Durante el fin de semana pasado, once príncipes (incluida una de las personas más ricas del mundo, Al Waleed Bin Talal), docenas de ministros y empresarios fueron arrestados en la lucha contra la corrupción en Arabia Saudí.
Sus cuentas bancarias y activos - que ascienden a miles de millones de dólares - fueron congelados. Algunos analistas sugirieron que este dinero podría ser una excelente forma de reponer las reservas de oro y divisas del país, que, tal y como muestra el gráfico, están disminuyendo rápidamente. En comparación con el máximo alcanzado en el año 2104, estas han disminuido en alrededor de un cuarto de billón de dólares debido a la caída de los precios del petróleo.
La confiscación de los activos de solo cuatro personas podría ayudar a las autoridades saudíes a recaudar hasta 33.000 millones de dólares, más de la mitad de ellos (19.000 millones) propiedad del príncipe Al Waleed Bin Talal.