Patrick Gillespie, periodista de CNN Money, contó cómo su aversión hacia el café le llevó a comprar acciones de Starbucks.
«El café sabe a mierda».Esto es lo que le dije a mi madre cuando era pequeño. Lo odiaba. Ese «frappa, cappa-lo que sea» no estaba hecho para mí.
Empecé a beber café hace solo dos años cuando vivía en Buenos Aires, Argentina, una ciudad de cafés.
Ahora es cuando estoy comprando mi primera acción, y es de Starbucks.
Solo cuesta algunos dólares. Me pasa lo mismo que a los milenarios. Como me ocurría con el café cuando era pequeño, muchos milenarios aún tienen un mal sabor de boca de la crisis económica, por lo que no se atreven a invertir.
Esta situación se puede denominar «resaca de la crisis económica». Si a esto se le une que no saben invertir, que tienen trabajos mal remunerados y deudas por los préstamos estudiantiles, se comprende por qué muchos de mis compañeros se resisten a invertir.
Mi familia lo ha pasado mal durante la crisis y la recuperación económica. Como me recordaban mis padres después de la universidad: «Al árbol del dinero que hay en el jardín no le salen hojas nuevas».
Empezar a los 20: La mayor parte de mi dinero durante los últimos años de la universidad la destiné a pagar el alquiler, a hacer la compra y a los préstamos universitarios. Me quedé con muy poco dinero y ni mucho menos lo iba a destinar a invertir.
No obstante, ahora que tengo 25 años es hora de empezar a invertir. Tengo algo de dinero ahorrado con el que puedo divertirme y tentar la suerte. Ya tengo un plan de ahorro al que hago contribuciones y pago las cuotas de mis préstamos estudiantiles. Por lo tanto, este dinero podría destinarlo a algunos de mis vicios, como a comer costillas, tortitas y pesto.
No es que vaya dando palos de ciego al aire, como decía el economista Burton Malkiel en su libro Un paseo aleatorio por Wall Street en relación a algunos inversores, sino que me detuve a analizar de forma personal y profesional la situación de Starbucks.
A continuación explico por qué me decidí por Starbucks:
- Ahora bebo café todos los días y por lo tanto entiendo el producto de Starbucks. Warren Buffett dice que uno de los principios por los que se guía es simplemente entender lo que hace la empresa.
- Liderazgo. A menudo se considera que Howard Schultz es uno de los mejores directores ejecutivos de EE. UU.
- Crecimiento internacional. Guste o no, Starbucks está por todo el mundo.
- Mucho dinero. Starbucks podría hacer que llovieran dólares en su sede de Seattle, ya que están ganando mucho dinero.
Si echamos un vistazo a los números de la empresa podemos observar lo siguiente: Las acciones de Starbucks alcanzaron hace poco su máximo histórico y este año han subido casi un 30%. El precio de la acción se sitúa en 52 dólares, lo que equivale al precio de unas buenas bolsas de café molido (preferiblemente granos de café colombiano). No tengo que pagar comisiones, ya que estoy haciendo las operaciones de compra por medio de Robinhood, una nueva aplicación sin comisiones y sin cantidades mínimas de compra.
Por ahora solo he comprado una acción de Starbucks, ya que como dije solo tengo algo de dinero extra «para divertirme». También tengo que decir que acabo de firmar un contrato de alquiler de un apartamento en Nueva York, lo que reduce en gran medida la capacidad de gasto de cualquier persona, incluso la de Starbucks.
Hay una única pega en mi proceso de toma de decisiones. Schultz ya no es un niño, por lo que se jubilará pronto y ya hay ciertos rumores sobre quién lo sustituirá. El liderazgo es importante y un cambio en la directiva asusta a los inversores, sobre todo a los nuevos.
No obstante, me importa menos quien sea su sucesor, ya que Schultz ha mejorado la situación global de la empresa desde que volvió como director ejecutivo en 2008. Starbucks ahora tiene 5.408 cafeterías más en el mundo, lo que suma un total de 22.088.
En Wall Street, 21 de los 26 analistas que analizan Starbucks recomiendan comprar sus acciones. Esto no fue un factor decisivo para mi compra, pero sí que es un gran alivio.
Por lo tanto, a pesar de mi relativa corta experiencia en el sector del café, analicé la situación de la empresa, su liderazgo, estrategia e informes de ganancias.
Otro factor que me convenció fue el siguiente: ¡Es Starbucks! Bien es sabido que las empresas tradicionales son más seguras que las empresas emergentes que inician una deseada oferta pública inicial (OPI).
Soy consciente de que una acción no me hará millonario pero tampoco me llevará a la ruina. Si las acciones de Starbucks se hundieran, perdería alrededor de 52 dólares, por lo que podría vivir con esa pérdida y seguir intentándolo. Más que nada, lo que busco es iniciarme en el mundo de la inversión.
Lo que finalmente me convenció para tomar mi decisión fue una conversación que tuve con un lector de CNN Money. Hablé con Douglas Wood, un ingeniero jubilado de 65 años de Kalamazoo (Míchigan), que me contó una historia sobre inversiones. Este es su consejo para todos los milenarios:
«Entra en el juego y aprende.»