU. nunca entregaría el oro a cambio de dólares y los países del mundo continuarían teniendo papel moneda sin respaldo en metal. Esta iniciativa se conoce como el “Nixon Shock”.
Podemos desglosar el anuncio del presidente Nixon en los siguientes objetivos:
- Supresión del patrón oro del acuerdo Bretton Woods.
- Permitir la fluctuación del dólar.
- Fijar la congelación temporal de precios y salarios para combatir la inflación (de hecho, los precios y los salarios se congelaron de forma absolutamente ajena al mercado).
- Fijar una tarifa temporal del 10% sobre las importaciones para mejorar el equilibrio en los pagos.
Se elimina el Patrón Oro
¿Por qué era necesario para la Reserva Federal y el gobierno de EE. UU. suprimir el patrón oro?
La razón principal fue que de ese modo podrían imprimir todo el papel moneda que desearan y así entregarlo a cambio de valor real: horas de trabajo, materias primas extranjeras, bienes y servicios. Lo único que respaldaba al dólar a falta del patrón oro, era la “demanda” – que equivale a lo que la gente cree. Es como vender una marca.
Pero cuando el resto de países detectaron que tenían papel moneda que no podía ser cambiado por oro, ¿cómo podía EE. UU. convencerlos todavía de que el dólar era “dinero real” y aumentar la demanda de su divisa? Aquí entra en acción el sistema del petrodólar.
Un dólar respaldado por el petróleo
“Después de que América y sus ciudadanos hubieran probado la dulce fruta de una vida de excesos a expensas de otras naciones, no había retroceso” - Jerry Robinson, Director de Investigación Económica de FTMDaily.com
Para sostener la demanda de dólares, Washington necesitaba un plan en el que el oro pudiera sustituirse por otro bien. Este plan culminó con el concepto del petrodólar.
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Un petrodólar puede definirse como el dólar que se obtiene de la venta del petróleo. En general se conoce simplemente por ingresos del petróleo en dólares estadounidenses.
El sistema del petrodólar es enormemente complejo y lo integran diferentes aspectos a distintos niveles.
Todo empezó así: EE. UU. representado por el Secretario de Estado americano, Henry Kissinger, mantuvo una serie de reuniones con la familia real de Arabia Saudí en 1974, con la que alcanzó un sólido acuerdo que establecía que EE. UU. compraría el petróleo de este país y proporcionaría apoyo y equipo militar. A cambio, EE. UU. pedía que:
- Los saudíes se comprometieran a poner precio a todas sus ventas de petróleo exclusivamente en dólares.
- Los saudíes estuvieran abiertos a invertir su excedente por ventas de petróleo en deuda estadounidense.
Naturalmente, este pacto sorprendió a los árabes ya que era bastante atractivo – lo único que debían hacer era rechazar otras divisas extranjeras y vender su petróleo en dólares.
Tal y como imaginaban los americanos, otros países productores de petróleo quisieron acogerse a este sistema, y en 1975 todas las naciones de la OPEC ya habían acordado poner precio a su petróleo en dólares e invertir los excedentes por ventas de petróleo en deuda del gobierno americano, a cambio de los generosos ofrecimientos de EE. UU.
El petróleo es la sangre de la economía. No se puede hacer nada sin él si se necesitan infraestructuras, fábricas, transporte, etc. Por este motivo, todos los países del mundo tuvieron que adquirir dólares para comprar petróleo y la forma más simple de conseguir la divisa era a través de los mercados Forex.
Pero no suponía una solución aceptable a largo plazo ya que su coste era prohibitivo. Por ello muchos países comenzaron a desarrollar una estrategia de exportación con EE. UU. que consistía en cambiar los bienes y servicios producidos por dólares para comprar petróleo. Esto puede ayudar a entender gran parte de la estrategia de exportación de Asia Oriental desde 1980 y por qué China y Japón optaron por adquirir tantos dólares.
El sistema del petrodólar le supuso tres ventajas inmediatas a EE. UU.:
- Contribuyó a la demanda mundial de la divisa.
- Aumentó la demanda mundial de deuda estadounidense.
- Otorgó a EE. UU. la posibilidad de comprar petróleo con una moneda que podía imprimir a su antojo.
Tan pronto como este sistema se extendiera por todo el mundo, la demanda de dólares americanos incrementó. EE. UU. podía imprimir papel moneda de forma incontrolada para el gasto y para conseguir así el desarrollo de un estado de bienestar. Además, cada vez había más países que accedían a adquirir deuda estadounidense en forma de bonos, según las circunstancias.
¿Por qué el dólar es todavía la moneda de reserva mundial?
Si volvemos al acuerdo Bretton Wood se pueden observar cuatro puntos clave: el dólar como moneda mundial, el dólar respaldado por el oro, el FMI y el Banco Mundial.
Con el “Nixon Shock” el dólar ya no estaba respaldado por oro, pero todavía mantenía su posición como moneda de reserva mundial.
Cuando el sistema del petrodólar se aplicó con éxito a favor del dólar, se consolidó aún más su posición como moneda mundial.
Hemos mencionado al comienzo de este artículo que el dólar fue en un principio aceptado por otros países por dos razones:
EE. UU. contaba con las mayores reservas de oro (70% de las reservas mundiales)
EE. UU. sustentaba una fuerte economía basada en la producción y los servicios
De manera que ¿se cumplen actualmente estos puntos?
Hoy en día el primer punto no tiene ningún sentido puesto que el dólar no cuenta con respaldo del oro. La situación con respecto al segundo punto también ha cambiado puesto que EE. UU. transformó gradualmente su economía de producción en una de consumo tras la Segunda Guerra Mundial, y aún más después de entrar en vigor el sistema del petrodólar.
Esto significa que la economía estadounidense tiene una imagen sólida en el exterior, pero en cualquier momento puede tambalearse puesto que se centra demasiado en el consumo y en la especulación.
De manera que ¿por qué el dólar es aún la moneda de reserva mundial?
Como es de imaginar, porque todavía tiene conexión con el petróleo.
El negocio del petróleo es el motor principal de la demanda del dólar, que hace que la divisa esté profundamente arraigada en las economías mundiales y que por tanto, la transición a otra moneda de reserva cause la agitación de muchos de los países cuya moneda nacional se apoya de forma directa o indirecta en el dólar. Nadie quiere cambios.
Sin embargo está claro que hay demasiada divisa americana en la economía mundial y esta burbuja tiene un límite. El dólar corre el riesgo de perder su puesto como moneda mundial.
¿Es momento de cambio?
Gran pregunta.
Hay quien piensa que el momento del cambio era el día después del “Nixon Shock”, cuando el dólar estadounidense dejó de estar respaldado por el oro, pero los países del resto del mundo no dejaron de importar dólares en billetes.
El mundo ha llegado a un momento en el que las grandes potencias como China y Japón se están cuestionando su dependencia del dólar.
China toma actualmente medidas considerables para minar el petrodólar. Ha creado un plan en el tiempo con el cual reemplazar el dólar por el yuan. Compró más oro durante la pasada década del que jamás había tenido, y el FMI la incluyó recientemente en su “SDR” – una cesta de monedas de reserva. (Todo esto se abordará más detalladamente en un posterior artículo).
Además, China gestiona en la actualidad negocios con sus socios, con sus correspondientes monedas. Sus socios bilaterales; Rusia, Brasil, Australia, incluso su antiguo oponente de guerra, Japón, han llevado a cabo swaps de divisas y otros acuerdos que evitan el dólar. Lo que está claro es que estos países están empezando a diversificar sus economías y a reducir su dependencia.
“El yuan se ha internacionalizado más y tiene un mayor reconocimiento en el mercado financiero”, comentó recientemente a Reuters el responsable de una empresa de comercio china.
Rusia es también una superpotencia que puede debilitar de forma decisiva la preponderancia del dólar, de hecho, el colectivo de los BRICS (integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) ha surgido como una estructura poderosa que quiere aflojar los lazos de dependencia del dólar estadounidense a base de la introducción de nuevos conceptos de comercio.
Estamos ante una guerra de divisas cuyo resultado solo se conocerá con el paso del tiempo.