Las mujeres son más pacientes, menos propensas a las decisiones espontáneas y más cuidadosas.
Existen una gran cantidad de investigaciones académicas, la mayoría de ellas basadas en encuestas y estudios, según las cuales las mujeres invierten mejor que los hombres debido a que son más pacientes, toman menos decisiones precipitadas y tienen más autocontrol.
He aquí una prueba de que esta afirmación es cierta no solo en la teoría, sino también en la vida real.
Nos llega de Betterment, una firma de asesoría financiera que utiliza algoritmos informáticos para ayudar a sus clientes a automatizar sus inversiones. Utilizando datos de su propia base de clientes, la empresa vio que las mujeres eran más propensas que los hombres a mantener el rumbo marcado y la misma forma de pensar a largo plazo.
Un indicador de esto es la frecuencia con la que las mujeres comprueban sus cuentas en Betterment (aproximadamente la mitad de las veces por semana que los hombres) y la frecuencia con la que cambian su plan de pensiones y otras asignaciones de su cartera de inversiones (en torno a un 25% menos al año).
Betterment, que comenzó su actividad hace cinco años y gestiona dos mil millones de dólares en activos para 90.000 clientes (de los cuales alrededor del 25% son mujeres) se negó a proporcionar un desglose dividido por sexos sobre el rendimiento de su cartera. Sam Swift, analista de datos de Betterment y doctorado por la Universidad Carnegie Mellon en comportamiento organizacional, indica que esto se debe a que la empresa está «orientada hacia inversiones a largo plazo, por lo que proporcionar información de tan solo unos años podría conducir a errores».
La idea que se esconde detrás de Betterment y otras firmas de «robo-advisors», que creen que los algoritmos informáticos hacen mejores inversiones que las personas y equilibran mejor los impactos de los impuestos, es que cuantos menos intermediarios haya, mayor rendimiento tendrán sus inversiones a largo plazo.
«La mayoría de las nuevas empresas de tecnología intentan encontrar formas de hacer que la gente vaya a su página web tanto como sea posible», explica Sam Swift a Quartz. «Pero para nosotros el reto es hacer que la gente se interese por su inversión una vez por trimestre, más o menos, sin comprobarla demasiadas veces, lo que termina siendo perjudicial para ellos».
Si esta filosofía es correcta, entonces las carteras de clientas de Betterment deben estar en muy buena forma. La empresa ha observado que las mujeres se desvían menos en relación con el consejo basado en el algoritmo de la firma, personalizado en función de los ahorros y objetivos de rendimiento, los niveles de tolerancia al riesgo y los horizontes temporales de la inversión específicos de cada cliente.
Es importante saber que cuando las mujeres se desvían de la cartera recomendada, son más propensas a añadir bonos a su inversión, mientras que los hombres tienden más a comprar acciones, lo que indica que disfrutan más del riesgo.