Las tarjetas de crédito, las tarjetas de débito y el dinero en efectivo son igual de buenos. Pero unos son más adecuados en unas situaciones que en otras.
La mayoría de nosotros tenemos múltiples opciones de pago en nuestras carteras:
- El crédito nos permite pedir dinero prestado, con la promesa de que lo pagaremos a fin de mes o pagaremos una cuota en concepto de intereses.
- El débito saca directamente efectivo electrónico de nuestra cuenta.
- El efectivo comienza y acaba la transacción directamente en la caja registradora, cuando entregamos los billetes y las monedas.
Así que como puedes ver: Depende.
El método de pago más inteligente en un momento dado depende de dos cosas: tu situación y tu estado psicológico.
Por ejemplo, es posible que desees utilizar una tarjeta de crédito para pagar la cena porque obtienes millas aéreas por tu compra y porque las tarjetas de crédito tienen la mejor protección antifraude. Sin embargo, es posible que tu pareja prefiera utilizar dinero en efectivo, porque él o ella está pagando préstamos por estudiar y ha asignado un presupuesto mensual.
A continuación encontrarás una infografía que sugiere las opciones de pago más inteligentes en situaciones comunes.