Inversores, tengan cuidado
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Parece que las cosas están yendo bien para los inversores con las acciones más importantes cotizadas a niveles históricos. Pero la presidenta de la Reserva Federal de los EE. UU. ha llegado para advertir de los peligros que conllevan las acciones principales al ser negociadas con valores tan altos.

Parece que para los inversores todo avanza en la dirección correcta hoy en día. La economía global está funcionando de maravilla y se observa un crecimiento fuerte en Asia así como signos robustos de recuperación en la economía de los EE. UU. Incluso en Europa se pueden ver ya los primeros indicios de recuperación. Consecuentemente, los inversores están comprando acciones cargados de confianza renovada, lo que ha llevado a alcanzar niveles de récord histórico en los mercados de valores más importantes del mundo.

«Estamos de fiesta en el parqué» es una frase que habría escuchado en los círculos profesionales pero que ha sido descartada repentinamente por la organización que le dio uso: la Reserva Federal. Janet Yellen, la presidenta de la Reserva Federal, expresó claramente su descontento por el ambiente de fiesta que hay en los mercados financieros y según ella, las valuaciones en el mercado de valores son «muy altas» y podrían «causar problemas». Esta afirmación en palabras de Yellen sorprendió a muchos inversores y desencadenó una venta generalizada.

No obstante, los inversores no deberían asustarse porque Janet Yellen ya había sacado el tema de las valuaciones en el pasado y a lo que se refería específicamente era a las valuaciones excesivas en ciertos segmentos de mercado el verano pasado. Por aquel entonces, el punto de mira de Yellen era el sector de la biotecnología y con razón. Todo lo ocurrido destaca el tipo de presidenta tan distinta que Yellen es con respecto a su predecesor, Ben Bernanke, que nunca avistaba el peligro, ni siquiera antes de que estallase la burbuja inmobiliaria en 2006/2007.

De hecho, lo que está haciendo Yellen es preparar a los mercados para lo inevitable: la subida del interés. El tipo de interés a corto plazo de la Reserva Federal (oficialmente, la Tasa de Fondos Federales) se ha situado en un 0% desde que estalló la crisis financiera. Jamás en la historia había ocurrido que la Reserva Federal bajase su tipo de interés a corto plazo hasta un cero por ciento y lo dejase tal cual más de 6 años. Las consecuencias a largo plazo de esta política son desconocidas, razón por la cual Yellen quiere normalizar los tipos de interés tan pronto como sea posible.

A corto plazo, nos encontramos frente a un nuevo ciclo de tipos de interés, tema del que ya tratamos el año pasado y que es de vital importancia para los inversores. Un nuevo ciclo de tipos viene frecuentemente acompañado por subidas más altas en el mercado y al mismo tiempo representa los últimos indicios del comienzo de la recta final de esta fase alcista. La primera fase del ciclo de tipos es el momento perfecto para asegurar beneficios y disminuir la exposición a las acciones. Vender con beneficios es lo que se hace en un mercado que está (fuertemente) al alza y no en uno con precios decadentes, aunque estemos viendo lo contrario en el mercado actual.

Lo que está ocurriendo es que después de años al margen, las masas están empezando a ver los beneficios del mercado de valores. Ha regresado la moda de invertir en acciones y es más, el que no invierte no es guay. Las actualizaciones y comentarios frecuentes sobre los mercados financieros han vuelto a los medios de comunicación dominantes y el mensaje implícito está claro: invertir en acciones es la única opción. Las cuentas de ahorros han perdido su valor, los bonos están mal y a largo plazo «usted siempre sale ganando«. Esa es la voz de los medios.

Seamos claros: como inversor siempre tiene una opción. Siempre hay un segmento al que nadie le presta atención o con el que nadie quiere tener nada que ver e incluso, existen muchas veces múltiples segmentos interesantes. En la actualidad, esos segmentos «secretos» o no deseados son acciones de minas de oro y plata, las acciones chinas y las distintas materias primas. Por desgracia, muchos inversores no se interesan por estos segmentos en absoluto por una razón muy simple: estos activos no se disparan hoy en día mientras que el resto del mercado está «en buena forma». Tomémonos esto como una lección: este es el error que las masas cometen una y otra vez. Comprar en segmentos de mercado de moda y seguir la corriente no lleva a la libertad financiera sino todo lo contrario, es el causante del drama en muchas familias una y otra vez.

Nuestro análisis indica que estamos llegando lentamente pero con seguridad a la recta final de esta fase alcista seguida con toda probabilidad de una corrección salvaje. Por supuesto, la última fase suele ser la más poderosa, pero no siempre la más rentable. Y además, cuando la corrección ejerza su efecto, todas esas ganancias rápidas de último momento se desvanecerán con prontitud. En ese momento, muchos inversores se despertarán en una nueva resaca de mercado de valores y desgraciadamente, serán los únicos culpables de ella. El momento propicio para darlo todo en acciones fue 2009/2010, justo cuando estalló la subida del mercado. Hoy en día, con nuevas subidas de mercado casi todas las semanas y la alarma sonante de la Reserva Federal no es un buen momento. No olvide nunca la regla más básica sobre inversiones: compre a la baja, venda al alza.

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