¿Es posible que los nuevos edificios que baten récords de altura sean un indicio de una expansión económica excesiva y un desarrollo irracional del capital?
Es el rascacielos más alto del mundo con 828 metros de altura, y se terminó en 2009. Su construcción costó la friolera de 1.500 millones de dólares, convirtiéndolo en uno de los edificios más caros de la historia.
Las condiciones financieras tienen que ser favorables para que se apruebe la construcción de este tipo de edificios. La construcción de rascacielos que baten récords de altura suele tardar años, y las cosas pueden cambiar drásticamente desde el inicio hasta el final de la construcción.
En este caso, la construcción del Burj Khalifa comenzó en 2004. Sin embargo, en el momento en que se terminó, la situación de los mercados financieros era desastrosa. Lehman había quebrado, y los esfuerzos de rescate como el TARP y la QE estaban intentando detener la hemorragia. Entre octubre de 2007 y marzo de 2009, el Dow Jones Industrial Average perdió el 55% de su valor.
La crisis hizo no solo hundió los mercados financieros sino que también afectó a los competidores que pretendían construir un edificio más alto que el Burj Khalifa. Por ejemplo, la construcción de una torre en Dubái que supuestamente iba a tener una altura de 1.008 metros – fue pospuesta en marzo de 2009, cuando quedó claro que las condiciones económicas no iban a mejorar a corto plazo.
¿La construcción de rascacielos significa que la bolsa ha alcanzado su tope?
¿Pueden ser los rascacielos una señal de que se avecina una crisis financiera?
EWM Interactive, un servicio de suscripción centrado en el análisis técnico, cree que sí. La siguiente infografía sigue la "Maldición del Rascacielos" a través de seis diferentes picos del mercado y sus hundimientos posteriores durante el último siglo.
Hoy en día la ciencia de la socioeconomía explica este "fenómeno del rascacielos". Esta nueva ciencia, fundada por Robert Prechter Jr., defiende que el estado de ánimo social impulsa la actuación financiera, macroeconómica, política y social. Por el contrario, se cree que este tipo de eventos provoca el estado ánimo social.
La mejor herramienta para registrar el estado de ánimo social en el mercado es a través de sus gráficos de precios. Las personas optimistas y felices compran, mientras que las personas pesimistas, enfadadas o asustadas venden. Así que cada gráfico no es más que una ilustración del estado psicológico de las masas en un momento dado.
En el mercado, el optimismo extremo da lugar a burbujas económicas. Una de las manifestaciones de la vida real del estado de ánimo social extremadamente positivo es la construcción de enormes edificios. Los repuntes del mercado y la construcción de rascacielos a menudo parecen emerger al mismo tiempo, debido a que ambos fenómenos son el resultado de la ilusión de la prosperidad infinita. Pero las condiciones psicológicas extremas no duran mucho tiempo. Esta es la razón por la que los edificios récord, cuya construcción se inicia durante una burbuja en el mercado, a menudo se completan después del colapso de la burbuja.