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Buscamos las preguntas y discusiones más interesantes de Internet, y os contamos lo más interesante. Ha habido una discusión en el popular sitio de preguntas y respuestas Quora sobre cuál es el secreto de los hombres de negocios con éxito. La expresidenta del departamento de reclutamiento de Oculus, Dolly Singh, ha compartido su opinión.

¿Alguna vez has conocido a alguien que pareciera ser capaz de conseguir todo lo que quisiera? ¿A una de esas personas que parecen pasar por la vida sin esfuerzo, haciendo sus propias reglas sobre la marcha, sin verse afectadas por la realidad mundana de la vida cotidiana?

¿Se trata de que algunos son simplemente «más afortunados» que otros y de que sus caminos están perfectamente asfaltados, lo que les ayuda a alcanzar sus metas, y de que otros son «menos afortunados», apareciendo barreras en su camino de la nada y evitando que alcancen sus metas?

Es solo una ligera variación de la vieja pregunta: ¿somos nosotros los que creamos nuestro destino o somos víctimas de él?

Al igual que ocurre con la mayoría de las viejas preguntas, la respuesta no es sencilla y, casi seguramente, se encuentra en algún punto intermedio. Pero no importa lo que te haya tocado en la vida, pues puedes sacar el máximo provecho a lo que tienes no dejando que lo que no tienes interfiera en lo que puedes hacer y tomando nota de algunos de los hábitos de las personas «con suerte» para aplicar a tu vida. ¿Hay habilidades o atributos que pueden favorecer la buena suerte?

Estas personas tienen ciertamente una habilidad para atraer a sus vidas de forma efectiva las oportunidades y las relaciones que quieren y, cuando se las observa de cerca, parecen emplear estrategias y principios parecidos en su búsqueda.

Los principios de la atracción pueden aplicarse por igual tanto a los esfuerzos del ámbito personal como del profesional. Tanto si lo que buscas es poner en marcha una increíble oportunidad profesional, como un cliente clave o una amistad o relación amorosa fantástica, este conjunto básico de principios te ayudará a atraer las oportunidades correctas, tanto en 2015 como en el futuro.

Veamos al detalle cada elemento.

1. El arte de la persecución

Una búsqueda efectiva se basa en observar, evaluar y calibrar.

Cualquier buena persecución pasa por empezar haciendo los deberes. Tienes que conocer tus objetivos y tus estándares antes de poder aspirar a estar a su altura.

Por ejemplo, si ves una empresa en la que te gustaría trabajar, aprende todo lo que puedas sobre su historia, sobre su situación actual y sobre sus objetivos para el futuro. Este conocimiento te dará credibilidad, al mismo tiempo que te dará tirón con la empresa y con su entorno. Cuanto más detallado y meticuloso sea tu esfuerzo en esta etapa inicial, más sólidas serán las bases que construirás para el resto de tu plan de captura. Un esfuerzo inadecuado en esta primera etapa es el motivo por el que miles de candidatos no logran responder de forma efectiva en las entrevistas a la simple pero crucial pregunta «¿Qué sabe usted acerca de nuestra empresa y por qué quiere trabajar aquí?».

Igualmente, antes de pensar en iniciar una relación (ya sea seria o pasajera), deberías saber con quién te estás metiendo en la cama (y nunca mejor dicho), ya que estas decisiones afectan directamente a tu salud y a tu seguridad. La «suerte» o el éxito, en este caso, se definen como una relación en la que ambas partes quieren lo mismo del otro y añaden energía positiva a sus respectivas vidas.

En primer lugar, céntrate en actividades que te gusten. Luego, trata de expandir y busca nuevas actividades que podrían interesarte. Al centrarte en ti, aumentarás las posibilidades de encontrar a alguien y probablemente irás aprendiendo más cosas de ti mismo con la experiencia. En el momento en que surja un candidato en potencia, comprueba si hay señales de alerta: presta mucha atención a los pequeños matices de su comportamiento, así como a su reputación entre los demás y a cómo tratan a las personas cercanas a ellos. En estos detallitos y sutilezas suelen estar las claves para hacer que tu búsqueda sea un éxito.

Observa las situaciones de cerca, evalúate a ti mismo y el contexto circundante y calibra tu búsqueda en consecuencia.

2. El impacto de la energía

La confianza es lo que más se asemeja a la magia.

El cerebro humano es impresionante. Su complejidad y su magnificencia son incuestionables, tanto para la ciencia como para la religión. Es capaz de sintetizar información compleja y señales aparentemente invisibles para tomar decenas de decisiones a cada instante sin que seamos conscientes de ello. Estas interpretaciones inconscientes que hace el cerebro humano se convierten, a su vez, en señales inconscientes que impactan en la conciencia/los cerebros de quienes nos rodean, disparando un intenso aunque prácticamente invisible efecto dominó en todos los intercambios humanos.

¿Qué es lo que impulsa estas decisiones inconscientes? Ni más ni menos que la misma fuerza que impulsa al resto del universo: la energía.

La energía de una persona impacta en su mente, tanto consciente como inconsciente, profundamente. Esta energía se transmite en todo lo que tiene que ver con la persona y tiene un impacto profundo en todas las personas con las que se cruza. Probablemente te hayas dado cuenta de que muchas de las personas que consideramos «afortunadas» comparten este rasgo: tienen confianza en sí mismas y en su causa y esta creencia hace que los demás se sientan predispuestos a creer en ellas también.

La mejor manera de alterar nuestra impresión subconsciente de la energía es aumentar conscientemente nuestro nivel de confianza. La confianza no es solo una sensación, sino que además refleja la percepción interna y esencial que tenemos de nosotros mismos, en concreto, nuestro valor y nuestro talento como seres humanos. La confianza es una profecía autocumplida. Para ser una persona segura de sí misma, no puedes seguir por el mismo camino que hasta ahora, algo tiene que cambiar.

Ni siquiera los mayores oradores del mundo nacieron sabiendo hablar ya. Se desafiaron a sí mismos, aceptaron retos y tuvieron miedo, pero en lugar de dar la espalda a oportunidades incómodas (aunque buenas), se enfrentaron a ellas, sintieron miedo y todo lo demás.

Por el contrario, quienes viven dudando de sí mismos también forman una profecía autocumplida con su negatividad/oscuridad interior, que se traslada a sus vidas y a sus relaciones. Muchas veces, se centran en echarle la culpa de todo a factores externos. Estos factores externos, por definición, escapan a nuestro control, por lo que echándoles la culpa a ellos la persona obstaculiza su propio progreso hacia un estado más saludable.

Los líderes son gente normal que, por lo general, atrapan las oportunidades al vuelo. Solo ganarás experiencia cuando te adentres con confianza en un territorio desconocido. Actúa con confianza para ganar confianza en ti mismo. Al final, cuanta más práctica tengamos, más confianza tendremos en nosotros mismos. Todos tenemos miedo y todos tenemos causas en las que creemos; pero, al final, somos nosotros quienes decidimos cuál gana.

Otro factor importante para la confianza es recordar cuidar de uno mismo. Si un equipo deportivo no consigue sustentar y apoyar a sus jugadores estrella, entonces desde luego no debería esperar ganar ningún campeonato. De la misma manera, si no te tomas el tiempo suficiente para alimentar a la persona que te devuelve la mirada en el espejo, entonces sin duda serás tú quien sufrirás.

Así que, antes de iniciar tu camino hacia una nueva carrera o relación, ten el valor para hacer un análisis completo y ver de dónde procede tu confianza. Averigua qué es lo que te define realmente, por qué estás aquí y si eres capaz de hacer lo que quieres o no. Si nutres tu cuerpo y descubres quién eres, tu energía y tu confianza aumentarán, preparándote y dándote más alegría tanto en tus relaciones personales como profesionales.

3. La sabiduría de la rendición

No pases nunca los buenos ratos buscando lo malo.

De vez en cuando, dedica un tiempo a reevaluar no solo qué tal estás progresando para alcanzar tu objetivo, sino también si tu objetivo merece una inversión a largo plazo.

Durante las primeras semanas y meses de cualquier nueva tarea, los primeros meses de un nuevo empleo, con un nuevo cliente o si se trata de un romance en ciernes, es fundamental estar atento a tus necesidades y a tus objetivos a gran escala. Las relaciones o las tareas en las que tu energía va agotándose lentamente en las primeras etapas no son muy propensas a dar frutos en los tipos de situaciones que llevan a una prosperidad a largo plazo.

No ignores las señales de advertencia. Tu tiempo es uno de los bienes más preciados que tienes. Asegúrate de estar recibiendo lo que necesitas de todo aquello que te mantiene ocupado y que todo ello esté añadiendo valor/energía a tu vida. Tus relaciones más cercanas deberían dejarte tanto lleno de energía en cuanto a tu nivel de confianza como motivado en el desarrollo de tu propio carácter. Si ese no es el caso, si no se identifican y se abordan los problemas, entonces esas relaciones tendrán un impacto negativo en tu vida.

Las personas que se valoran a sí mismas no permanecen en relaciones que las dejan sin energía y sin alegría. Como seres humanos, somos limitados. Al igual que ocurre con el tiempo y el dinero, solo tenemos una cantidad limitada de energía para dar. Para conseguir el mayor impacto posible en el mundo, tenemos que proteger nuestra energía, cuidando de cómo la gastamos y cómo se repone.

4. Dirige tu propio éxito

Para alcanzar el éxito en las relaciones personales y laborales, define lo que es el éxito para ti. Después, haz que el mundo se adapte a esa definición.

Fija unos objetivos medibles, transparentes y, lo que es más importante, consensuados para esa relación. Tienes que ser capaz de expresar lo que son la felicidad o el éxito, para que todas las partes se muevan en la misma dirección. Cualquier relación que no tenga una comunicación clara y continuada por parte de los implicados está condenada al fracaso. Es fundamental comunicarse con el otro y entender las expectativas, las necesidades y las definiciones de éxito del otro en la relación.

Pongamos que has empezando a trabajar en un sitio nuevo. Después de los primeros meses, decides que te gustan el equipo y la empresa y que quieres seguir invirtiendo en esta oportunidad. En este caso, deberías dedicar un tiempo a identificar dónde te gustaría estar pasados 12 meses en ese cargo, por lo que deberías tener una comunicación profesional y permanente al respecto con tus superiores. El trabajo de un buen líder es facilitar tu éxito y dar rienda suelta a tu potencial, pero solo podrán hacerlo si tú conoces tus metas y si das pasos firmes para alcanzar esas metas, a medida que se alinean con la empresa.

En una nueva relación personal, sé directo sobre lo que quieres. Si lo que estás buscando es algo pasajero y divertido, perfecto, pero asegúrate de que el otro lo sepa. Si sabes que lo que te gustaría es estar casado en un par de años, perfecto, pero asegúrate de que el otro lo sepa. Hacer que todas las partes entiendan (o, mejor aún, que estén de acuerdo) con los objetivos del otro es un requisito para cualquier relación sana.

Define el éxito en tus propios términos y, después, conduce a los demás de forma activa hacia esa definición del éxito.

5. Recibes lo que das

En el mundo altamente interconectado, las bases que sientas hoy definirán tu éxito de mañana.

Busca formas de aportar valor a todas las personas que puedas, a diario. Estas acciones, si son coherentes, se convertirán en comportamientos muy deseables y no pasarán desapercibidos indefinidamente. Las personas que crean valor para otros acumulan generosidad y respeto por parte de los demás. Esa generosidad y el respeto se traducen en presentaciones de otras personas que, con el tiempo, darán forma a tu propia red. Tu red, a cambio, te abrirá las puertas para conocer a nuevas personas y tener nuevas oportunidades a las que dedicarte.

En las relaciones personales, sobre todo teniendo en cuenta que las redes sociales desdibujan la línea entre nuestra vida privada y la pública, la reputación es hoy en día más importante que nunca. El mundo es tan grande que, si eres honesto sobre lo que quieres realmente, es muy posible que encuentres a alguien que quiera las mismas cosas que tú. La honestidad y el respeto son lo que la mayoría de la gente busca en una relación, así que, para lograrlo, tendrás que estar dispuesto y preparado para darlos.

Todos nos enfrentamos a retos personales y profesionales y, con independencia de lo que veamos en la vida de los demás, ninguno de nuestros caminos están perfectamente asfaltados y libres de obstáculos. Quienes parecen tener suerte con lo que les ha tocado en la vida son, generalmente, aquellos que ven cada reto como una oportunidad y que buscan con firmeza la forma de convertir las debilidades en fortalezas. Es la energía con la que se enfrentan a estos desafíos lo que genera su éxito.

Entendiendo estos principios de atracción, todos podemos tener una mejor disposición para aprovechar la mayoría de las oportunidades que tenemos hoy, así como allanar el terreno para las oportunidades del futuro.

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