Por regla general, las acciones de los fabricantes de armas de EE. UU. suelen subir cuando se producen asesinatos en masa. Esto se debe a que justo después de que se produzca una tragedia, los estadounidenses compran pistolas y escopetas por miedo a un posible endurecimiento de las leyes de posesión de armas.
Sin embargo, si comparamos la dinámica de las acciones de los fabricantes de armas con Donald Trump y el ex presidente estadounidense Barack Obama, nos daremos cuenta de que la subida que se produce tras estas tragedias es cada vez menor.
Este fenómeno tiene una explicación muy simple: los traders creen que el republicano Trump no impondrá estrictas leyes de control de armas (mientras que durante el mandato del demócrata Obama no estaban tan seguros de ello).
Además, tras la elección de Trump como presidente de EE. UU., los fabricantes de armas observaron una disminución de las ventas. Así, tras los resultados de la primera mitad del año, Sturm Ruger & Co (NYSE: RGR) informó de una caída del 22% en las ventas. Y desde el día de la elección, las acciones de la compañía han caído en un 10%. Por su parte, a American Outdoor Brands Corporation (antes conocida como Smith & Wesson) (NASDAQ: AOBC) le ha ido incluso peor: con la llegada de Trump, sus acciones han caído un 40%.